Mírame y dime que no

Capítulo 82

Narrador Alice

-¿Qué es lo que sucedió? – Pregunto Jasper en un susurro, Bella se había quedado dormida.

-Pobre Bella... - Dije en un susurro – Ambos estaban tal y como lo dijo – Dije sacudiendo mi cabeza intentando sacar aquellas imágenes de Kate y Edward – Maldito idiota – Dije con enojo, Jasper soltó un suspiro y comenzó a negar con la cabeza.

-No lo puedo creer – Dijo lamentando con sus gestos – Edward no es ese tipo de hombre, lo sabes... - Dijo mirándome.

-Kate es una víbora... - Dije en un susurro, entonces comencé a divagar en mis pensamientos – Aquí hay gato encerrado – Dije mirando a Bella, sollozaba entre sueños, me dolía extremamente su dolor - ¿Cuánto falta para llegar? – Pregunte tomando mi móvil.

-Una hora – Dijo Jasper tan serio que la realidad me golpeo tan fuerte como un golpe en el estómago, todo había cambiado, me di cuenta que tenía un largo tiempo con mi rostro inerte y Jasper por su parte intentaba mantenerse tal y como siempre aunque no lo conseguía.

-La pasarela comenzó – Dije recargándome en mi asiento, el vuelo de regreso no era como me lo imaginaba, no en estas circunstancias.... Al menos.

El vuelo era tan callado que el silencio me cortaba entera, Bella solo despertaba para volver a llorar y la verdad aquella situación me partía el corazón, Jasper estaba en las mismas circunstancias, por primera vez lo estaba mirando turbado.

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De nuevo mi teléfono sonaba desquiciante, hacia media hora habíamos llegado y nos encontrábamos yendo a casa de Bella y mi hermano, ella estaba tan callada, seria, sus facciones no me decían nada, su cabello estaba enredado, su maquillaje corrido de tanto llorar, respondí sin ver.

-¿Dónde estás?, ¿Dónde está ella? – Dijo Edward tan desesperado y exaltado, no respondí - ¡Contéstame con un demonio! – Grito él, solté un suspiro.

-No sé qué decirte – Dije mirando a Bella, ella no me miro, su mirada estaba en algún lugar del mundo.

-Llegare en una hora, por favor... - Lo interrumpí antes de que formulara la petición.

-No... No te pienso ayudar esta vez, lo siento y ya no molestes más – Colgué, mire a Jasper, él no estaba de acuerdo en mi postura, pero, ¿Qué podía hacer?, ¿Suplicarle a Bella que se quedara?, sabía lo que era una traición, como dolía, como sentías que te desgarraban el alma - ¿Bella? – Susurre.

-Solo llévenme a casa – Contesto fríamente, no hubo más charla en camino a casa, en cuanto llegamos Bella bajo en cuanto Jasper aparco, bajamos tras de ella. El teléfono de Jasper sonó, lo miro y quedo estático en su lugar, con su mirada me lo dijo todo, no querría ni siquiera escuchar su nombre, subí junto a Bella, esta se movía rápidamente por la habitación, tomo una maleta y comenzó a tirar ropa dentro, aquella poca ropa que yo le había permitido quedarse.

-Bella... - Ella coloco una mano entre nosotras y comenzó a negar con la cabeza, apretó sus ojos fuertemente.

-Esto... - Dijo señalando la maleta y metiendo algunas cosas más – Es lo único que tengo... Lo único, esto... - Dijo tomando vestidos del perchero y lanzándolos al piso - ¡No es mío!, ¡Ni esta porquería tampoco! – Dijo tirando más ropa al piso - ¡Ni esto! – Dijo lanzando el anillo por algún lugar de la habitación, se dejó caer en el suelo y coloco su cabeza en sus manos – No puedo sacármelos de la cabeza.... No puedo – Dijo entre gemidos – Me duele, me está doliendo demasiado – Me arrodille frente a ella. ¿Qué podría decirle que la calmara? - ¿Sabes? Hoy fuimos con una ginecóloga – Dijo colocando su mano en su vientre – De 2 a 3 semanas... Y son gemelos – Dijo sonriendo, pero con lágrimas en los ojos.

-¿Gemelos? – Dije sorprendida, pero mi tono era triste, ella ascendió y soltó a llorar.

-Por... Por eso no lo entiendo... - Golpeo el piso con sus manos, tome su rostro entre mis manos.

-¡Cálmate! Por tus bebes, cálmate – La abrace fuertemente, entonces miles de pensamientos vinieron a mi cabeza, de nuevo, esto no me hacía sentido, si de algo estaba segura era que mi hermano amaba infinita y profundamente a Bella, él mismo me había dicho que deseaba con toda su alma hijos y toda una eternidad con ella... Kate, entonces todo estaba en Kate, en esa perra y zorra de Kate, que en cuanto pudiera le haría tragarse esos cabellos rubios, Kate era la maestra de la intriga, ¿Pero cómo había acabado mi hermano entre las sabanas de esa estúpida?, de nuevo, aquí había león enjaulado – Deberías esperarlo – Susurre sin pensarlo.

-¿De que estas hablando? – Dijo ella mirándome - ¿¡Por qué debería esperarlo!? Se revolcó... - La interrumpí.

-Conoces a Edward... Lo conocemos bien, piénsalo al menos te debe una explicación – Se puso de pie de golpe.

-¡No quiero una mierda de tu hermano! – Grito tan fuerte que me estremecí – Tu no viste lo que yo... - Dijo sacudiendo su cabeza fuertemente, la seguí.

-Escucha... Kate es una mujer mezquina capaz de valerse de trucos sucios, algo, algo... - Ella negó con la cabeza – Te lo suplico, puede que estés cometiendo un error, llega en menos de una hora, Bella... - Suplique de nuevo, ella no respondió nada y continuo empacando, salí de la habitación, Jasper discutía acaloradamente por teléfono, extendí mi mano, él me paso su teléfono.

-Ella estará aquí... Sera la última vez que yo te ayude... - Colgué, Jasper me miro confundido – No preguntes que no sé cómo lo are – Coloque mis manos en los hombros de Jasper y me estire cansada, comenzó a masajear mi espalda.

-¿Estas bien? – Pregunto colocando una de sus manos en mi vientre.

-No – Susurre y meabrace a él.