65.- Los temores de Severus Snape

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Lucius caminaba de un lado a otro, recordando las exactas palabras que su esposa le había dicho... "Draco se ha enamorado". Eso no le había molestado en un principio, sino el hecho de que su hijo ¡Era el pasivo en esa relación! Se dejo caer en la silla y tomó una copa de vino que esta en la mesita a su derecha. Si Draco permanecía fiel a Weasley sólo tendría la oportunidad de tener dos hijos, el que estaba engendrando y el que posiblemente pudiese tener si embarazaba al pelirrojo, por que las malditas leyes naturales del embarazo masculino así lo habían querido. sólo podía embarazarse una vez por pareja, y semejante embarazo era posible si había amor de por medio, por lo que si deseaban mas hijos la vía mas fácil era embarazar a una mujer, pero claro, su hijo no permitiría que Weasley tocase a otro ser humano, eso estaba en la naturaleza Malfoy. Lo que les pertenecía no podía ser de nadie mas. Supuso que su futuro esposo pensaría de la misma manera.

Suspiró resignado, al menos el primogénito tendría todas las características de un Malfoy, por que siendo Draco el que lo llevaba en el vientre el bebe tomaría la mayoría de sus características. Eso era algo que lo consolaba. El sólo había tenido a Draco, así que no tenia derecho a pedirle que tuviese una numerosa familia, aunque lo desease. El mismo habría embarazado a Narcisa un par de veces mas si no hubiera sido por la cuestión de la guerra y el señor tenebroso. Y a esas alturas del partido, no estaba como para estar cambiando pañales y estar preparando biberones. Sonrió, compadecía al pobre de Severus.

O-o

Los estudiantes no habían visto gran cambio en su profesor de pociones al principio. Pero poco a poco se empezó a notar que era menos cruel en cuanto a castigos. Los Slytherins habían sido los mas beneficiados en todo ese mes.

Un día el cambio fue de lo mas notorio. Para empezar, el profesor Snape no había llegado al aula puntualmente. Estar retrasado era algo que no había pasado nunca. En vez del modo imperturbable con el que siempre saludaba a sus alumnos, éstos notaron en su rostro un sin fin de emociones, hasta parecía que estaba por llorar. Claro que nadie podía decir cómo es que Snape se vería en el caso de que estuviera por llorar. Nadie había visto al hombre demostrar ningún tipo de sentimiento por nadie ¡Nunca!

Curiosamente ese día no hubo castigos, incluso cuando uno de los estudiantes derramó gran cantidad de poción, provocando que su compañero de al lado se le en ronchara la mano de una manera asquerosa, la reacción de Snape fue mandar al pobre chico a la enfermería, y al alumno que había sido el responsable, le ordenó acompañarlo, en circunstancias normales el culpable habría perdido una buena cantidad de puntos, eso sin contar que hubiese recibido las burlas y humillación animadas por el mismo pocionista.

Los chismes no se hicieron esperar, no había ser vivo en el colegio que no supiese, había variantes en cuanto a lo sucedido, sin embargo todos coincidían en algo, Snape con cara de querer llorar, el rumor no podía pasar desapercibido por Harry Potter, algo no estaba bien y era mejor aclarar lo que fuese que afectara al pocionista a la brevedad. Decidió que esa noche le haría una visita a su querido profesor.

O-o

Snape caminada de un lado a otro. Sabía lo que se rumoreaba sobre su persona, así como sabría que Harry ya debía de haberse enterado. Pasó su mano por su rostro. Odiaba como se había sentido a lo largo del día, pero es que simplemente no había podido evitarlo. Esa mañana había pasado por un lado de Harry y éste lo había ignorado por completo. Ni siquiera una mirada cómplice, ni un solo gesto, nada que indicase que le había notado. ¿Por qué Harry había hecho aquello? Estaba claro que habían acordado mantener su relación en secreto, pero eso no significaba que el joven de ojos verdes tuviera que ser tan cruel como para ignorar al hombre que llevaba a su hijo ¡Por Merlín!

Sacudió su cabeza para alejar esos absurdos pensamientos. Todo era a causa del embarazo, estaba seguro, sólo era una reacción sentimental. Harry sólo estaba haciendo lo que le había pedido, pero aun así se sentía rechazado. Severus había prometido quedarse a lado de Harry después del nacimiento de su hijo, pero ¿y Harry? ¿Estaba dispuesto a quedarse con el de igual manera? Dejo escapar el aire que no sabía que había estado conteniendo. Su pequeño Gryffindor suficiente había hecho con aceptar casarse después de terminar el colegio. El pocionista hizo un puchero. ¿Por qué solo podía estar con Harry los fines de semana? ¡Quería poder darle los buenos días a su amado todos los días! Se puso de pie. Iba a ir por Harry y lo traería aunque fuese a rastras ¡Su hijo lo necesitaba!

Se acercó a la puerta, iba a salir cuando escuchó que alguien llamaba. Se quedó inmóvil por unos segundos, ¿acaso el vejete había adivinado sus intenciones y ahora quería echar a perder su plan? Severus pasó del temor al enojo en tan solo unos segundos, ¡ni hablar! Nadie le iba a hacer desistir de sus planes, así tuviera que armar un escándalo frente a esos mocosos Gryffindors traería a Harry a su habitación.

Tomó el pomo de la puerta con decisión y la abrió de manera brusca –A un lado, no tengo tiempo de escuchar tus tonterías –Exclamó pensando que encararía al viejo director. Se quedó duro como piedra al ver la sorpresa en unos verdes ojos. No era Albus. ¡Era el mismo Harry Potter el que estaba frente a él! Permanecieron inmóviles por unos segundos hasta que lentamente Harry se hizo a un lado para permitir salir al pocionista mientras bajaba la mirada. Severus reaccionó en ese momento. No tenía que ir a ninguna parte ¡La razón de sus miedos y angustias estaba frente a él!

Estiró la mano y la cerró en el brazo de Potter. De un solo jalón lo hizo entrar en la habitación.

–Severus... ¿Qué está pasando? –Dudó un poco al preguntar el menor.

El pocionista lo abrazó con anhelo, apretándolo fuertemente –Pensé que eras Albus, esas palabras no eran para ti –Intento disculparse.

Harry lo abrazó también –No me refería a eso, yo... ¿Dime por qué parece como si quisieras llorar? –El Gryffindor se separó para verle a la cara.

Se creó un silencio entre los dos, hasta que Severus desvió la mirada –Sólo son tonterías de embarazado tú ya deberías de saber eso –Dijo aquello sin prestar mayor importancia, mientras se alejaba del menor.

Por supuesto que Harry no se iba a tragar esa patética escusa. Lo sujetó del brazo para evitar que se alejara –Claro que lo sé y por eso es que quiero que me aclares algo –Snape elevó una ceja, Harry dejó escapar el aire con frustración –¿Cuál ha sido el detonante de tu estado hormonal? ¿Qué hice? ¿Que no hice? Dímelo y créeme que no volverá a pasar –Había decisión en la mirada color esmeralda.

Los negros ojos del pocionista comenzaron a temblar mientras se ponían brillosos gracias a unas lágrimas que amenazaban por salir –Ya te dije, no es na...

No pudo terminar de hablar. Con un rápido movimiento Harry lo acercó y atrapó sus labios. Disfrutando de la caricia de esa lengua, se dejo llevar por un segundo, hasta que una de las rebeldes lágrimas al fin escapó. El beso termino y Harry lo abrazó con fuerza –No olvides que te amo, nunca lo olvides, te amo, te amo, te amo...

Snape se sintió como un estúpido. No tenía por que dudar de Harry. No necesitaba de una promesa para saber que su amado Gryffindor se quedaría a su lado, ¡Por Salazar! ¡Estaba hablando de Harry!

El pocionista se secó los ojos, no deseaba que una sola lágrima mas saliera –Esta mañana me ignoraste –Harry lo miró confundido –Ya sé que esto debe permanecer en secreto hasta que te gradúes, pero no me gusto que te comportaras como si no existiera ¿Acaso no llevo a tu hijo dentro de mí? –Snape tapó su boca un tanto alterado. ¿Por qué demonios le había reclamado? Harry acababa de decirle que lo amaba y él no era capaz de regresar el cumplido, oh... ¡No! Se ponía a reclamarle como si el muchacho tuviese la culpa –Lo siento, no quise...

El Slytherin trató de disculparse. Temeroso volteó a ver al Gryffindor, quien le sonreía comprensivo. Lo tomó de la mano y la besó de la manera más tierna que jamás recordara.

El menor invitó a su amante a sentarse –Creo que debemos solucionar esto antes de que se vuelva un verdadero problema –Severus elevó una ceja, ¿De qué estaba hablando? Harry continuó hablando –Cuando pase por tu lado y me acomode los anteojos significará un hola –Harry se acercó un poco a Severus –Si acomodo mi cabello peinándolo con mis dedos, será un te extraño –El joven avanzó otro poco –Si abrazo mis libros, será un quiero estar a tu lado –El rostro del menor llegó a pocos centímetros de su amado –Si rasco mi nariz, será un quiero besarte y si te beso será un te amo –Dijo jocoso.

–¡Pero no puedes besarme en público! –Exclamó el pocionista.

Harry se rascó la nariz –Pero en este momento estamos solos –De nuevo unió sus labios a los de su profesor, acercándose más a su cuerpo, sus manos se aventuraron a acariciar los largos y negros cabellos del mayor, saboreando esos deliciosos labios que respondían con total abandono.

Se separó por un segundo –Severus –Susurró recobrando el aliento –Si tu me lo pides yo podría prometerte quedarme a tu lado para siempre –Harry dejó resbalar una suave caricia con su mano en la mejilla del Slytherin mientras lo miraba a los ojos con intensidad, hasta que al fin pudo ver asomarse una sonrisa en Severus.

–No es necesario. Sé que permanecerás a mi lado –Snape hizo que el leoncito se sentara sobre él y su intención era de comerse a besos a ese lindo Gryffindor, pero al parecer eso no estaba en los planes de Harry.

El chico evadió un nuevo beso junto con la separación, se puso de pie para poner distancia entre ellos, Severus frunció los labios molesto –¿No acabas de decir que me amas y que permanecerás a mi lado?

Harry se cruzó de brazos y lo miró de manera reprobatoria –Sabes que no podemos hacer "eso" –Dijo en tono molesto.

Snape elevo una ceja –No te comprendo ¿A qué te refieres con "eso"? –Una sonrisa burlona apareció después de la última frase, después de todo lo que habían vivido, Harry continuaba siendo aquella alma pura y tímida, sin duda todo un Gryffindor. No que le molestara, adoraba eso es su pequeño amante.

–¡Sabes de lo que hablo! –Exclamó el chico, mientras enrojecía.

–Pues no, "eso" pueden ser muchas cosas –Snape se acercó al joven con la clara intención de regresar a los besos, pero Harry de nuevo se separó.

–Al sexo ¿A qué más? –Dijo finalmente avergonzado.

El pocionista lo miró por un segundo ¡Su amante se veía tan lindo! Esa visión era demasiado adorable, sin duda provocaba que en su mente se formaran fabulosas ideas como: Toma esa cosita linda, métela en tu cama y no lo dejes salir hasta la clase del día de mañana –Harry, no veo por que no podemos, lo hacemos los fines de semana. Antes lo hacíamos todos los días...

Harry sabía por donde iba el asunto y no se iba a dejar vencer por Snape –Antes era necesario, ahora sólo basta con tomarnos de las manos. Suficiente con que el profesor Dumbledore nos conceda los fines de semana. Recuerda que sigo siendo tu estudiante, puedes perder tu puesto por esto, ¿Recuerdas? ¿Recuerdas lo que nos dijo el director?

Snape gruñó. ¡Maldito vejete! ¿Qué más le daba dejarlos hacerlo cuando quisieran? Harry era su prometido y no sólo eso, estaba embarazado. Además ¿Desde cuando el leoncito seguía las reglas? ¡Dos podían jugar ese juego!

Severus puso su mano en la frente de manera histriónica –Harry estuve muy alterado todo el día. No sé si eso me haya provocado algún daño. No quiero que nada malo pase, eso es todo.

El de ojos verdes sonrió conmovido –Creo que con los besos que nos dimos es más que suficiente. Ahora debo regresar, no quiero toparme con Filch en el camino –Harry se dio media vuelta, dispuesto a abandonar la habitación de su profesor.

–Pero Harry... ¡Tu hijo te necesita! –El pocionista estaba dispuesto a jugar su última carta.

El Gryffindor se quedó quieto. ¿Era eso una especie de chantaje...?

Continuara...

Notas finales:

Les adelanto el próximo cap será la boda se me antoja una boda doble para no dejar desapercibida la unión de Ron y Draco. Estoy tramando mi última maldad jajaj XD!! Prometo que no hay mas separaciones.
Gracias a Claudia!!! Por revisar mi fic, ya sabes que te adoro!
Y a mis lectores gracias por leer!!

Regreso a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora