Sombras y Luz

Capítulo # 65

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Este capítulo pensé publicarlo en privado, pero por respeto a l@s lector@s de mi historia que han preferido mantenerse en el anonimato no lo hice.

Contiene escenas muy explicitas de una sesión de BDMS. No tiene información necesaria para entender la historia, así que lo dejo a su criterio leerlo o no.

PV Anastasia

Nos subimos al elevador, siento como una corriente eléctrica pasa por todo mi cuerpo. La mirada de Christian está fija en mí, sus hermosos y penetrantes ojos grises están obscurecidos por el deseo, sin embargo noto un poco de molestia en su rostro.

-Me negaste lo que me pertenece Anastasia.- Me dice muy serio. -Sabes lo que esto provoca en mí.- Lo sé, pero también sé lo que provoca esto. Muerdo mi labio inferior. Gruñe, me pega a la pared del ascensor y se apodera de mi boca. Acariciamos nuestros cuerpos con desesperación y deseo. Comienza a subir mi abrigo pero se detiene y deja de besarme. -Esta noche te voy a volver loca de placer.- Me susurra al oído.

El elevador anuncia su llegada, al abrirse las puertas me toma de la mano y sale con paso firme, conforme vamos caminando un sin fin de imágenes pasan por mi mente de tantas cosas que vivimos en este lugar.

-Dame tu abrigo.- Me sorprendo cuando escucho la voz de Christian al sacarme de mis recuerdos.

-No.- Me apresuro a decirle. Mi idea no es quedarme en braguitas en medio del Escala.

-¿Quieres vino? Puse a enfriar una botella. Te noto sedienta.- Me dice sonriendo. En verdad este hombre está jugando, sabe muy bien lo que quiero.

-Primero quiero ir arriba.- Le digo seria.

-Tan impaciente como siempre señora Grey.- Sonríe. -Vamos.- Me toma la mano para subir las escaleras. Se detiene enfrente de la puerta del cuarto de juegos, del bolsillo de su pantalón saca la llave que aún tiene el llavero de Seattle que le regalé y la mete en el cerrojo. -¿Lista?- Me pregunta esbozando una sonrisa. Mi corazón está a punto de salirse de mi pecho, ya no agunto más.

-Abre la maldita puerta de una vez Christian.- Se ríe negando con la cabeza. Mi actitud y sentir es exactamente el mismo que la primera vez que entré a este lugar, tengo mucha curiosidad y dudas que aclarar.

Al abrirla llega a mi nariz ese olor tan peculiar a piel, madera, cera y limón que muchas veces percibí en esos cinco años y no sabía de dónde o por qué.

Christian enciende las luces y se hace a un lado para permitirme el paso, camino muy despacio por todo el cuarto, admirando cada objeto, detalle y rincón; aclarando muchas imágenes que hace tiempo me parecían parte de mi imaginación o sueños y que ahora sé que son una realidad. ¿Si me hubiera enseñado antes o esa noche que estuvimos en el Escala el cuarto de juegos qué hubiera pasado? Sacudo la cabeza para quitar esa idea de mi mente, se perfectamente que el hubiera no existe y Flynn me ha dicho que pensar así, es una forma en la que las personas frenan sus progresos.

Todo está exactamente igual a la última vez que estuve aquí. Paso los dedos por la cama y la mesa de madera, siento como un escalofrío recorre todo mi cuerpo. Sentimientos como deseo, pasión y expectación me invaden a causa de este lugar. No me cabe la menor duda que este cuarto fue muy importante para mí y dejó una huella muy profunda desde el primer día que lo vi.

-Un dolar por tus pensamientos.- Me dice.

-Señor Grey, los pensamientos que tengo ahora valen millones.- Le digo esbozando una sonrisa.

-¿Quieres quedarte?- Me pregunta dudoso. Por supuesto que lo quiero, hace unos momentos me dijo que me iba a volver loca de placer y ahora otra vez tiene miedo. Quizá la actitud tan desconcertada que tengo es lo que lo hace dudar. Debo de mostrarme segura y decidida.