Capítulo 65

656 34 0
                                    


-¿Una reunión? – Dije mientras tecleaba lentamente en la computadora y me sostenía el teléfono con el hombro, mire el reloj en mi muñeca, eran cerca de las tres de la tarde, Alice hizo un sonido de aprobación.

-Llama a Edward. Él también tiene que estar – Estuve a punto de preguntar cuando Alice prosiguió – No me preguntes para que, que no lo sé... Le pregunte a la señora "Soy un misterio" y no me quizá decir – Dijo molesta, solté a reír – A las 4, ¿Eh? – Dijo divertida.

-Muy bien – Dije tomando mi móvil del bolso – Nos vemos en un rato – Dije marcando el número de Edward en mi móvil.

-Oh... Por cierto ya no llegues tarde – Dijo riendo, reí con ironía, colgué y coloque mi móvil en mi oído, este sonó un par de veces.

-Bueno – Dijo Edward de forma ausente, sonreí.

-El trabajo lo agobia señor Cullen – Este rio.

-Discúlpame vida estaba ocupado – Dijo con voz cansada.

-¿Tienes mucho trabajo? – Pregunte girando la silla.

-Para ti no – Sonreí ante su respuesta.

-Interesante propuesta indirecta – Dije mordiendo mi labio inferior – Pero... - Dije arruinando el momento, él soltó a reír – Hay una reunión dentro de una hora, Esme nos quiere puntual – Dije recargándome en mi silla.

-Interesante... Podre secuestrarte temprano – Dijo divertido – Estoy allí en un rato. Señora prepare sus labios que los are míos – Reímos los dos al mismo tiempo.

-Estoy ansiosa. Te amo – Dije cariñosamente.

-Y yo a ti – Susurro.

***************************************

Esme estaba sentada con muy mala cara, todos estábamos en silencio, callados, Alice se mordía las uñas, Edward y yo compartíamos gestos, Jasper mantenía una inmovilidad increíble como las estatuas para ser exacta.

-Mamá – Dijo Edward llamando su atención - ¿Qué sucede? – Pregunto colocando los codos sobre la gran mesa. Esme solo lo miro.

-Recibí una llamada de Carmen – Dijo mirando a Alice y a Edward, estos se descolocaron en segundos, Alice se puso pálida y Edward se tensó en segundos, Jasper continuo inmóvil, pero sus ojos mostraron algo parecido al pánico.

-¿Cómo? – Pregunto Alice - ¿Qué estás diciendo? – Pregunto.

-Carmen me pidió un favor al cual no me pude negar – Continuo ignorando las preguntas de una Alice muy alterada.

-Que no sea traer aquí al trio de perras – Dijo Alice poniéndose de pie.

-Siéntate – Ordeno Esme.

-¿Es eso? – Pregunto aún más alterada, Esme no respondió nada, Alice soltó un largo suspiro.

-No estás hablando enserio – Dijo Edward con una voz gélida, congelante, me aclare la garganta.

-¿Quién es Carmen? – Pregunte, todas las miradas se clavaron en mí.

-Les pedí que estuvieran aquí porque son parte de la familia... Jasper ya estas enterado de quien son el... Trio de perras y Carmen – Dijo soltando la frase grotesca con lentitud y forzada – Pero tú no lo sabes, Carmen es mi hermana – Dijo golpeteando con sus dedos la mesa – Y el trio son mis sobrinas adoptivas, Tanya, Irina y Kate... - Dijo suspirando entre cada nombre.

-Las cuales son una perras intrigosas y zorras – Dijo Alice apuñando sus manos.

-Alice – Regaño Esme.

-Es la verdad... ¿Quieres que te recuerde lo que pasó el tiempo que estuvieron aquí?, por poco nos vamos a banca rota por las fugas de información que ese trio de ángeles del infierno hicieron – Entonces vino a mi mente lo que hace tres años leí en el periódico, la casa Cullen estaba en su peor forma, por poco en la quiebra, si no fuera por el capital invertido por el doctor Carlisle y Edward.

-Si lo se... - Dijo Esme removiéndose incomoda en su asiento – Pero las chicas no vendrán – Dijo causando que los hermanos Cullen y Jasper soltaran un suspiro – Ah excepción de Kate – Alice rodo los ojos – Los reuní porque quiero que sean cuidadosos, Bella por favor cuando digo cuidado es sumo cuidado.

-¿Puedes explicarme por qué demonios aceptaste? – La voz de Alice estaba amargada.

-Alice no puedo negarme, sabes... - Alice salió de la sala con un portazo, Jasper se puso de pie.

-Con permiso – Dijo disculpándose y saliendo detrás de Alice. Edward miraba a su madre intentando comprenderla y yo intentaba descifrar las expresiones de mi futuro marido.

Mírame y dime que noDonde viven las historias. Descúbrelo ahora