Capítulo # 68

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PV Christian

Al abrir la puerta del despacho veo que viene caminando Ray, se para, cruza los brazos y me ve muy serio.

-Papá.- Dice Ana en lo que camina hasta donde está, tiene los ojos llenos de lágrimas. Estoy tan encolerizado y ensimismado con todo lo que está ocurriendo que ni siquiera me di cuenta cuando comenzó a llorar.

-¿Annie qué es lo que está pasando?- Le pregunta Ray a su hija preocupado.

-Tengo que de...- La interrumpo.

-Anastasia.- Digo su nombre en forma de advertencia. Fui muy claro con ella cuando le dije que no quiero que nadie se entere. Respira hondo y me voltea a ver desafiante. Oh no, ahora no es momento que me retes.

-No quiero que vaya.- Comienza a hablar muy bajo. -Por favor... papá.- Dice entre sollozos.

-Hija.- Dice Ray en lo que abraza muy fuerte a Anastasia y a mí me fulmina con la mirada. -Por favor dime lo que está ocurriendo porque no entiendo nada.- Paso la mano por el cabello desesperado porque en verdad me duele mucho ver a mi mujer así.

-Yo te lo voy a explicar Ray.- Le digo muy serio. -Hace unos momentos recibimos una llamada "anónima".- Pongo mucho énfasis en la última palabra viendo a Anastasia. -Que nos da una pista para encontrar a Adams.- Ray me ve sorprendido.

-Eso es bueno Annie.- Le dice en lo que la separa un poco para limpiar sus lágrimas. Ana niega con la cabeza.

-No quiero llamar a la policía hasta estar cien por ciento seguro.- Ray quiere hablar pero levanto la mano para que no lo haga. -Debemos de ser muy cautelosos para que ese desgraciado no se escape. Ahora voy a un lugar para investigar.-

-Yo te acompaño.- Dice Ray para mi sorpresa y la de Ana, que casi se le salen los ojos al escuchar a su papá. Pasa la mano sobre la frente desesperada. Veo a Ana con cautela. ¿Vez que no es tan fácil?

-Ray agradezco tu ofrecimiento, entre menos gente vaya es mejor. Prefiero que te quedes en casa viendo por mis hijos, que le hagas compañía y tranquilices a mi mujer que es lo que más me preocupa en estos momentos.-

Por lo furioso que estoy contra Adams no he tenido el menor tacto en mi proceder y al hablar con ella. No puedo permitir que esto le afecte en su salud. Cierro los ojos y respiro un par de veces para tranquilizarme.

-Voy a estar bien.- Le digo mientras la veo a los ojos y utilizó el tono más suave que me sale en estos momentos. Sollosa muy fuerte.

-Hija estoy de acuerdo con tu marido. Estás muy alterada y eso no te hace bien.-

-Ray te la encargo, ella es mi vida.- Le digo viéndolo fijamente.

-¿En verdad?- Pregunta en un susurro. Frunzo el ceño, no entiendo porque pregunta esto si lo único que me interesa es librarla de toda esta porquería, que esté protegida y bien. Oh no, creo que malinterpretaste mis palabras o no supe expresarme bien al tratar de ocultar todo lo que estoy sintiendo y pensando hacer.

-Ven.- Le digo en lo que estiro mi mano para que la tomé. En cuanto lo hace la jalo hacia mí y la abrazo muy fuerte. -Eres un ser maravilloso, una mujer que no vislumbra el mal en las personas.- Respiro hondo. -Quizá hace unos momentos no fui lo suficientemente claro. No desconfío de ti, estoy seguro que fui el primer hombre en tu vida y que he sido el único.- Se separa de mí muy rápido y me ve fijamente. Escuchamos como Ray carraspea.

-Annie voy a estar en la cocina con los niños. Christian si me llegas a necesitar para cualquier cosa por favor no lo dudes ni un instante.-

-Gracias Ray.- Le digo tratando de esbozar una sonrisa, para tranquilizarlo también a él.-

Sombras y LuzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora