Capítulo # 21

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Nueva York Mayo 2019

PV Scott

Me encuentro en el despacho de Tessa Hicks la psiquiatra de Samantha, el bufete de abogados la asignó para entregar los cheques a las personas afectadas, obviamente después de su valoración.  Estoy esperando a que salga del baño en lo que me arreglo la ropa después de habérmela cogido como a ella le gusta. No es que a mí me agrade como mujer, al contrario me parece una vieja decrépita pero he tenido que hacerlo para que todos estos años entregue el reporte en donde se especifique que Samantha aún se encuentra muy afectada y tiene secuelas por el accidente del metro, además de las recetas médicas con las que compro los medicamentos para su dolor de cabeza, mareos y ahora vómitos. De esa manera hemos podido seguir disfrutando de la jugosa cantidad de la que es beneficiaria, bueno sobre todo yo. Hasta la fecha no sé quién es el hombre que aporta ese dinero, lo único que pude investigar es que se trata de un multimillonario, al cual le ha de sobrar el dinero para hacer estas obras benéficas y así poder regodearse con la gente que lo rodea.

-Querido no sabes cómo disfruto del sexo contigo, se que está mal lo que hacemos, corro el riesgo de perder mi licencia, pero me gustas mucho, no he podido resistirme a tus encantos y tu forma de seducirme todos estos años.- Me dice Tessa en lo que sale del baño y se sienta en el sillón frente a su escritorio.

¿Seducirte yo? Si tú fuiste la que se me tiró encima como una loba cuando nos quedamos solos en la segunda y última sesión que tuvo Samantha. -No tienes una idea de cómo lo disfruto yo también.- Sobre todo el cheque que recibo después. Le sonrío ampliamente. -Tessa ¿Ya tienes listo el cheque? Es que tengo un poco de prisa.-

-No Scott, no me enviaron el cheque de Samantha. Ya te lo había dicho, si no entregaban los estudios médicos que avalaran todo lo que yo ponía en mis reportes, la indemnización no sería entregada.-

-Me lo hubieras dicho antes.- Le digo molesto cuando me paro de la silla.

-¿Antes de qué cariño?, no entiendo.-

-ANTES DE QUE TE COGIERA VIEJA ZORRA.- Sus ojos se abren por la sorpresa cuando le grito esto. -Sabías perfectamente que yo venía únicamente por el cheque.-

-Pero Scott tu me acabas de decir.- La interrumpo.

-En verdad Tessa mírate, yo solo te decía y hacia lo que tú querías para tenerte contenta, que hicieras los reportes y me dieras las recetas médicas. Lo único que me interesaba era el dinero. No entiendo como una mujer "tan inteligente".- Esto lo digo con todo el sarcasmo del mundo. -No se diera cuenta.- Salgo de la oficina furioso, azotando la puerta.

Subido en el automóvil desquito todo mi coraje contra el volante. -Maldita Samantha, eres una estúpida, te dije que había que hacer esos estudios, pero tú con tu estúpido pretexto que le tienes terror a los hospitales, no quisiste, ahora no me sirves para nada. Eres un maldito monstruo enfermo.-

Me dirijo a mi negocio de autopartes, esperanzado que en la noche los chicos hayan conseguido un buen botín, últimamente el robo de autos se ha vuelto cada vez más difícil con la seguridad y los rastreadores que tienen los vehículos. Este negocio lo monté con mi amigo Alan que es casi como mi hermano, desde pequeños hemos sido amantes de lo ajeno, primero éramos carteristas y robábamos las bolsas con comida para poder alimentarnos. Con el paso de los años nos fuimos especializando yo en el robo de autopartes y automóviles y él se interesó más en la falsificación de documentos y el cambio del número de serie de los autos o lo que fuera robado. Trabajábamos para unos hombres que nos pagaban una miseria en comparación de lo que les hacíamos ganar. Así que con el dinero de Samantha decidimos montar un negocio de refacciones y autopartes como cortina de humo, nuestro fuerte es la venta de automóviles y camionetas robadas. Hemos ganado mucho dinero y con él me he dado la vida que merezco, la vida de un rey. Tengo todas las mujeres, el alcohol y las drogas que quiera, además me encantan las apuestas, en los juegos de cartas no tengo tanta suerte, pero no me importa hasta ahora había contado con el dinero de Samantha y un negocio productivo.

Sombras y LuzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora