Ambos estábamos mirando a la doctora en completo silencio, sin decir nada y ella hablaba y hablaba, nos daba un millón de consejos para cuidar mi primer embarazo y de... Gemelos o gemelas. Cuando salimos de allí, aun no hablábamos, solo caminábamos tomados de las manos.
-Gemelos... - Susurro Edward, voltee a verlo.
-Si... Gemelos – Dije en un susurro. Soltamos a reír.
-El deseo claro está – Dijo entre risas, ascendí, creo que estaba en shock.
La noticia quedaría entre Edward y yo por el momento, teníamos una pasarela que realizar y ganar, cuando llegamos, literalmente me arrastraron para arreglarme y sobre todo, las noticias corren y vuelan, todo mundo felicitaba a Alice y a mí por la gran nueva y nos consentían mucho.
-Quiero que hagan algo romántico con su cabello – Dijo Alice señalándome y acariciando mi cabello – Tengan mucho cuidado por favor y yo... Quiero unas patatas fritas urgentes – Dijo sentándose a mi lado y mientras que la chica que le arreglaba el cabello reía. Esme se nos unió un poco más tarde y nos anunció que todo iba perfecto, tranquilizando a una Alice que se atragantaba con papas fritas.
-Que tienes unos ojos bellísimos, no necitas mucho – Dijo Laurent mirando mi reflejo en el espejo, sonreí – Y ahora con tu embarazo más hermosos se ven – Solté a reír, me encontraba totalmente emocionada, tanto que hasta no me percate cuando terminaron de maquillarme y mi peinado ya estaba muy avanzado, después de un par de minutos más Laurent termino, había conseguido hacer un peinado sencillo pero digno de la ocasión – Y que milagro que el galán no esté aquí – Dijo volteando de un lado a otro, entonces di la razón, Edward siempre estaba aquí, no importaba cuantas veces lo echara Alice o el equipo.
-¿Ya terminaste? – Pregunte extrañada, él ascendió, me puse de pie – Iré a vestirme – Dije en un murmullo, algo andaba mal, muy mal. Subí a mi habitación y entre en la habitación - ¿Edward? – Llame extrañada, me quede en shock, inmóvil, congelada y enterrada en mi sitio, sentí como toda calidez escapo de mi cuerpo tan rápido que ni oportunidad tuve de estremecerme – Edward... - Susurre tan bajo – Kate... - La voz se apagó al decir su nombre, ambos estaban en la cama desnudos, sus ojos se posaron en mí y salí de aquella habitación tan rápido como mis pies me lo permitían, Alice y Jasper aparecieron en mi campo de vista, reían, pero en cuanto me vieron dejaron de reír,
-Bella... ¿Qué pasa? – Pregunto Alice tan asustada que palideció, la tome de los hombros.
-Sácame de aquí – Pedí suplicante, ella parecía no entender nada, miro a Jasper - ¡Sácame de aquí! – Grite solté a llorar allí mismo y caí de rodillas.
-Bella, ¿¡Qué pasa!? – Pregunto desesperada, solté un gemido de dolor, no podía decir aquella frase, mire a Jasper.
-Por favor – Suplique, Jasper me puso de pie y me abrazo.
-Cálmate... - Susurro con tanta tranquilidad y serenidad – Tranquila, ¿Qué es lo que paso?, ¿Dónde está Edward? – Volví a soltarme a llorar.
-¡Estaba en la cama con Kate! – Grite que mis palabras resonaron por todo el pasillo - ¡Te lo suplico Jasper sácame de aquí! – Ambos me miraban tan extrañados e impactados.
-¿Qué estás diciendo? – Dijo Alice mirándome turbada.
-Yo los vi – Dije ahogada en mis propias lágrimas, Alice comenzó a andar a zancadas largas hacia la habitación - ¡Por favor! – Patalee, Jasper me tomo del brazo.
-Vámonos – Dijo en un susurro apenas audible, Jasper me guio fuera de las habitaciones, el móvil de Jasper sonó en cuanto llegamos al estacionamiento, contesto sin decir más – Alice – Dijo tan sereno que no pude evitar verlo – Tranquila cariño, por favor – Pidió suplicante – Estamos en el estacionamiento... - Hubo un largo silencio – Esta bien. Tranquila. Te amo – Susurro y colgó, abrió la puerta de la parte trasera del coche y entre, coloque mi cabeza entre mis manos y continúe llorando, mis manos temblaban, mi cuerpo entero temblaba, me sentía horrible, mi corazón dolía demasiado, la puerta volvió a abrirse para dejar entrar a una Alice que en cuanto me vio me trabo en un abrazo y comenzó a llorar junto conmigo.
-Ya Bella – Susurro aguantando el nudo que había en su garganta – Vámonos – Susurro a Jasper, él encendió el auto y partimos, el celular de Alice comenzó a sonar, ella respondió – ¡Puedes irte a la mierda! – Grito Alice seguido de lanzar el teléfono en algún lugar del coche – Ya hermana, ya – Susurro besando mi cabeza, y es que no podía parar de llorar, no podía, tenía tan fragmentado el corazón, dolía como el demonio.
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Mírame y dime que no
FanfictionPROLOGO ¿Como no enamorarme de sus ojos? ¿Como no sentirme prisionero de su cautivadora belleza? Solo quería poder enamorarla, quería mirar ese rostro el resto de mi vida, estaba claro que ella le tenía a la gran diferencia que ella hacia entre nos...