27.- Crueles palabras escuchadas

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El tiempo restante le iba parecer una eternidad de eso estaba seguro, sin que ocupar su mente solo podía pensar en una cosa, la respiración del joven le hacia una suave caricia en su piel, sumando la tibieza de su cuerpo ¿¡Como podría cualquiera estar en esa posición y no hacer nada!?

Claro que él no era como los otros, tenía autocontrol y era un adulto responsable, por Merlín era un ex mortífago consagrado, pudo engañar al mismísimo Voldemort en varias ocasiones, también podía con eso, iba a esperar a que el tiempo acabase para poder ir tranquilo a terminar sus deberes, respiro profundo para tranquilizarse, cerro sus ojos un tanto agotado y resignado, fue cuando la mano de Harry comenzó a deslizarse por su pecho el cuerpo del chico comenzaba a humedecerse por el sudor, de nuevo estaba soñando ¿Otra pesadilla?

Eso simplemente no le podía estar pasando a él ¿Que se suponía que iba a hacer? Tal vez debía hablar con Albus, aunque en si sabía cual sería la respuesta, a final de cuentas no iba a necesitar de una mentira, en verdad tenía que hacerlo, no tenía otra salida, todo por el bien de su hijo...

O-o

Dumbledore se encontraba sentado en su oficina cuando una lechuza salía de su chimenea, eso era extraño, el ave se paró en su escritorio, miro que en su pata tenía una carta, tomo el sobre con un poco de curiosidad, iba dirigida a él pero ¿Quién la enviaba?

De inmediato averiguo su contenido, se quedó muy pensativo al terminar de leer, se puso de pie de inmediato, dio un paso y se detuvo, estaba dudando, si que lo estaba, después de todo quería saber que había pasado con aquella parejita después de su maravilloso plan, pero también lo que la carta decía era muy importante ¿Que podía hacer? Dio un suspiro, no había alternativa si deseaba ambos objetivo tendría que aguardar por lo de Harry y Severus.

Tomo una pluma y escribió en un pergamino, con un movimiento de su varita hizo que este flotara alejándose de la oficina por la entrada, por ahora se lo dejaría todo a Minerva.

O-o

Harry había hecho caso a lo que Snape le había pedido había cerrado sus ojos, fingiría dormir pero al final había terminado por ceder, todo se había vuelto oscuridad, de nuevo estaba en ese lugar, aquel donde se había perdido, ese mismo camino por el que había llegado al pasado, una sonrisa se formo en su rostro ¿Iba a poder regresar con Severus? Su Severus el que se encontraba en otra época.

Corrió lo más rápido que pudo para poder llegar, una cegadora luz le hizo cerrar sus ojos mas no detener sus pasos, una sombra dibujada en tanta luz hizo que disminuyera la velocidad.

Jamás podría confundir esa silueta, la luz se dispersó, pudo ver el lugar en el que se encontraba, un bosque, ese lugar, en ese lugar Dumbledore había abierto la puerta para regresarlo a su mundo, y ahora, miro a la figura frente a él, había lágrimas en sus ojos sin embargo no se veía triste, una enorme sonrisa como nunca se dibujaba en su rostro, corrió a abrazarlo, fuertemente se aferraba a su cuerpo.

–Temí perderte, no vuelvas a hacer algo así, nunca, no me dejes –Le dijo con cariño la persona que lo recibió.

Harry lo abrazo lo mas fuerte que pudo –No lo hare.

La joven cara de Snape estaba frente a la suya –¡Prométemelo!

Harry estaba tan feliz –Si algo así llegara a pasar seguro que regresare, yo volveré a tu lado de alguna forma, por que hay algo que nos une.

Severus coloco su mano en el estómago de Harry de manera cariñosa, el ojiverde tomo la mano y la puso en su pecho, mientras un confundido Snape lo observaba.

–Eso solo es una prueba, lo que en verdad nos une es el amor, Severus ¿Tú me amas? –Pregunto el menor.

El mayor afirmo con su cabeza –Por supuesto, te amo, te amo más que a nada en este mundo, por eso quiero estar siempre contigo.

–Entonces seguro que así será –Dijo radiante Harry Potter mientras su pareja lo acercaba a sus labios, poco a poco todo comenzó a ser más intenso y cuando estaba en la mejor parte, fue entonces que la realidad lo había golpeado, el pocionista lo había despertado y sin saber lo que ocurría una nueva orden le fue dada y tuvo que retirar parte de sus ropas y recostarse sobre Severus, no que esa idea le desagradara del todo, solo no sabía por qué y de nuevo había cerrado sus ojos, esperanzado de volver a ese maravilloso sueño donde compartía de manera tan íntima su amor con Severus.

No podía haber un mejor día, una hora completa con Snape primero tomados de la mano, después tocando piel con piel y ahora teniendo ese mismo dulce sueño otra vez.

Las manos de Severus se deslizaban hábilmente por sus piernas, mientras su boca paseaba libremente por su cuello, estaba demasiado excitado, cada roce en su piel por ese hombre lo volvía loco ¿Cómo un sueño podía sentirse tan bien?

Rodeo con sus piernas el cuerpo de Snape para darle mayor acceso, podía sentir a ese hombre dentro de sí en cada movimiento, la rápida respiración golpeando en su oído mientras se aferraba fuertemente a la anchura de su espalda un sonido, se formaba una palabra, intento concentrarse aunque era difícil en ese momento, como no serlo ¡por Merlín!

Los movimientos aumentaban ¿Pronto terminaría? ¿Y al despertar llegaría la decepción? No quería, pero su cuerpo estaba llegando al límite, fue cuando entendió ese sonido.

–Harry...

Susurraba su nombre, no el de Henry, entonces ¡No era un sueño! Miro de reojo, la piel joven ya no estaba, ese era el profesor Snape ¿Cómo?

Un rápido movimiento de las caderas de Snape le hizo poner la mente en blanco, eso ya no importaba, como había terminado en esa situación era desconocida, aun así estaba feliz de que Severus no lo llamara con el nombre de Henry.

Unas verdes esmeraldas se asomaban a la penumbra de la habitación, trato de recordar donde y por que de lo sucedido, una enorme sonrisa de dibujo en su rostro y sus mejillas se sonrojaron, después de lo que había pasado, el ser llamado por su nombre en ese momento, no podía equivocarse, Severus seguía amándolo, aunque no se lo dijera abiertamente, esperaría paciente hasta que ese momento llegara.

O-o

La profesora McGonagall se encontraba frente al pocionista, el ceño fruncido del serio hombre le daba un aspecto aterrador.

–¿Cómo que se fue? –Reclamo el pocionista a la mujer.

La profesora de transformaciones lo miro con indiferencia –Así como lo he dicho.

–¿Dijo a donde o algo? –La mujer noto que Severus no se comportaba como siempre, decidió mostrarle el pedazo de pergamino que había recibido –Apareció en mi cuarto, esta firmado por Albus.

El moreno le arrebato el papel a regañadientes.

¨Mi querida Minerva surgió algo importante y me veo en la necesidad de abandonar el colegio, solo será por unos días te encargo a los estudiantes, dile a Severus que espero un reporte sin falta a mi regreso.

Albus.¨

El sonido del papel arrugándose mientras se encogía en la mano del ex mortífago –Típico de él, cuando se le necesita no esta –Gruño.

–¿De que reporte habla? –Pregunto curiosa la encargada de Gryffindor.

Snape la miro glaciarmente –Ese reporte es solo para el director.

Un bufido por parte de Minerva quien se dio media vuelta y salió molesta del salón.

O-o

Esa semana había transcurrido demasiado tranquila para el gusto del jefe de la casa de Slytherin, a Dumbledore se lo había tragado la tierra, nadie sabía su localización, ni esos del ministerio de magia, unos cuantos Aurores le buscaron sin mucho éxito a pesar de que les advirtió que era una misión imposible, además el dijo que aparecería, de nuevo debía asistir para cubrir esa hora de transferencia con Potter, bufo levemente, había dicho que regresaría a tiempo, pero al parecer no pudo conseguirlo, se puso de pie un tanto nervioso, no tenía más que cumplir con sus deberes, salió de la habitación para encontrarse con la persona que gestaba a su hijo.

Ya se encontraba cerca del lugar un viejo rostro aliviado apareció ante el.

–Mi querido Severus pensé que no lo lograría –Dijo bonachón el director.

El moreno frunció el ceño –En estos momentos iba a mi encuentro con Potter.

–Bien, bien, pero antes debo preguntar –Dijo con simpleza el mayor.

El oscuro profesor se cruzó de brazos –Tendrá que ser rápido.

Dumbledore sonreía encantadoramente –Por supuesto, mi querido amigo, solo dime ¿Qué paso la semana pasada? ¿Alguna pesadilla?

Snape miraba con detenimiento al anciano director, no sabía por que, pero había algo que no terminaba de gustarle –Parece que la transferencia era ineficaz.

Albus se quedó pensativo mientras masajeaba su platinada barba –Ya veo ¿Y qué fue lo que hiciste?

–Amplié la superficie de contacto –Contesto secamente el pocionista.

–¿A que te refieres con eso? –Dijo muy interesado el director, al parecer estaba llegando a la parte de la conversación que realmente le interesaba.

–Permití que hubiera más contacto, recostándolo sobre mi pecho –Dijo simplemente el oscuro profesor.

–Ya veo ¿Y fue suficiente con eso? –Se notó en verdad curioso el anciano.

Snape entrecerró los ojos, sentía como si el vejete se estuviera divirtiéndose haciéndole esas pregunta –No –Fue la simple respuesta.

–Dices que no ¿Cómo lo solucionaste? –Los ojos de Albus brillaron divertidos.

–Paso lo que tenía que pasar –El pocionista ya se estaba colmando la paciencia.

–¿Le preguntaste? –Dumbledore lo miro por debajo de sus gafas de media luna.

–¿Preguntar? ¿A que quieres llegar con esto? –Dijo confundido el Slytherin.

–Si habían sido una pesadilla por supuesto ¿Le preguntaste a Harry?

Harry caminaba por el pasillo, se sentía como en las nubes ¿Acaso se repetiría lo de la vez pasada? aunque se conformaba con escuchar su nombre saliendo de los labios de Severus, escucho unas voces y de inmediato se ocultó, se asomó lentamente para ver de quien se trataba, Dumbledore y Severus estaban charlando, no había peligro, cierto no había visto a Dumbledore en toda la semana lo mejor sería ir a saludar, el ser nombrado en la conversación le hizo regresar a su escondite.

–No, lo di por hecho solo por su reacción –Se escuchó la voz de Snape.

–Vaya, tenía tanta prisa que olvide decirte que si la transferencia era exitosa los sueños serían de otro tipo ¿Me entiendes Severus? Supongo que con solo ver su reacción sería difícil de saber.

La furia del ex mortífago estaba creciendo rápidamente –¡Me estás diciendo que tuve relaciones con Potter sin necesidad!

–Puede ser una posibilidad –Contesto divertido.

–¿Tienes alguna idea de lo difícil que es esto para mi? Si esto no fuera mi responsabilidad créeme que no me acercaría a Potter –Severus se detuvo por un segundo y tomo aire para calmarse –Pero esto es mi culpa por fiarme de ti y no preguntarle a madame Pomfrey.

–¿Dices que la única razón para intimar con Harry es por responsabilidad? –Dijo Albus con una ceja elevada.

–Por supuesto ¿Habría otra razón? Son mis errores y mi hijo no tiene que pagar por las tonterías que hice en el pasado, no huiré de mis obligaciones –Dijo decidido.

Harry tapo su boca son su mano derecha mientras se pegaba a la pared ¿Tonterías? ¿El amor que había nacido entre ellos en esa época ahora se había convertido en una tontería de su pasado? Eso era él? Un error pasado.


Y que quería decir con eso de obligación, uno no hace ese tipo de cosas solo por obligación o ¿Si? Entonces todo era una mentira, los besos, las caricias, el sonido de su nombre, ya no había tal cosa llamada amor, solo lo que él había dicho, obligación...

Harry salió corriendo del lugar, necesitaba estar a solas, no quería que lo vieran llorar, comenzó a correr sin rumbo mientras las lágrimas salían de sus ojos incontrolables.

Mientras la plática de los mayores continuaba sin siquiera imaginar lo que Harry había escuchado.

Dumbledore miro inquisidora mente a Snape –¿Me vas a decir que no sentiste el mas mínimo deseo por hacerlo?

Severus volteo la mirada –Te lo he dicho, la respuesta es no, por obligación y si me permites esa misma obligación me hace marcharme.

El director lo detuvo del brazo –Deberías ser mas sincero contigo mismo, te hare una última pregunta ¿En verdad no sientes nada por Harry?

Severus se liberó de manera brusca iba a contestar a aquello, pero las manos de Albus indicándole calmarse lo hicieron detenerse –No me contestes a mi, si no a ti –El director se dio media vuelta –suerte con esta hora mi querido amigo –Albus se marchaba dejando a un furioso profesor de pociones atrás, se apresuró a llegar al lugar de encuentro, a pesar de todo aun no era tarde, la habitación estaba vacía, se dejo caer pesadamente en uno de los sofás.

–¡Maldito Albus! ¿Quién se cree que es? –Murmuraba furico el pocionista.

Severus Snape estaba tan molesto por la anterior discusión que no se había percatado de que ya pasaba mas de media hora de la hora fijada y Harry no aparecía.

Continuara...

Nota:

Ahora que lo pienso esas no son palabras tan crueles, claro que para Harry si lo son, en primera por que esta enamorado y en segunda por que se había ilusionado con el último encuentro je, je... Heee!! ¡Si son crueles! Que te digan tontería o error es cruel T-T cambiando de tema la verdad necesitaba desaparecer a Albus por una semana para que iniciara esa despiadada platica (paso de cruel a despiadado jajaj XD!) y Harry la escuchara así que solo se me ocurrió que fuese un misterio su desaparición jajaaj XD!! Ohhh pero si pienso explicar a donde se fue solo dejen que se me ocurra algo próximo capítulo 28.- La decisión de Harry.

Siento que en este capítulo todo lo que había avanzado con esos dos lo perdí U.U pero lo necesitaba por que se me ocurrió una muy buena idea jo,jo,jo... Bueno dos ideas je,je... Este fic es un hervidero de ideas ju ju ju...Creo que es mi manera de decir que no se desesperen, entiendan que yo veo a Severus como un profesor modelo y en eso entra el hecho de que tiene relaciones con un alumno y eso en los colegios está prohibido no importa cuanto lo apruebe el director esta mal!! Bueno esa es una de las razones.

Gracias por leer!!

Regreso a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora