Capítulo 68

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Los días pasaban bastante rápido, Alice no era la misma, nadie lo era, Edward no venía a la oficina a excepción para traerme y llevarme, Esme intentaba reafirmar a la familia, pero no parecía conseguirlo, yo no había cruzado palabra alguna con Kate, ni siquiera nos habíamos cruzado en la empresa.

-¿Crees poder ayudarme a supervisar la organización del evento? – Pregunto Alice mientras revolvía lentamente la taza de café y miraba el cuadro colgado en la pared de su oficina.

-Por supuesto... - Dije pasando mi mano por sus ojos, ella se sobresaltó y me miro - ¿Qué pasa? – Pregunte preocupada, estaba pálida y ojerosa - ¿No has dormido bien? – Pregunte deslizándome por el sofá para quedar más cerca, ella no respondió solo bebió de su café – Alice... Si estas estresada por los eventos no te preocupes te apoyaremos con to... - Me interrumpió.

-Estoy embarazada – Dijo de pronto, mi boca fue a dar al piso literalmente y sonreí, ella rio al ver mi expresión.

-¿Qué... Como? – Pregunte riendo, Alice dejo la taza de café y camino rápidamente hacia su escritorio.

-Tengo 5 semanas – Dijo extendiéndome un documento de análisis clínicos y una ecografía – Me había estado sintiendo mal desde hace semanas atrás, pero no le había dado importancia, pensé que era estrés y todo eso – Dijo rápidamente, yo solo miraba los análisis y la ecografía – Fui al hospital y me saque unos análisis, cabe destacar, ¡Que nadie lo sabe! – Dijo gritando de la emoción, comencé a reír.

-¡Que emoción! – Dije levantándome de golpe, la tome de las manos y la atraje a mis brazos - ¡Felicidades!, ¡Seré tía! – Dije gritando de la emoción, Alice coloco su mano sobre mi boca.

-Shhhh.... – Dijo callándome - ¡Nadie lo sabe! – Dijo en voz baja.

-¿Por qué? – Dije imitando su tono de voz, ella hizo un mohín con su labio inferior.

-Es que... Quiero que se enteren de manera especial, ya sabes... Y luego... - Su expresión cambio de feliz a triste – Jasper esta extraño últimamente, quizá ya... - La interrumpí.

-Alice – Dije tomándola por los hombros – Jasper te ama y lo sabes, escucha solo él comprende tu excéntrica manera de actuar – Alice soltó a reír, lagrimas salieron de sus ojos – Debes decírselo, pongo mis manos al fuego por ustedes dos – Dije limpiando sus lágrimas, ella se acurruco en mis brazos - ¡Felicidades! – Dije mientras palmeaba su espalda – Allí adentro hay una pequeñina excéntrica o un pequeñín excéntrico – Alice golpeo mi hombro y rio, reímos las dos.

Alice me había prohibido terminantemente decirle algo a Edward o a cualquiera, era más bien una orden con consecuencias severas, después de una charla muy convincente del por qué no debería abrir mi boca, fuimos al salón donde sería el gran evento de Halloween, había un montón de personas arreglando el lugar, ya se encontraba instalada la pasarela, cortinas negras, moradas y anaranjadas dividían el área donde las modelos se prepararían y donde el público estaría, habían estrellas colgando del techo, rosas negras se encontraban amontonadas en recipientes para mantenerlas frescas, Alice se estaba volviendo loca al ver el gran retraso que había, aun no estaban puestos los adornos de cristal y mucho menos las luces, yo solo pude tranquilizarla al recordarle su condición, me dedique a preparar los servicios que se ofrecerían al día siguiente.

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-¿Y esa sonrisa? – Pregunto Edward mientras tomaba un sorbo del vino, yo solo reí.

-Por nada – Dije colocando un bocado de comida en mi boca - ¿Qué tal tu día? – Pregunte intentando desviarlo del tema, entrecerró sus ojos y me miro perspicaz.

-Bien... Mucha papelería y todo muy aburrido, después de ese intento fallido por distraerme, me dirás ¿Porque esa sonrisa tan bella? – Me quede sin nada que decir, tome de la copa de vino intentando ganarme tiempo, pero solo me miraba, me miraba, solté a reír.

-No puedo decírtelo – Dije levantando mis manos a forma de paz, él rio.

-¿No puedes? – Pregunto curioso y acariciando mi mano.

-No... Se lo prometí a Alice... No sé cuándo, no sé dónde, ni como, pero ella lo dirá – Tome mi plato - ¿Terminaste? – Dije señalando su plato, él ascendió dudoso, yo solo me limite a llevar los platos a la cocina.


Mírame y dime que noDonde viven las historias. Descúbrelo ahora