Capítulo 56

694 38 0
                                    


Alice ya comenzaba a presionar con el evento de Halloween, todo en la oficina había sido rodeado de marañas de araña y patas de la misma, pequeños fantasmas de sábana blanca y otros disfraces, y aquellos raros diseños que Alice confeccionaba. Y lo más extraño es que entre tanto color naranja, morado y negro, aparecía el color marfil, blanco, rosas rojas y lindas copas de champagne, Alice comenzaba a mostrarme diversas cosas para el día de mi boda, lo cual mantenía a Esme y Rene bastante entusiasmadas y a mí con un nudo muy apretado en mi estómago.

-¿Les parece bien el sábado? – Pregunto Esme a Rene y a mí, Alice comenzó a ascender efusivamente.

-Es perfecto – Respondí un poco ausente.

-Entonces el sábado – Dijo Rene animada.

-Yo te ayudo a prepararlo todo – Dijo Alice ausente – Podemos colocar rosas blancas y rojas, lilas... - Dijo contando con sus dedos.

-Orquídeas – Dijeron Esme y mi madre al mismo tiempo, soltamos a reír.

-Entonces señoritas pongámonos a trabajar recuerden que se viene encima la gala de Halloween aún no hemos puesto nombre y Edward ya está nervioso y también yo, los mediados de noviembre se presenta la pasarela de invierno y en febrero la de verano y tenemos una pedida de mano que planificar y una boda que llevar a cabo, ¿No han elegido la fecha?... – Intente hablar, pero Esme prosiguió – Hay, ¿Cómo elegirán fecha si aún no se ha hecho la pedida de mano formal?, para el sábado deben de tenerla lista – Me señalo poniéndose de pie.

-Todo será perfecto – Dijo Rene siguiendo a Esme por la oficina, Alice y yo nos miramos y soltamos a reír.

Y así el tiempo comenzaba a tender a ser muy corto y desesperadamente escurridizo, Edward y yo trabajábamos en la publicidad de todos los eventos al mismo tiempo, nos encontrábamos con una mezcla verdaderamente revuelta, pero no faltaba el humor extraordinario de Edward, no había tiempo para aburrirse, entre sus bromas y el trabajo el día pasaba rápidamente, cuando llegábamos a casa, solo nos dedicábamos el uno al otro, a nuestra compañía, a amarnos como locos.

-Tenemos que elegir la fecha de la boda – Le recordé mientras me acercaba a él para que subiera la cremallera de mi vestido.

-Mañana – Dijo acariciando mi espalda, solté a reír.

-Ya enserio – Dije girándome para verlo, él sonrió y me atrajo hacia él – El sábado... - Ascendió.

-No lo sé... Si fuera por mí, en este momento saldría contigo directo al altar, pero hay un sinfín de.... – Dijo mientras me giraba y subía la cremallera de mí vestido – Formalidades, que son importantes... Decidamos señorita – Dijo abriendo la puerta de nuestra habitación e invitándome a salir, sonreí, tome mis cosas y salí con Edward detrás de mí. Tomamos nuestro desayuno tranquilamente, partimos a la oficina, Edward tuvo que salir rápidamente después de un par de horas, había tenido otra cita en su compañía.

Los días estaban cada vez más cortos y más cortos se convirtieron cuando se fueron acercando al sábado, Alice junto a mi suegra y mi madre confabulaban a todas horas para ese día, Edward y yo nos limitábamos a decir sí o no cuando Alice nos proporcionaba ideas, aunque al final del día terminaba convenciéndonos de lo contrario a lo que queríamos.

-Tenemos que elegir perfectamente que te pondrás, ese día la prensa... - Me frene en seco y la mire.

-¿La qué? – Pregunte mirándola atentamente.

-Después de la pedida formal en privado, tenemos que hacerlo público, para eso... - Su teléfono la interrumpió, respondió – Para eso un grupo de prensa solicito la primicia, Habla ella – Dijo refiriéndose al teléfono – Si... No... ¡NO! – Grito aproximándose al ascensor – No violetas... Lilas, solo quiero lilas, ¿Es tan complicado? – Dijo entrando al ascensor, me sonrió – Nos vemos más tarde Isa – El ascensor cerró sus puertas y aun podía escucharlas –Violetas no, quiero lilas y rosas... - Me quede allí mirando el ascensor.

-¿Así que te casas? – Mire la raíz de la voz, era Jessica, solté a reír.

-Hola Jess – Ella sonrió.

-Te has perdido todo este tiempo – Rio mientras caminabas a mi oficina – Cuéntame, ¿Cómo va todo? – Chillo emocionada – Te mudaste con él... ¡Cuéntame! – Entramos a la oficina y cerré la puerta detrás de mí, Jessica miro ambos escritorios y se sentó en mi silla - ¿El nidillo de amor? – Soltamos a reír – Anda cuéntame, ¿Qué tal? – Pregunto mirándome atenta - ¿Cómo estás?, ¿Cómo te sientes?, ¿Ya eligieron la fecha de la boda?, ¿A dónde irán? ¡Vamos suéltalo! – Reí.

-¡Espera! – Dije intentando recordar cada pregunta – Primero estoy bien, me siento bien, asustada, son cambios enormes, pero estoy feliz, la fecha aún estamos debatiéndolo y ¿A dónde iremos de qué? – Pregunte confundida.

-¿De luna de miel? – Pregunto como si aquello fuese muy obvio, pestañee varias veces y comencé a ascender.

-Am... Creo que eso no sería oportuno tenemos... - Dije poniéndome de pie – Muchas cosas que hacer, eso será mucho muy después – Suspire - ¿Cómo estás tú? – Ella rodo los ojos.

-Ufff... - Soltó un suspiro – Micke esta celoso... Desde que el rumor comenzó a... Difundirse no ha sido ni la mitad del mismo... - Se encogió de hombros – Ahora si me queda claro que no le intereso y las chicas de la oficina te incrustan dagas imaginarias en tu espalda – Solté a reír. 

Mírame y dime que noDonde viven las historias. Descúbrelo ahora