Capítulo 105

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Observaba detalladamente el póster pegado en el consultorio de nuestra ginecóloga, tenía una frase sobre la maternidad, comencé a picotear mi vientre con delicadeza, no tocaba mi consulta, si no la de Alice, me invito a venir, aunque Jasper estaba con ella, me sentía muy ansiosa por saber que seria, ¿Niña?, ¿Niño?

-¿Y ustedes? – Pregunte acariciando mi vientre con delicadeza - ¿Qué son?, ¿Niñas?, ¿Niños? – Solté a reír, me emocionaba saber que sería madre, era una sensación que no podía comparar con nada, solté un suspiro y después un fuerte dolor recorrió mi cintura, salió un quejido de mis labios, el aire me comenzó a faltar – A... A... - Ninguna palabra salía de mi boca, dolía, dolía profundamente, me incline en mi asiento, comencé a inhalar y exhalar.

-¿Está bien Señora? – Era una enfermera, sonreí.

-No... Me duele mucho la cintura... - Dije sin perder el ritmo de mis respiraciones, ella se colocó en cuclillas frente a mí.

-¿Es su primer embarazo? – Ascendí - ¿Son gemelos? – Pregunto colocando sus dedos alrededor de mi muñeca tomándome el pulso y mirando su reloj, ascendí.

-No se preocupe – Dijo sonriéndome tranquilizadoramente – Es normal, primeramente es usted madre primeriza y en segundo son gemelos, el peso es mucho para su cuerpo, solo descanse y no se forcé demasiado, si no se siente segura que la doctora la revise – Se puso de pie.

-Gracias – Susurre, aun sin perder el ritmo de mis respiraciones, no porque doliera si no por mantenerme segura y fuerte, la chica se fue y yo me quede allí – Descuiden... Mami está bien – Susurre intentando calmarme, de pronto escuche los tacones acelerados de alguien y los pasos firmes de alguien más, intente relajarme y sonreí, me puse de pie, Alice y Jasper venían con un rostro radiante, sonriente, su sonrisa me contagio.

-¿Y bien? – Pregunte curiosa, Alice soltó a aplaudir.

-¡Es un niño! – Grito Alice de emoción.

-¡Felicidades! – Dije con emoción, la abrace, dio pequeños saltos.

-Si... ¡Es un bebe! – Solté a reír, Jasper tenía una enorme sonrisa pintada en los labios.

-¿Y cómo está el futuro papá? – Alice lo miro.

-En shock – Dijo riendo, solté a reír, de pronto Alice se quedó en silencio y coloco una mano en su vientre – Volvió a moverse – Dijo haciendo que Jasper y yo nos centráramos en ella.

-¿Cómo? – Pregunte mirándola confundida, Alice ascendió animada tomando la mano de Jasper y colocándosela en su gran vientre, Jasper pareció aguantar la respiración.

-Bueno... Hace poco, comencé a sentirlo, moviéndose o algo así, no lo sentía con claridad, pero... - De nuevo hubo silencio, Jasper soltó a reír de emoción.

Era muy emocionante presenciar aquello, pero después todo se convertía en desesperación y ansiedad, pronto podría sentir a mis hijos de la misma forma que Alice.

-Vaya que tiene energía – Susurro Jasper emocionado, sonreí ampliamente, me moría por poder sentir a mis hijos.

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-¿Cómo te fue hoy? – Pregunto Edward invitándome a sentarme en su regazo, negué.

-Peso el doble... No espera... El triple – Dije sonriendo, él negó.

-Ven y cuéntame cómo estuvo tu día – Sonreí, tome la mano que me extendía y me senté sobre su regazo, beso mi hombro.

-Estuvo interesante... - Dije en un murmullo distraído – La verdad, cada día me canso mucho más – Confesé acariciando mi vientre tranquilamente – Cada día están más grandes – Sonreí.

-Eso es verdad... - Dijo Edward llenándome de pequeños besos – Y cada día estas más hermosa – Solté a reír.

-Mentiroso, cada día estoy más gorda... - Dije mirándolo ceñuda, me dedico una sonrisa sincera.

-No miento, solo te veo y digo lo primero que se me viene a la cabeza, hermosa, fascinante, la luz de mi universo y el centro de mi mundo – Sentí mis mejillas arder – La madre de mis futuras hijas o futuros hijos, el amor de mi vida... Eres cada una de las palabras hermosas que puedan existir en mi vocabulario – Comenzó a acariciar mi cabello – Lo eres todo para mi Bella – Negó con la cabeza – Tu y mis hijos lo son todo... - Dijo dirigiendo un pequeño beso en mi vientre – Te invito – Dijo animado, lo mire confundida – Si te sientes bien y quieres, te invito a cenar – Dijo haciéndome sonreír.

-Me parece bien – Dije aplaudiendo animada – Yo elijo – Dije poniéndome de pie, él ascendió – Sushi – Solté a reír a carcajadas en cuanto mire su rostro.

-Jajaja muy graciosa – Dijo irónico y tomando las muletas para caminar, solté a reír – Lo que quieras menos esa comida infernal – Sonreí ampliamente.

-No te sentó bien mi broma – Dije burlona.

-Eres muy graciosa, ¿Sera el embarazo tu mal sentido del humor? – Solté a reír.

-¡Oh vamos! – Dije caminando detrás de él mientras bajábamos dificultosamente las escaleras.

::Ariiane:: 

Mírame y dime que noDonde viven las historias. Descúbrelo ahora