Capítulo # 75

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PV Anastasia

En lo que nos vestimos no faltan las miradas y sonrisas de complicidad. Estuvimos un mes en abstinencia, porque Christian siguió al pie de la letra todas las indicaciones de los doctores, sin importarle que todo dependía de cómo me sintiera y cuando al fin hicimos el amor me trataba como si fuera de cristal. En esta ocasión me dejó tomar el control al último y le demostré lo bien que me siento.

-Señora Grey ya que se encuentra en perfectas condiciones, mañana vamos a hacer algo que tengo planeado desde hace tiempo.- Sonríe de lado. -No me pregunte de qué se trata porque no se lo voy a decir.- Se acerca a mí y me da un beso fugaz. Para después agacharse y recoger su camisa.

Me va a llevar al cuarto de juegos. No puedo evitar emocionarme y sonreír. Se me queda viendo con los ojos entrecerrados.

-No es lo que estás pensando.- Me dice muy serio. Siento una punzada de decepción. Voy a hablar pero se adelanta. -Aún es muy pronto y en esta ocasión hagas o digas lo que sea, no voy a ceder. Además lo que tengo planeado es algo que incluye a nuestros hijos.- Las mejillas me arden por la vergüenza. Christian pensando en algo familiar y yo en otra cosa. Niega con la cabeza riendo.

-¿Tienes trabajo para hacer en casa?- Le pregunto para salir de esta situación bochornosa en lo que cierro los botones de mi blusa.

-No. Dejé todo arreglado en Grey House.-

-Los niños están en casa de los Taylor. ¿Podrías ir por ellos en veinte minutos? Le pedí a la señorita Alexander que lo haga, pero como es viernes...-

-Ted insiste en quedarse más tiempo.- Christian se anticipa a lo que voy a decir.

-Así es y en presionarla para que coma.-

-Eso está bien.- Me dice serio. Quiero rodar los ojos pero me contengo.

-Gail come lo suficiente y necesario.- No deseo seguir hablando sobre la comida, sé que es un tema bastante complicado con mi marido.

-¿Sabes algo de Edward Cooper?- Cambio el tema abruptamente. Christian frunce el ceño y deja de meterse la camisa en el pantalón.

-¿Por qué me preguntas por él?-

-Para entrar a Grey Publishing se hizo pasar por escritor y entregó un manuscrito. Según Patrick el editor que lo atendió, es bastante bueno y está interesado en publicarlo. Ha tratado de comunicarse con él, no sé si aún está en Seattle o se fue del país como dijo. Ni siquiera estoy segura si el escrito le pertenece, está firmado bajo el seudónimo de Alice Pricenton.- Levanta una ceja.

-¿Sobre qué trata?-

-No estoy muy familiarizada con este, lo que me comentó es que la protagonista está comprometida con un hombre sumamente extraño, el hermano de éste interfiere en su relación, la engaña y la hace ver cosas que no son ciertas orillándola a romper el compromiso. Ella narra su historia porque se encuentra en una situación muy peligrosa y lo hace como si tuviera dos vidas o una vida paralela, las cuales te van envolviendo y no sabes cuál es la real. Es todo lo que sé.- Me encojo de hombros.

-Él es el autor.- Dice seguro. -Está en Japón, te puedo dar un correo electrónico para que te pongas en contacto con él.- Niego con la cabeza y hago un mohín. Sabía que iba a ser muy difícil alejarte de ese chico. -No es por lo que te imaginas.- Se apresura a decir. -Hoy me envió un correo para explicarme el motivo por el cuál tenían las cámaras en El Infierno.-

Veo mi reloj.

-Ya es tarde, hablamos después.- Me toma de la cintura y me acerca a él.

-Cuídate.- Asiento.

Sombras y LuzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora