Capítulo # 64

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PV Anastasia

Mis hijos y yo estamos esperando la llamada de Christian, algunos aviones comerciales hacen el vuelo directo de Seattle a Taiwán. El jet de la compañía no tiene la capacidad de combustible para hacerlo, deben de hacer una escala en el aeropuerto de Narita en Tokio después de once horas aproximadas de vuelo, para recargar y continuar con su viaje. Quedó de llamarnos en cuanto aterrizara para darles las buenas noches a los niños. Ted ya está desesperado porque no lo ha hecho y me está poninendo más nerviosa, no sé cómo va a reaccionar mi esposo cuando le platique lo que hice en el colegio.

A tan solo unas horas de su partida me dejé llevar por el impulso, no sé si considere que haya violado mi seguridad al no permitir que Sawyer me cubriera, ya que él estableció esta acción como protección y no tengo idea si solo se refería para los medios. Lo peor de todo es que puse a la directora Gilmore en su lugar enfrente de varios profesores. En la camioneta recapacité, debí de haber hablado con ella en su despacho en privado, la hice quedar mal ante las personas con las que trabaja, tengo miedo que como represalia les niegue la reinscripción a mis hijos y Christian ya me platicó el trabajo que le costó conseguir una buena escuela para Ted. Luke me ha repetido varias veces que Emily no lo permitiría, pero la pobre chica ya tiene bastante soportando a la malvada de su tía, además que no sabemos qué plan macabro pueda idear para que esto suceda.

Comienza a sonar mi celular que tenemos puesto sobre el mesón de la cocina para poder hablar y escuchar los tres al mismo tiempo.

-Es papá.- Dice Ted en cuanto ve la pantalla y contesta inmediatamente. -¿Papá por qué tardaste tanto en llamar?- Le pregunta muy serio. Christian dice que nuestro hijo se parece mucho a mí en su forma de ser, pero yo veo más cosas de él en nuestro pequeño.

-Hola campeón, el vuelo se demoró porque había mucha turbulencia.- Siento que el estómago se me revuelve con tan solo escuchar lo que acaba de decir. Mi hija frunce el ceño. Ella no sabe lo que es, le hago señas con la mano para decirle que después le explico. -Stephan tuvo que desviar un poco el curso para evitarla.- Ted suspira. Nunca lo dijo, pero estaba preocupado por su padre.

-Hola papi ¿Ya vas a venir?- Le pregunta nuestra niña. Toda la tarde ha estado muy triste, no quería que su papá se fuera. Cuando se despidieron se abrazaba muy fuerte a él y lloró mucho antes de entrar al colegio. Se escucha como Christian suspira.

-Hola princesa aún no he llegado a Taiwán y faltan varios días para que regrese.- Phoebe tuerce la boca.

-Es que te extraño mucho.- La voz de nuestra hija se escucha quebrada.

-Lo sé, yo también los extraño a los tres. Mañana les marco por video conferencia para que nos podamos ver, ahora es muy tarde para ustedes, ya deberían estar en la cama.- Nuestros pequeños suspiran. -Vayan a descansar, cuídense y pórtense bien. Les mando muchos besos y recuerden que los amo.-

-Yo también te amo.- Dice nuestra hija.

-Papá tu también cuídate mucho, te amo.- Le dice Ted. Nuestros hijos le mandan muchos besos tronados en señal de despedida.

-¿Nena?- Pregunta Christian.

-Hola.- Le digo cuando quito el alta voz. Quedamos que en cuanto hablaran con su papá se irían a dormir. -Christian tengo algo que contarte.- Me apresuro a decirle. Le platico detalladamente todo lo que pasó en el colegio, cuando termino mi relato me dice con mucho orgullo.

-Esa es mi chica.- Hasta podría apostar que en su rostro hay una sonrisa.

Enero 16 de 2020

Los días han transcurrido muy tranquilos. Todos extrañamos a Christian, cuando nos llama es como si nos diera un respiro, la cara de nuestros niños se ilumina en cuanto lo ven y por supuesto la mía cuando escucho su voz.

Sombras y LuzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora