47.- Sin aprovecharme de ti

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Harry se encontraba recostado en una cama, demasiado cómodo. Se sentía ligeramente desorientado. Sintió una punzada en su cabeza y entonces lo recordó todo. Parte de si había estado oculto, protegiéndose del torrente de memorias. Sus viejos recuerdos y los que había vivido hasta ahora con Severus, entonces lo supo. Como era posible estar embarazado de ese hombre... Todo cobro sentido. También recordó el rechazo a pesar de que Severus lo amaba, y Harry no tenía ninguna duda de ello, estaba más que seguro, la prueba estaba en su hijo, el cual continuaba gestándose en su interior, ni el mismo Snape podía negarlo. Como fuera, en su estado de caos mental, era más sencillo estar con Snape.

"Un momento" pensó.

Ésta, en verdad, era su única oportunidad de estar con Severus sin temor al rechazo. Snape sabia que si se negaba eso podía alterarlo y no sería bueno para el bebe.

"Chantaje"

Severus no permitiría eso, después de todo él había dicho que por su bebe haría lo que fuera. Harry apretó sus ojos con fuerza, aun sabiendo que engañar así a Severus era bajo de su parte, pero en la guerra y en el amor todo vale ¿No?

Se abrazó más a Severus y comenzó a llorar. Una mentira no haría daño a nadie. No, al menos que descubra la verdad. Mientras tanto no importaba, lidiaría con las consecuencias después; por lo pronto, mientras durara, mientras que pueda estar a su lado... lo que sea, aunque solo fuese un segundo más. Sin duda lo tomaría, tomaría ese precioso tiempo. Sus lágrimas fluían cada vez más al tener aquellos pensamientos.

Severus despertó al escuchar los quejidos del muchacho, comenzó a acariciar su cabeza, trato de hablar despacio para no asustarlo –¿Estas bien Harry?

Harry se decía a si mismo que debía calmarse, que debía seguir su plan. Snape lo abrazo tratando de reconfortarlo –Mi cabeza. Duele –Fue lo único que se le ocurrió decir. No era como si estuviese mintiendo del todo.

Severus intento ponerse de pie, pero el agarre del ojiverde no le permitió la separación –No me dejes –La voz del joven sonó casi como un susurro.

–Solo te traeré algo para tu dolor de cabeza ¿De acuerdo?

Harry agito su cabeza de manera negativa, no quería soltarse del hombre mayor –Solo serán unos segundos, ni siquiera saldré de la habitación ¿Bien?

Lentamente las manos del ojiverde fueron perdiendo fuerza en el agarre, el pocionista se movió lentamente, se puso una bata y de inmediato se fue a buscar en una gaveta. Tomo el frasco y se acercó a Harry para que pudiera beber la pócima, al parecer este no estaba muy dispuesto a tomar la pócima, Potter se comportaba como un chiquillo, negándose a tomarse el bendito remedio.

–Vamos, es para que no te duela mas la cabeza –Intento razonar Snape.

–Huele feo –Dijo Harry apretó los labios, ante un nuevo intento por parte del profesor de verter el contenido en su boca, para después girar la cabeza.

Sin duda Severus no era lo suficientemente paciente para esos juegos de mocoso rebelde, frunció el ceño –Bien, si no la quieres, entonces me iré – Espero a ver la respuesta del chico. Esas esmeraldas lo miraban inocentemente, aunque por un instante pensó ver que lo desafiaba, pero seguramente era por que estaba un tanto agotado. Después de todo ya no era tan joven como para tener relaciones tan seguidas. Dio media vuelta para comenzar a caminar, cuando sintió el tirón de la tela de su bata, volteo para mirar la cara de puchero que tenía Harry. Era la cosita más adorable que jamás había visto, pero no se dejaría llevar.

Elevo una ceja –¿La beberás?

Harry agito su cabeza afirmando que lo haría, Snape hizo que tomara lo suficiente. La pocima lo hizo toser, aquella cosa sabía tan mal como lo recordaba. Severus sonrió amablemente mientras limpiaba el resto de las lágrimas con ternura, lo empujo suavemente para que se recostara de nuevo –Descansa otro poco.

–¿Puedo bañarme? –Pregunto el joven un tanto temeroso.

Severus acaricio su cabellera mientras asentía –Te preparare la bañera –Harry vio como este desapareció por la puerta del baño para salir a los pocos minutos, puso unas sandalias en el suelo para que no anduviera descalzo y le entrego una bata para que cubriera su desnudez, pero Harry lo ignoro por completo, empujo la bata, se puso de pie y camino descalzo, hacia el baño, se detuvo en la entrada y volteo la cabeza –¿Tallaras mi espalda?

Severus se había quedado en blanco, miraba el delicioso cuerpo, seria tan fácil tomarlo... Pero no, sacudió sus pensamientos, "No aprovecharse más, no aprovecharse más" Se decía a sí mismo –Creo que puedes tomar un baño tu solo.

El ojiverde se cruzó de brazos –¡Pero no alcanzo mi espalda! Además tu eres mi pareja ¿No?

Snape casi se ahogó con su propia saliva –¿Por qué dices eso?

–Por lo que paso anoche, eso es lo que hacen las parejas ¿No? –Dijo esto último como si fuese lo más obvio del mundo.

–Bueno, si es verdad que eso hacen las parejas, pero...

–¿Entonces? –El mocoso no cedería.

Regreso a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora