Capítulo 102

666 32 3
                                    


Estaba sentada con un libro entre mis manos, pero no lo estaba leyendo, solo tenía mi mirada fija, mis padres ya se habían ido, no después de llenarme de regaños, de precauciones y muchísimos consejos, pero yo estaba muy enredada en mis pensamientos, Edward tenía más de una hora dormido.

-Mmmmm.... – Me queje.

-¿Te sientes bien? – Pregunto Edward sobresaltándome.

-Pensé que estabas dormido – Dije nerviosa, él sonrió.

-Lo estaba, solo que tuve una pesadilla – Confeso mirando sus manos – Por cierto... ¿En que estabas pensando? – Dijo sentándose en la cama, me acerque a él para ayudarlo a acomodarse.

-En... - Sonrió.

-Si me dices que en nada, me mentirías, ¿No? – Me quede callada, tomo mi mano y comenzó a acariciarla.

-Pensaba en muchas cosas... - Dije acariciando mi vientre, él imito mi acción.

-¿En que precisamente? – Pregunto intranquilo - ¿En nuestros hijos? – Pregunto preocupado – Todo está bien, ¿Cierto? – Sonreí.

-Serás un papá increíble – Dije sonriéndole – Estoy bien, nuestros hijos están bien... Edward... - Me interrumpió.

-Marzo... Marzo... Marzo... - Repitió – Esa es la fecha de nuestra boda, ¿No es así? – Me quede quieta, sin decir nada, él soltó a reír – Lo recordé ayer... Esperaba que me dijeras algo... Que... A pesar de lo que paso entre nosotros... Aun... Tu... Aun tú quisieras casarte conmigo... Bella yo... - Lo interrumpí.

-Lo recuerdas – Susurre, él ascendió.

-No sé si es como lo recuerdo pero... - Sonreí, me senté a su lado.

-No pasó nada entre nosotros, yo fui una estúpida... Una estúpida que no escucho que se cegó, ahora soy yo la que se pregunta, si aún te quieres casar conmigo y no te culparía si me dijeras que no... - Me atrajo a él.

-Estado buscándote por todos lados, solo con la esperanza de que me escucharas... Bella... Yo te comprendo totalmente – Dijo en mi oído – No te culpo por irte, no te culpo por nada, al contrario me lo merezco por ser yo el idiota... No debí confiar en nadie – Me beso la frente - ¿Aun quieres casarte conmigo? – Sonreí.

-Siéndote sincera, jamás pude desear lo contrario y me sentí estúpida por amarte a pesar de todo, pero ahora agradezco a mi terco corazón el haberte retenido allí como mi único y verdadero amor – Sonrió, coloco su mano en mi nuca y me atrajo a él, presiono sus labios contra los míos, sonreímos, profundizamos el beso, cuanto lo extrañaba, no me había dado cuenta de lo mucho que lo había extrañado, sus labios posándose sobre los míos con delicadeza, compartiendo aquellos sentimientos que nos dejaban sin aire, que nos hacían estremecer.

-Te amo futura señora Cullen – Solté a reír.

-Nunca... Cambias – Dije robando de sus labios un pequeño beso.

******************************************

-¿Y bien? – Pregunto Edward a Carlisle, este lo miro y le ignoro, se encontraba revisando la resonancia magnética - ¿Cuándo podre irme? – Sonreí.

-No desesperes – Dijo Carlisle, haciendo que yo riera, pare en cuanto Edward me miro – Bueno, ya no hay rastro de la inflamación en tu cerebro, solo queda la secuela de que no recuerdas muchas cosas... Y veo que poco a poco estas recordando cosas, eso es muy buena señal y mejor señal es que puedes retener la información – Carlisle tomo el expediente de Edward y comenzó a revisarlo – Todo está perfecto, a excepción de tu pierna, que aun debes de reposar – Dijo firmando un par de papeles – Tendrás ese torniquete un poco más – Edward soltó un suspiro.

-Me caso en menos de dos meses papá – Carlisle rio.

-Lo sé – Dijo mirándome – Y todo estará bien – Dijo refiriéndose a mí – Que por cierto Griss quiere verte esta tarde – Dijo Carlisle presionando el botón de emergencias de la habitación de Edward – Escucha bien niño terco e inconsciente, voy a darte de alta porque ya no hay peligro, pero estaré prácticamente sobre ti y si no guardas reposo te casaras el año que entra... - Solté a reír – Lo prometo – Dijo Carlisle con una sonrisa algo siniestra en sus labios.

-A veces creo que eres silenciosamente vengativo padre – Carlisle despeino el cabello de su hijo.

-Bastante – Dijo antes de que entrara la enfermera, dio las órdenes de que retiraran todos los monitores y aparatos que mantenían a Edward vigilado, me dispuse a llamar a Alice y Esme para que trajeran un poco de ropa.

Todos estábamos emocionados, al fin las cosas parecían sonreírnos, Edward ya estaba bien, las cosas se habían aclarado al fin.

-Así que Edward y tú ya hablaron sobre su compromiso – Dijo Alice picando su vientre con delicadeza, ascendí, ella parecía pensar en algo.

-Que te parecería que nos casáramos el mismo día – Dije animada, ella me miro y sonrió ampliamente.

-¿Enserio? – Pregunto con diversión en la voz - ¿Enserio te gustaría la idea? Yo pensé que no por eso no te lo plantee, es que... - La interrumpí.

-Nada me haría más feliz y lo sabes – Ella sonrió – Además sería muy bonito una boda doble, hemos compartido muchas cosas Alice... Tú me has acompañado todo este tiempo y no hay nada que más quisiera que ese día compartirlo también, bueno... Siempre y cuando tú quieras – Dije encogiéndome de hombros, ella sonrió ampliamente.

-¡Por supuesto que sí! De hecho estaba por pedírtelo, pero pensé que tu querías tu día especial y... - Solté a reír

-Sería más especial – Dije interrumpiéndola, se puso de pie y dio un par de saltitos, aquello solo me dejo sorprendida, yo no podría ni siquiera hacer el intento de dar un pequeño, pero pequeñísimo salto.

-Entonces hay quehacer todo perfecto, volveremos a revisar las invitaciones y a volverlas amandar y no se conjugar con las cosas... ¡Que emoción! – Dijo tomando su teléfonoy dejándome allí sentada, riendo.    

Mírame y dime que noDonde viven las historias. Descúbrelo ahora