Mírame y dime que no

Capítulo 54

Edward y yo nos instalamos en una acogedora cabaña, esta contaba solo con lo básico, el aseo, una habitación con una cama matrimonial y una pequeña cocina, mientras que Jasper y Alice en una pequeña extensión de la misma, claramente después de discutir un par de minutos y de decidir maduramente quien se quedaba en donde... Y lo de maduramente me refiero a que Edward tomo una moneda y la lanzo al aire, escogimos cara, y eh aquí nuestra buena suerte.

-¡Chicos una fogata! – Chillo Alice desde la puerta principal de la cabaña, me dispuse a salir detrás de Alice y Edward detrás de mí, Jasper junto a otro hombre, este parecía mayor, su cabello era de un negro azabache y le llegaba a los hombros.

-Buenas noches – Dijo aquel alto hombre mirándonos de arriba abajo.

-Buenas noches – Saludo Edward colocando su brazo en mis hombros.

-Bienvenidos – Agrego este levantando sus brazos señalando aquel precioso lugar – Mi nombre es Billy Black – Edward tomo la mano que Billy le extendió, la extendió hacia mi e imite aquella acción tomando su mano, Alice hizo lo mismo – Si necesitan algo mi cabaña es aquella – Dijo señalando la cabaña más grande de aquel lugar, era de dos plantas y estaba decorada con cientos de flores, no distinguía el color, pero había rosas entre aquellos montones. Aquel hombre se despidió entregándole a Jasper una caja de fósforos, se despedido de un asentimiento y desapareció.

Jasper y Edward comenzaron a encender la fogata, parecían animados charlando y riendo, las ocasiones que Charlie, Rene y yo habíamos salido de campamento nunca había logrado encender una sola fogata, por más sencillo que Charlie me lo colocase, los chicos en un suspiro la encendieron. Nos sentamos alrededor, Edward y yo, Alice y Jasper, asábamos malvaviscos y reíamos por nada. Todo parecía muy normal, tranquilo, compartiendo historias graciosas y chistes irónicos, de pronto Alice se puso de pie bruscamente y comenzó a gritar.

-¡No! – Grito con fuerza y dando saltos por todos lados, todos estábamos allí mirándola dar saltos y sacudiendo sus brazos - ¡Agh!, ¡Suéltate! – Edward soltó a reír, Jasper se acercó a ella.

-Cálmate Alice – Sugirió con calma Jasper.

-¿¡Que me calme!?,¿Eres un novio de marca pirata o qué? ¡Un insecto en mi brazo! – Grito de pronto, coloque mi mano en mi boca ahogando mis risas, Edward no fingía, estaba gozándolo, Jasper rio, Alice entrecerró los ojos mirándolo.

-Déjame que te lo quite – Dijo tomando el brazo de Alice y quitando un gran insecto color negro – Pobre... - Dijo colocándolo en su mano – Está asustado – Edward soltó a reír en carcajadas, solté a reír.

-¿Así?, carcajéate Eddy anda – Edward continuaba riendo mirando directamente a Alice, ella tomo una botella con agua y le dio un sorbo – Ríe – Comenzó a mojarnos con la botella, entonces se hizo el juego, Edward tomo otra botella y comenzó a lanzarla, Jasper y yo fuimos abiertamente incluidos, preciamos niños en el primer día de vacaciones de verano.

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-Alice me dejo pensando – Dije acurrucándome a su lado, me abrazo al punto de sacarme el aire de los pulmones, soltamos a reír.

Ya nos habíamos ido a la cama, después de una larga ducha con botellas de agua y de un sinfín de diversión.

-¿En qué? – Pregunto mientras acariciaba mi mejilla con sus dedos.

-Estuvimos hablando de la boda, tu mama, tu hermana y yo... Y me di cuenta que – Edward rio.

-Te disté cuenta que tienes trabajo por hacer – Solté a reír con ironía, me levanté para verlo.

-Querido... - Dije con ironía – Tenemos – Aclaré, soltó a reír y me atrajo hacia él, me abrazo por la espalda y se adhirió a mi como pegamento.

-¿Sabes que es lo más difícil de hacer? – Me quede extrañada – Mantener a Alice a raya – Me murmuro en el oído, solté a reír - ¿Sabes? – Dijo mientras me atraía más a él – Estoy ansioso que seas mi esposa, compartir contigo todo lo que tengo y lo que podría tener, tener una familia a tu lado. Te amo – Murmuro mientras besaba mi cuello