12.- La confesión de Harry Potter

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Sin dejar que su profesor dijera más se escabullo para poder averiguar el por que del comportamiento de Snape, completamente ciego no estaba y el parecía muy interesado en la pared, ¿Por qué? Esa era su duda.

Harry sentía el trazo, aquello le era familiar, después de unos segundos siguiendo el surco de la pared podía sentir, dibujado en la pared la forma de un corazón, paseaba sus dedos intentando recordar por que aquello no le era tan ajeno.

¡No podía ser! Acaso estaba en aquella cueva, la misma donde seguramente había concebido a su bebe, Harry se quedó paralizado, sentía que sus manos temblaba, simplemente no podía ser posible.

–¿Potter? –Pregunto Snape al notar que el chico se comportaba de manera extraña, unas gotas de sudor rodaron por su frente.

Se encontraba de nuevo en esa cueva y con Severus, el destino vaya que era cruel, solo lo hacía sufrir haciendo que volvieran aquellos recuerdos golpeándolo violentamente, probablemente el destino no estaba enterado que era un manojo de hormonas y era más susceptible en su estado, aquello era demasiado intenso, el piso pareció moverse, sentía que su cabeza daba vueltas, de pronto hacia demasiado calor, su estómago estaba revuelto a pesar de que estaba vació, cerró los ojos intentando calmar un poco los síntomas, aquello disto de ayudar puesto que perdió el equilibrio no quedándole mas alternativa que la de sujetarse de la pared, Snape solo estaba expectante, el moreno parecía desfallecer por lo que lo sujeto, el chico estaba ardiendo en fiebre, no requería de ningún aparato que se lo dijera.

–Severus...

El pocionista lentamente hizo que se recostara, necesitaba bajarle la temperatura iría por agua, intento ponerse de pie para retirarse pero la mano de Harry lo detuvo.

–No nos dejes –Suplico el menor.

Severus se le quedo observando, era oficial, el chico estaba delirando por la fiebre más le valía apresurarse –Vuelvo en un segundo necesito bajarle la fiebre.

El mayor salió de la cueva, Harry puso sus manos en su abdomen –No te preocupes bebe, tu papi volverá muy pronto –Cerro los ojos con fuerza, aunque recostado había algo de mejoría no era lo suficiente, se sentía fatal.

Snape regreso con la varita en mano guiaba unas burbujas llenas con agua de mar las coloco sobre Harry, una en la frente, otra en su abdomen y otras mas en brazos y piernas

–Regresaste... –Dijo débilmente el Gryffindor mientras la burbuja resbalaba de su frente.

Snape la tomo intentando regresarla –Le dije que volvería enseguida, trate de permanecer tranquilo.

–Lo siento, todo, todo es mi culpa –Movía su cabeza de un lado a otro permaneciendo con los ojos cerrados, la burbuja de nuevo fue a dar al suelo.

–Quédese quieto ¡Por Morgana! No pasa nada...

–¡NO! –Interrumpió el ojiverde, Snape se quedó perplejo.

–No quería hacerlo, soy el único culpable –Potter parecía no querer escuchar.

Snape levanto una ceja ¿De qué demonios hablaba Potter? –¿Culpable de qué? –Severus no tenía intenciones de quedarse con la duda.

–No tenía otra opción y por eso sufriste mucho –Harry jadeo, la fiebre seguía sin bajar.

Severus se quedó callado, el chico deliraba, pero pudiese ser que entre sus locuras saliera a la luz la verdad, tal vez era un buen momento para interrogar al muchacho.

–¿Harry que fue lo que hiciste? –Esperaba que si lo llamaba por su nombre continuaría con su delirio.

–Te abandone, no quería, no quería, créeme no quería –Soltó el menor con pesar.

–¿Por qué me abandonaste? –Se apresuro a preguntar el pocionista.

–Debía regresar, lo nuestro estaba prohibido –Potter detuvo su habla.

–¿Prohibido por qué? Lo nuestro era verdadero amor –Severus estaba a punto de saber toda la verdad.

–Por favor no te desquites con él, cúlpame solo a mí, lo siento amor...

El chico dejo de hablar –¿Con quién? –Severus lo movió un poco –¿Con quién? ¡Potter! –Snape intento moverlo para hacerlo reaccionar.

No tenía caso, el chico había sucumbido, puso de nuevo la burbuja en su frente, pobre chico, después de todo lo que se enteró en el parque, estaba deseoso de saber más detalles ¿Por qué estaría prohibido el amor de Potter? y ¿Quién sería esa tercera persona a la que se refería? Sin duda el ojiverde la estaba pasando muy mal, miro al menor, este estaba durmiendo, paso su mano acariciando su mejilla ¿Por qué tenía que ser tan parecido a Henry?

Regreso a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora