Mírame y dime que no

Capítulo 99

Literalmente había dormido un día entero junto a Alice, prácticamente despertábamos solo para comer y atender nuestras necesidades, no me había dado cuenta de la tensión que había estado acumulando en mis hombros, me sentía culpable.

-Deberías llamar a tus padres... - Susurro Alice mientras secaba su cabello con la secadora, ya me dedicaba a trenzar mi cabello lo más hábil posible, me quede pensativa.

-Seguro que en cuanto me vean... Se enojaran tanto... En primera por no haberles dicho de mi embarazo, estarán muy enojados... Seguro por lo de Edward también, por todo – Dije atando la punta de la trenza con una goma.

-Sería tu culpa... Además que ya están muy molestos, me llaman a diario preguntándome por ti y desde el accidente de Edward me llaman a cada momento y tu teléfono a pesar de que lo has dejado olvidado en un cajón de mi tocador... Sigue sonando, ¿Por qué no quieres hablar con ellos? – Pregunto mirándome atenta, me puse de pie y me coloque mi abrigo, rápidamente me sentí acogida.

-No lo sé... Sencillamente lo deje pasar... Lo deje pasar... - Repetí – No lo sé – Me encogí de hombros – Yo no quería hablar del tema Alice, con nadie... No me sentía – Solté un suspiro, Alice sonrió con tristeza.

-¿Qué pasara con ustedes? – La mire confundida – Me refiero a ti y a Edward... - Me deje caer en la cama.

-No... No lo sé – Susurre, sonreí – Lo vi feliz al verme, ¿Tú le contaste de mí? – Ascendió.

-Solo lo que me pregunto, él te recordaba de cierta forma – Dijo poniéndose de pie, soltó un soplido y coloco una mano en su espalda – Me duele la espalda – Dijo volviendo a soltar un suspiro, sonreí - ¿Qué queremos comer? – Dijo palmeando tiernamente su barriga - ¿Si?, ¿De veras? – Solté a reír – Dice tu sobrina o sobrino que sí que te parece comer pollo al horno con mucho pero mucho aderezo de chipotle – Solté a reír de nuevo y coloque mis manos en mi barriga.

-Nos parece perfecto, y ¿Qué tal unas calabazas rellenas de queso? – Alice mordió su labio inferior y ascendió repetidas veces. De pronto el teléfono de Alice sonó, lo miro.

-Ve adelantándote – Dijo sonriéndome, me adelante hacia la cocina, entonces solté a reír, comencé a sacar las cosas de la nevera para cocinar, el departamento de Alice y Jasper era enorme fácilmente era la casa de mis padres entre el comedor y la cocina, comencé por las benditas calabazas rellenas de queso, tenía un enorme antojo, no me di cuenta cuanto tiempo Alice tardo hablando por teléfono, me percate cuando metí las calabazas al horno y comencé a lavar las verduras para complementar el pollo, de pronto Alice apareció, tenía el ceño levemente fruncido y parecía muy enojada.

-¿Qué te pasa? – Pregunte dejando el cuchillo a un lado de la tabla de picar, me miro.

-Necesito que vayamos a la casa de modas... Ya... - Susurro de forma tan tétrica que me erizo la piel.

-¿Por qué? – Pregunte mirándola y olvidando por completo mi apetito.

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Entramos en el estacionamiento y bajamos rápidamente, Alice no me había dicho absolutamente nada más en todo el camino, parecía muy contrariada, tenía sus manos formando puños, sus nudillos estaban blancos por la fuerza que aplicaba, subimos por el ascensor a la primera planta, entramos en la oficina de Esme sin siquiera tocar, allí estaba Jasper recargado en la pared, miraba a dos personas que estaban sentadas mirando hacia él, estaba tenso el ambiente, Alice paso de largo y se sentó en la silla de Esme, la seguí silenciosamente, cuando mire a las personas sentadas allí, no pude ocultar mi sorpresa.

-Bella – Saludo Emmett, sonrió al verme, pareció sorprenderse, creo que mi embarazo ya no era fácil de ocultar, sonreí y salude con un asentimiento, mire a la chica a su lado, sentada, con la cabeza gacha y sus manos apuñadas.

-¿Y bien? – Pregunto Alice mirando a Emmett y pasando la mirada a Rosalie.

-Yo estoy un poco confundido – Dijo Emmett – No sé qué estoy haciendo aquí – Dijo mirando a Rosalie.

-Si Rosalie, yo también estoy confundida, ¿Por qué nos hiciste venir? – Pregunto en un tono sarcástico y lleno de frialdad, Rosalie levanto la cabeza y me miro, sus ojos se llenaron de lágrimas en cuanto me miro, pocas veces había tenido la oportunidad de verla bien o tratarla así de cerca, parecía muy nostálgica.

-Yo... - Susurro mirando a Jasper, este tenía la mirada clavada en la puerta – Yo tengo muchas cosas que decirles – Dijo poniéndose de pie, Emmett y yo teníamos un rostro de confusión que si entráramos a alguna competencia seguro empataríamos – Primero que nada... Emmett... Perdóname – Este se estremeció confundido – Bella... Yo también quiero que me perdones, yo... - Mire a Alice confundida, esta tenía un bolígrafo entre sus dedos y lo removía, había visto a Alice enfurecida, feliz, enamorada, pero esta mirada era tan feroz, tan llena de ira y sobre todo inexpresiva, más bien fría, me helo entera y un escalofrió recorrió mi cuerpo.

-¿Qué está pasando aquí Alice? – Pregunte confundida, colocándome al lado su lado, desvié mi mirada a Jasper.

-Yo te lo diré – Susurro Rosalie, su mirada se centró en mi – Yo... Yo ayude a Kate en New York – Susurró mirándome directo a los ojos, un silencio inundo el despacho, ¿A qué se refería con que ayudo?, mi mente no ataba los cabos, pero poco a poco lo entendí, entendí a qué se refería.

-¿Q-Que... Que estás diciendo? – Pregunte colocando una mano en el escritorio, Emmett se quedó inmóvil mirando mi mano en el escritorio.

-Yo... Yo coloque una droga alucinógena en la bebida de Edward, es por eso que él no logro salir tras Bella... Por eso no pudo recordar nada – Mis piernas me flaquearon, Jasper me sostuvo antes de que tocara el suelo, Alice se puso de pie y entre ambos me lograron sentar, Rosalie estaba angustiada – Yo se... - Se atraganto con sus palabras – Kate me lo pidió pero no sabía lo que pasaría después, dijo que era una broma... Lo prometo, no pensé que ella... - La interrumpí.

-¿¡Por qué no lo dijiste antes!? – Grite golpeando el escritorio con fuerza, haciendo que todos se sobresaltaran, ella me miro aturdida - ¿¡Por qué!? – Grite - ¿Sabes por lo que pasamos? – Dije intentando reprimir la rabia y las lágrimas de impotencia.

-Kate... Kate no me dio opción, me amenazo directamente y... - Alice la interrumpió.

-Y te pago una buena cantidad de dinero, la cual me robo... - Dijo Alice lentamente.

-Yo no le pedi dinero, pero dijo que eso me comprometía a cerrar la boca, me negué por todos los medios... Pero... - Alice ascendió.

-¿Estas bien? – Pregunto Jasper a Emmett, este tenía sus dedos en sus labios y miraba atento, pero estaba perdido en silencio.

-Por favor... Perdónenme – Suplico mirándonos – Emmett... Yo... - Esté evito mirarla, creo que estaba decepcionado, no pude evitar sentir calor recorrer mi cuerpo, todo había sido una maldita farsa, ¡Todo!, yo me había ido por una maldita farsa, Edwad había sufrido por una maldita farsa, habíamos estado separados por algo sin sentido y sobre todo me golpeaba mentalmente... No lo podía creer.