IV

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Delicious, la entusiasta admiradora de tetas, también asistió, porque jugaba a Spades con Jae.
Delicious podía haber sido gemela de mi antigua amiga Candace. Esto puede resultar sorprendente,
ya que Candace es blanca, de Carolina del Norte, graduada en Darmouth y relaciones públicas
experta en alta tecnología de la Costa Oeste, con un hijo y payasa entusiasta, mientras que Delicious
era negra y originaria de D.C., con barba crecida, un montón de tatus y unas uñas extraordinariamente largas que trabajaba como lavaplatos de la cárcel mientras afinaba su excelente voz y sus rápidas agudezas. Pero tenían el pelo similar, una estatura similar, una nariz chata idéntica y la misma forma de ver las cosas, apacible pero con un toque algo disparatado. Me ponía la piel de gallina. Delicious cantaba todo el tiempo. Sin parar. Todo el rato. En lugar de hablar, cantaba. En cuanto llegué al dormitorio B, me preguntó:
—¿Tienes algún libro de gangsta rap?
Le hablé de mi amiga Candace, que estaba fuera, y le dije que eran como gemelas, y Delicious me miró como si yo fuese la persona más rara que había conocido en su vida.
Boo había preparado un juego. Había inventado una rima que era una adivinanza sobre cada invitada, y el juego consistía en intentar identificar al sujeto de la rima. Era una novedad irresistible, y pronto nos reíamos todas unas de otras, aunque Boo se había contenido y había procurado no ser demasiado mala con nadie.

Entre A y C
la encontraré.
Si la ves llegar
piensas en el mar.

Cuando Boo leyó esa rima, tuve que morderme los labios para ocultar mi sonrisa mientras miraba
rápidamente a mi alrededor. Las demás parecían confusas casi todas, pero unas pocas sonreían,
complacidas consigo mismas por haberlo cogido en seguida.
—¿Quién es? —preguntó Boo. Un montón de encogimientos de hombros, que le fastidiaron.
—¡Es Piper! —gritaron Sheena y Amy al unísono, triunfantes.
—No lo cojo… —Trina hizo una mueca a su novia—. No lo entiendo.
Boo estaba exasperada.
—«Entre A y C» quiere decir que vive en el dormitorio B. «Y cuando la ves llegar piensas en el
mar», es por su tatuaje. ¿Lo coges? ¿No lo ves, el mar? ¡El pez!
—¡Ah, sí! —sonrió Lili Cabrales—. ¡Mi delfín!

Orange is the new black (libro)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora