Regreso a ti

34.- Mi novia se llama Amia

¿Cómo se había metido en un aprieto como ese?

¿Acaso Voldemort no había sido suficiente caos para toda una vida?

No sabía como reaccionar, no era como si fuera a tomar clases de oclumancia, solo era una reunión para algo que aún no tenía mucho sentido para él, después de todo Dumbledore le había comentado que ni siquiera requería que estuviera despierto, dormiría mientras Snape hacia quien sabe que cosas, como si el hecho de ser odiado no fuera suficiente como para desconfiar, aunque pensándolo bien, Severus había probado ser de confianza salvándole la vida en más de una ocasión, eso era aún más molesto, se relajó un poco, al menos si estaba con Draco podía en cierta forma garantizar su seguridad ¿Cierto?

La sensación de un cuerpo golpeando contra el suyo, una sensación extraña apareció fugándose al separase del calor que emanaba, dando paso a una especie de vació, miro extrañado, la altiva figura se erguía frente a él, esa persona no era otra más que el profesor Snape.

Su mente se puso en blanco, pero no era pánico lo que sentía, su lengua se había trabado, no podía dejar que Draco se encargara de todo.

–Lo siento –Solo eso había atinado a decir, se tambaleo solo un poco, no era como si fuese a caer al suelo y sin embargo...

¿Por qué de pronto estaba siendo sujetado por su profesor?

Por que el toque de las serpientes no le parecían repulsivo, al contrario era reconfortante ¿Agradable? El sonrojo era inevitable, intento disculparse de nuevo torpemente, la voz de Draco salió al rescate ¿Qué estaba pasando? Se sentía tenso el ambiente entre Draco y Snape ¿Desde cuándo no se llevaban? Ese pedazo perdido de su vida llevaba demasiado consigo, tanto que se sentía estúpido

¿Qué demonios estaba pasando?

Primero él emparejado con un Slytherin, en segundo lugar Snape bajando puntos a su propia casa y en tercer lugar peleando con Draco.

¿Estaba acaso en la dimensión desconocida? ¿Qué clase de suceso pudo aconteces para que su vida cambiara de manera tan radical? Necesitaba respuestas antes de que su cerebro estallara.

–Profesor...

Aunque no tenía una pregunta formulada en la mente, al menos no una que se atreviera a decir en voz alta debía llamar su atención, el ambiente estaba demasiado pesado, pero todo fue inútil, no pudo decir una palabras mas, su muñeca atrapada por la firme mano de Snape.

Ahora estaba siendo arrastrado ¿Posesivamente? ¿Por Snape? Sospechaba que estaría bajo una tremenda confusión en los próximos días, tal vez lo mejor sería dejarse llevar y averiguar poco a poco, dejar de asombrarse por lo que estuviese pasando a su alrededor, si Dumbledore y sus amigos no se oponían entonces podía confiar en lo que estaba pasando ¿Cierto? De ellos no podía desconfiar.

El agarre de Snape lo estaba lastimando –¿Profesor? –No había respuesta por este, el agarre no aminoraba pero tampoco aumentaba, basta de tonterías pensó, de un fuerte tirón jalo su mano y se liberó, acuno su mano en su pecho –Puedo seguirlo sin ningún problema por mi mismo –Desato una mirada desafiante a su oscuro profesor.

Snape solo se limitó a mirarlo, bufo y reanudo la marcha a toda prisa.

Harry prácticamente tenía que trotar para poder seguir su ritmo, de pronto ¿Por qué estaba tan molesto?

Se detuvo de repente, el oji verde tuvo que hacer un esfuerzo para no chocar con el otro, miro en todas direcciones observo detenidamente la pared, parecía estudiarla, Snape se quedó observando su comportamiento, Harry puso su mano sobre la pared, el conocía ese lugar o al menos esa impresión tenía, de pronto se le había olvidado que tenía compañía, Snape se apartó para dejar al muchacho hacer lo que fuera que estaba haciendo.

Harry se detuvo, frunció el entrecejo con su dedo índice presiono una esquina del marcado ladrillo, este se hundió permitiendo que el pasadizo se revelara.

–¿Cómo supo? –Dijo con un poco de sospecha el pocionista.

El Gryffindor se tensó en ese momento –No, no lo se...

El oscuro profesor noto el nerviosismo del menor y decidió aparentar que no le era de importancia –Como sea Potter, entre antes de que alguien nos descubra.

Con sus manos empujo al oji verde dentro de la habitación, Harry solo se dejo llevar, una vez dentro se quedó estático ¿Por qué había una cama matrimonial en esa habitación? Cierto que le mencionaron que lo dormirían, entonces ¿Para que una cama tan espaciosa? ¡No! No debía imaginar cosas que no son, estaba hablando de Snape, el hombre era un tempano de hielo y el era un estudiante y tenía a Draco, no había de que preocuparse ¿Cierto? ¿Por qué estaba pensando en esas tonterías?

–Recuéstese de una buena vez –Dijo con molestia el mayor.

Harry volteo a verlo –Profesor...

–¿Qué espera?

Ese si sonaba como su adorado profesor, en momentos como esos solo desearía estar frente a él en aquella época de juventud cuando su padre lo ponía de cabeza, solo para reírse hasta mas no poder, pero eso era imposible, estaba en el presente, además ¿Por qué estaba tan irritado? El moreno se cruzo de brazos, no estaba dispuesto a seguir ordenes –¿Podría al menos explicarme un poco la situación?

Snape solo se limitó a darle la espalda, esto no iba a avanzar en lo más mínimo ¿Por qué Dumbledore pensó que Snape sería el adecuado para el trabajo? El profesor de pociones y él simplemente no congeniaban, jamás podrían tener una buena relación, detuvo sus pensamientos por un segundo, su mente se había puesto en blanco y sus ojos mostraban una innegable sorpresa ¿La causa? Ni el mismo estaba seguro, simplemente sus mejillas se habían humedecido con ese último pensamiento, con esa sensación de vacío más intensa que la última vez, entonces se percató de que Snape lo observaba ¿Preocupado? No podía permitir que lo viera así, se daría la media vuelta, tenía que hacerlo, pero entonces su profesor lo detuvo del rostro, lo observaba sin siquiera parpadear, limpió las lágrimas con sus dedos.

–Hay que iniciar de inmediato –Dijo dándose cuenta de su irregular comportamiento.

Harry no sabía como reaccionar, tenía un gran deseo por ser abrazado, pero en ese momento solo estaba Snape, a pesar de que no era lo que deseaba hacer se alejó de Snape y se recostó en la cama, cerró los ojos –Bien, puede comenzar profesor.

Sin pensarlo dos veces Snape lo durmió, el chico respiraba apaciblemente ¿En que había estado pensando? Harry no tenía la culpa de nada, lo había tratado rudamente, debía tener un poco mas de autocontrol, no podía dejar que Draco hiciera que sus celos se le salieran de control, se recostó a un lado del Gryffindor y le tomo la mano, recorrió con su vista la mano, el brazo, siguió subiendo hasta toparse con el rostro, las pestañas brillantes por los restos de lágrimas, su recorrido termino en la oreja del oji verde.