Capítulo # 1

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Hola, gracias por leer esta historia!

Nota antes de que comiencen. Voy a utilizar la letra cursiva durante el desarrollo de la historia cuando se trate de un pensamiento no expresado, por parte de algún personaje. Para no tener que estar especificando continuamente que se trata de esta acción. En caso que esto les cause confusión en la lectura por favor háganmelo saber.

Mayo de 2014

PV Anastasia

—¡Estoy muerta!

Me tumbo en el sillón con mi mano en la frente. Hoy a sido un día realmente agotador. Mi pequeño Ted cumplió dos años, para celebrarlo le organizamos una fiesta familiar, solamente vinieron los Grey, mi papá y José. Mi mamá no pudo venir porque Bob se enfermó y además anda como loca montando un nuevo negocio, la verdad no se dé qué es, pero es una de esas nuevas ideas que se le ha metido en la cabeza y quiere asegurarse de que todo funcione bien para poder venirse unas semanas a Seattle ahora que nazca mi blip 2.

Con mi embarazo de casi seis meses la verdad es que me canso muy rápido, los pies se me hinchan demasiado y mi pequeña Phoebe no para de moverse, pero no puedo quejarme, soy muy feliz. Sé que la bebe que está creciendo en mi vientre está sana y fuerte.

Realmente me siento muy afortunada, tengo una familia maravillosa, un hijo hermoso, saludable, cariñoso, inteligente, alegre, risueño, curioso, muy activo ¡no para ni un segundo!, tan guapo como su padre. Soy una madre a la que no le cabe el amor y el orgullo por su hijo en el pecho. Mi marido es el mejor del mundo, o por lo pronto para mí. Un buen padre, con un gran corazón, inteligente, trabajador, siempre preocupado por el bienestar de los demás, apoyándome a cumplir mis sueños, detallista, amoroso, guapo, sexy, apasionado, sobreprotector, sigue siendo un obseso del control, pero así es Christian Grey y así me enamoré de él.

En cuanto a mi desarrollo profesional estoy más que satisfecha, orgullosa, feliz y entusiasmada. Soy la dueña y Directora General de Grey Publishing, he aprendido mucho acerca del desarrollo, trabajo y manejo de las editoriales. El negocio va excelente, la venta de los libros, tanto en su presentación tradicional como electrónica, ha ido aumentando en estos dos últimos años gracias a que tenemos y vamos en busca de escritores con mucho talento, al apoyo que tengo de un gran equipo de trabajo y sobre todo de mi marido. De hecho, estamos trabajando en marchas forzadas porque la editorial se va a expandir abriendo una sucursal en Nueva York.

He podido combinar mi vida familiar y laboral con éxito. Bueno no voy a mentir, he tenido que poner en práctica algunas artimañas que he aprendido para poder convencer a mi marido.

Que por cierto, últimamente ha sido un poquito difícil, porque Christian el señor-yo-lo-controlo-todo ya no quiere que vaya a la editorial todo el día para que me cuide y descanse. Yo le agradezco que se preocupe por nuestra hija y por mí. Pero no puedo hacer eso por ahora, de hecho debo de realizar un viaje a Nueva York en estos días. Tengo que aprovechar que la doctora Greene todavía me permite viajar, ya que me dijo, que a partir del mes que entra ni lo sueñe. Estoy segura que el viaje provocará una discusión larga e intensa con mi marido. Suspiro fuertemente.

—¡Ni lo pienses, ni lo digas de broma Anastasia! —me dice Christian con el mismo tono de voz que utiliza con Ted cuando lo regaña.

Jesús, que susto me ha dado. ¿A caso nuevamente adivina lo que estoy pensando cómo acostumbra?

—¡Christian me asustaste!

—Perdón Ana, no era mi intención asustarte —Se sienta junto a mí y me abraza fuertemente—. No quiero que vuelvas a utilizar esa frase de estoy muerta. La escuché claramente cuando iba entrando al cuarto de Ted para acostarlo, sentí que me daba un vuelco el corazón.

—Es solamente una frase como tu bien lo dijiste. —Cuando iba a poner los ojos en blanco como acostumbro, me contuve, porque en ese momento pude ver en esos ojos grises que me fascinan un mar de tristeza.

Oh Christian. Tengo delante de mí a mi niño perdido e indefenso.

Ahora soy yo la que lo abraza fuertemente y pego mi cara contra su pecho para darle la tranquilidad que necesita en este momento.

Entierra su nariz en mi pelo y aspira fuerte. Sé que esta acción le da paz y no puedo contener una sonrisa de satisfacción cada vez que lo hace.

—¿Sabes que esa frase y rodar los ojos son de muy mal gusto Ana? —me pregunta al oído con un tono de voz ronco y seductor.

Cambio de ánimo.

—Pero si no rodé los ojos —le contesto con tono de niña inocente.

Me despega de su pecho y me dice mirándome a los ojos. —Te conozco muy bien nena, y se perfectamente que lo ibas a hacer. —Nos vemos fijamente, gris contra azul, y allí está ese brillo en sus ojos que me hipnotiza. Suspira y sus labios forman esa sonrisa que hace que mi cuerpo se estremezca y mis bragas se mojen—. ¿Qué te parece si nos damos un baño en la tina?

Cambio de ánimo, cambio de planes y yo que quería acostarme a dormir en este mismo instante... Pero esta es la mejor propuesta que he recibido en el día.

Bueno aquí les dejo el primer capítulo. ¡Espero les guste!

Hasta el próximo.....

Gloria

Sombras y LuzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora