Capítulo # 72

4K 232 82
                                    

! Contenido considerado violento.

PV Christian

Su aspecto físico es deplorable. Se balancea un poco de lo borracho y drogado que está.

-No traes a tus perros guardianes.- Veo de reojo hacia la camioneta, Biermann no está allí. -Aunque no dudo que nos están viendo, por eso diste conmigo, corrección porque así lo quise yo.- Arrastra las palabras al hablar. -Pude haber seguido jugando al gato y al ratón o simplente esfumarme con tus diez millones de dólares. Pero tenía curiosidad y ganas de conocer al imbécil que me mantuvo estos cinco años y que me va a dar la vida de rey que merezco.- Respiro hondo y saco el aire repetidas veces para controlarme.

-Eres valiente, no porque hayas venido, sino por atreverte a estar con una mujer como esa y encima de todo derrochar tu dinero en ella.-

-Porque lo vale.- Me apresuro a decir. -Anastasia es una mujer excepcional, inteligente, valiente, audaz, tenaz, capaz de enfrentarse y vencer los retos más difíciles, que lucha por salir adelante sin valerse de nadie, un ser humano que da todo de sí, no solo es hermosa por dentro, sino también por fuera.- Suelta una carcajada.

-Querrás decir antes del accidente, porque debo reconocer que la ratita insignificante que se subió al metro, si era guapa. Pero ahora no lo es y todas esas cualidades que mencionaste no las tiene.-

-Eso es lo que tú piensas y le hiciste creer. Te aprovechaste de su amnesia y enfermedades para vivir como un parásito de ella. Me pregunté muchas veces por qué no investigaste quién era Anastasia en realidad y no fue solo porque ella te mantenía, sino porque tenías una vida cómoda y arreglada, una compañera decente, que no iba a huir con el primer hombre que le ofreciera más dinero, así como hizo tu madre.- Me ve sorprendido. -Que aguantó muchas de tus mierdas por proteger a su hija, cosa que jamás hicieron por ti. Porque aunque fuera a base de amenazas permanecía a tu lado, no tenías que comprarle cosas lujosas o pagarle como lo haces con las prostitutas que sueles andar, es lo más parecido que has tenido y vas a tener a una familia. Lo único que te duele es no haberla tenido como mujer.- Esboza una sonrisa.

-En eso te equivocas.- Respiro hondo para no abalanzarme sobre él. -Ella me produce mucho asco, jamás la toqué ni la desee, ni siquiera estando perdido de borracho o drogado.- Levanto la mano para deje de hablar.

Gracias Dios porque no permitiste que Anastasia pasara por un abuso sexual.

Tantos años de terapias con psicólogos y psiquiatras me sirvieron en estos momentos para saber la verdad.

-Ya escuché suficiente.- Me ve sorprendido.

-¿Crees que con lo que te acabo de decir me tienes atrapado? No Grey, tengo muchas fotografías que demuestran lo contrario y no me importaría jurar que lo que digo es verdad. La reputación de tu mujercita santa va a quedar por los suelos y la tuya también. Es más, dentro de unas horas ya verás de lo que soy capaz.-

Se queda callado cuando llega el taxi donde viene Edward, espera a que se baje y se acerque a nosotros.

-Llegas tarde. Dame el dinero.- Le dice al chico como si aún tuviera el control de la situación.

-No.- Dice Edward tajante.

-Te sientes muy seguro porque crees que Grey te va a respaldar, pero ambos están perdidos conmigo. ¿Se te olvida que ya quitaron la recompensa y las denuncias en mi contra? Soy libre.-

-Ya me cansé de tus amenazas y jueguitos.- Le digo furioso. -Jamás se retiraron las denuncias. No tienes nada en contra de nosotros, los sobres que tenían Jennifer y Britney ya están en nuestro poder.- Esboza una sonrisa.

Sombras y LuzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora