Capítulo 19

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Me encontraba rodeada por sus brazos, podía sentir el calor que emanaba de su cuerpo aferrado a mí con hazaña, como si de aferrarse a la vida se tratase, era el cielo estar entre sus brazos, abrí mis ojos lentamente, la luz del sol me deslumbró, Edward se removió a mi lado, su torso desnudo acariciaba mi espalda una sensación suave, suspire.

-Edward... - Murmure, él se aferró más a mí – Mi amor – Murmure con voz ronca, intente girarme, pero sus brazos me mantenían en posición – Edward – Insistí y comencé moverme, él suspiro en mi cuello – Despierta – Se removió con más firmeza, al fin, estaba despierto, beso mi hombro.

-Esto es maravilloso – Permitió que me girara, quedamos frente a frente, la timidez me invadió, estaba completamente desnuda, sentí mis mejillas volverse brazas - ¿Qué? – Pregunto preocupado, cerré mis ojos fuertemente.

-Yo... - Dije cortada.

-¿Tu? – Pregunto insistente.

-Bueno... Y-yo, estoy desnuda y tu... - Suspire para controlar mis nervios – También lo estas... Yo... - Soltó a reír a carcajadas, abrí uno de mis ojos, me miraba atento aun riendo como un niño pequeño - ¿Qué? – Pregunte con timidez, el beso mi frente.

-Eres única en tu especie... Única mujer en el mundo que despierta en mí, sentimientos que jamás nadie podrá despertar, Bella... Quiero pedirte que... - Su móvil sonó en un estruendoso ruido confirmando que nuestra burbuja se había reventado, el soltó un largo suspiro, tomo el móvil a regañadientes, lo miro y me miro a mí, respondió sin apartar sus ojos de los míos – Dime... Madre – Me atragante, Edward ascendió – Entiendo sé que es muy tarde, pero todo tiene una buena explicación – Mi boca fue a dar al piso, mire el despertador en la mesita de noche.

-12 de la tarde – Dije en un murmullo sorpresivo, mire a Edward este apretaba sus labios para no reírse, le lance una almohada al rostro.

-No, Bella se fue muy tarde de la oficina anoche y todavía estuvo trabajando fuera de su horario... Espero que no te moleste que le haya dado el día libre – Lo mire atónita, Edward soltó a reír silenciosamente, seguro mi rostro era un buen chiste – La app esta excelente lo prometo creo que también me perderé hoy – Mordió su labio inferior, me puse de pie, enredada en las sabanas, tome mi ropa apresuradamente, entre al baño y cerré la puerta a mi espalda, me recargue en ella, aun lo escuchaba hablar con su madre, pero no comprendía lo que decía, mi cabeza estaba absorta en un acto, en una petición, en un deseo... Me entregue a él, me pidió que me casara con él... Y no había nada en este mundo que deseara que no fuera él, mire al gran espejo que estaba empotrado encima de lavabo, reflejaba a una desaliñada Bella con una sonrisa tonta en los labios, con un brillo desmesurado en los ojos, con otro color en la piel, con un zoológico entero en el vientre, con un millón se sentimientos explotándole el corazón y todos de dicha y muy en el fondo estaba aquel pánico siendo opacado por todos esos sentimientos que le daban vida a mi alma. Suspire, no podía evitarlo estaba demasiado feliz para poder ocultarlo, me había estado conteniendo estos seis meses, no me había percatado de toda la tensión que mi cuerpo había acumulado por estar sin él. A mi mente viajaron los recuerdos de nuestra noche, aquellas traviesas caricias, esos besos apasionados, tiernos, llenos de amor de locura, la entrega, aquella entrega que había estado siendo oprimida, esa noche se había desatado.


Mírame y dime que noDonde viven las historias. Descúbrelo ahora