Capítulo 67

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El evento Halloween "Black Moon estaba a la vuelta de la esquina, Alice se había metido de lleno a la construcción de algunas prendas personalmente y yo me encontraba solo monitoreando la publicidad y ayudando a Alice en lo que pudiese necesitar.

-¿En qué te inspiraste para hacer esto? – Dije mirando la falda hecha enteramente de tul y solo una cintilla gruesa en la cintura.

-En México hay una figura muy curiosa "La catrina" se llama. La catrina representa una crítica a muchos mexicanos pobres, que quieren aparentar un estilo de vida europeo que no les corresponde, ya sabes la historia me supongo – Dijo riendo – La conquista que hubo sobre México y como muchos de los mexicanos renunciaron a sus verdaderas creencias por las europeas, tiene una historia muy interesante – Dijo agregando alfileres colocando pliegues de tela en los hombros – Esta, la catrina es asociada con el primero de noviembre el día de muertos en México, esas tradiciones son bellas – Dijo Alice alejándose para ver la blusa, los pliegues colgaban en los hombros hasta el codo – En eso me inspire, siento que le falta algo – Dijo mirándome.

-¿Tienes una foto de las catrinas? – Pregunte curiosa, ella ascendió y revolvió en su escritorio y trajo con ella una fotografía con una extravagante chica vestida de color negro entera, era un bonito vestido, entallado en el torso y amplio en la falda, llevaba un sombrero con grandes plumas y flores, su rostro estaba pintado hasta el cuello, eso era toda la piel que mostraba, sus manos estaban cubiertas por guantes hechos de encaje, mire el traje de Alice – Creo que lo que le falta son guantes y por qué no revuelves estilos, puedes colocar cadenas – Dije tomando un trozo de listón dorado y colocándolo en los pliegues de la tela en los hombros y colocando un alfiler en los tirantes de la blusa, esta miro atentamente la creación y aplaudió.

-Eres una genio – Dijo cubriéndome con un pedazo de tela y abrazándome – Iré por las cadenas – Dijo girando con la tela a su alrededor.

-No, espera voy yo – Dije tomando una carpeta de diseños para la pasarela de Otoño invierno – Iré a llevar esto a Esme y voy por tus cadenas, ¿No se te antoja algo? – Pregunte, ella negó.

-Trae ambos colores, plata y oro – Dijo animada, salí de la oficina de Alice y me encamine al despacho de Esme, de pronto el ascensor abrió sus puertas y una chica rubia salió, llevaba un vestido dorado entallado al cuerpo, su cabello rubio casi blanco le caía por los hombros, arrastraba una maleta color negro, me detuve un poco intrigada.

-¿Esta la señora Cullen? – Pregunto fríamente.

-Buenas tardes – Dije intentando hacer que ella recordara los modales – La señora Cullen se encuentra en su oficina – La chica entro sin dejarme tiempo a reaccionar, entre tras ella, Esme se puso de pie.

-¡Tía! – Grito la chica animadamente ¿Entonces ella era Kate Cullen?, Esme sonrió animada y rodeo el escritorio para abrasarla cariñosamente.

-Me hubieras avisado – Dijo Esme sonriendo.

-No te preocupes tía – Su tono era más cálido que el anterior, la chica me miro – ¿Podrías traerme mi maleta? – Reí – Y un café – Pidió después de un silencio, Esme borro su sonrisa.

-Kate... - Llamo Esme.

-¿Y bien? – Pregunto Kate en mi dirección.

-Bella querida ella es Kate Cullen mi sobrina, Kate... Ella es Isabella Swan mi nuera – Kate dirigió su mirada fría en mi dirección.

-Un placer – Dije extendiendo mi mano en su dirección, esta no despego sus ojos de mí y al cabo de un par de segundos retire mi oferta de paz – Esme vendré más tarde – Dije mostrándole la carpeta rápidamente y salí de allí cerrando la puerta detrás de mí, fui al taller de creación y tome las cadenas que Alice me había pedido y me dirigí rápidamente a la oficina de Alice, esta se encontraba añadiéndole pequeños detalles a aquella extravagante blusa, ella sonrió - ¿Qué tan de buenas estas? – Pregunte con preocupación, ella rio.

-Excelente, ¿Por qué? – Pregunto tomando de mis manos las cadenas y probándolas en el conjunto.

-Entonces... - Dije levantando mis manos.

-Dilo – Dijo mirándome.

-Tu prima ya arribo – Dije optando una postura tranquila, al ver su expresión retrocedí.

Mírame y dime que noDonde viven las historias. Descúbrelo ahora