16.- La excusas perfecta

5.2K 537 61
                                    

Harry estaba en la enfermería del colegio después de haber sido atacado por un Keppek, Dumbledore se había retirado, mientras que Severus se había quedado con Harry a petición del mismo, al parecer el joven estaba confundido.

Severus respiro cansinamente –El veneno pudimos limitarlo a tu brazo, afortunadamente conserva su brazo, aunque es muy prematuro decir que no lo perderá, por lo que el bebe no se vio afectado, al menos eso parece.

Severus dejo de hablar, esperaba que fuera todo, en verdad que Harry necesitaba dormir para recuperar fuerzas, se preparaba para despedirse cuando escucho casi como un lastimero sonido aquellas palabras provenir del ojiverde.

–¿No hubiese sido mejor dejarme morir? –Harry trato de esconder su rostro.

Aquellas palabras las había dicho, solo que no entendía la razón, cuando había sido atacado por el Keppek había pensado lo mismo ¿Por qué tenía tantos deseos de morir?

Snape se sentó en la orilla de la cama, con sus manos tomo el rostro del Gryffindor, obligándolo a verlo a la cara –Escuche todos esos pensamientos suicidas son a causa de su descontrol hormonal, algunos días estará feliz otros triste, pero no se puede permitir arrastrar por las cosas malas, debe pensar en cuidarse si desea que su bebe este bien.

El moreno bajo la mirada, no podía ser que por su embarazo, solo tuviera ganas de morir, después de todo, no estaba en una vida color de rosa, ahora estaba molesto ¿Qué sabía Snape sobre sus sentimientos? Frunció el cejo y lo miro desafiante –¡Usted que sabe! No tengo un lugar al cual llamar hogar, ustedes me convirtieron en un asesino por el bien de este mundo y ahora estoy embarazado y solo, como puede ser esto solo causa de una inocente criatura, no puedo culpar mi embarazo –Las lagrimas comenzaron a salir –No puedo culpar a lo único que me queda, no puedo –El muchacho comenzó a moverse bruscamente, tenía que liberarse, el oscuro profesor hizo presión en el brazo afectado, aquel fuerte dolor lo hizo detenerse un poco, lo estaba lastimando.

–Trate de relajarse, mejor duerma un poco, tendrá la mente mas despejada entonces, y le repito no haga tonterías, ahora no es dueño de su propia vida ya que carga con otra, eso nunca lo olvide.

El pasionista dio un suspiro, sabía que con Potter nada era fácil, pero por que el chico se empeñaba en hacer un mar en un vaso de agua, iba a levantarse, solo que algo se lo impidió, unos delgados brazos alrededor de su cuello lo obligaban a pegarse a ese tibio cuerpo una desesperada voz hablaba, la voz del ojiverde.

–¡NO SE VAYA!

Harry ignoraba el dolor de su brazo y se aferraba con fuerza a Snape, la suave voz de Snape sobre su oído como un susurro –Escuche, los keppek no trabajan para nadie y ellos no cometen errores, usted era su blanco ¿Por qué? No puedo quitar esa pregunta de mi mente ¿Por qué?

Harry fue liberando el abrazo ¿Por qué había actuado así? Siempre demasiadas preguntas sin respuesta, estaba un poco avergonzado, había decidido olvidarse de Snape por su bien, pero eso era imposible, a pesar de que su aspecto era el de un hombre maduro y su comportamiento era mas frio, seguía amándolo, por que sabía que seguía siendo Severus, su Severus.

–En verdad, si tuviera esa respuesta, créame que no la ocultaría –Dijo simplemente el menor.

Pomfrey había estado observando todo, después de escuchar el grito del chico se había apresurado y se había encontrado a Potter abrazando a Snape, algo que sin duda jamás pensó en ver, al percatarse del brazo lastimado de Harry había ido por unas vendas para cambiarlas las coloco en una mesita cerca de ellos y se había retirado, sabía que Snape podría controlar todo él solo.

El mayor se puso de pie, Harry iba a pedirle que no se fuera de nuevo, pero el sonido de su voz se apago, no tenía derecho a pedirle aquello, Snape se sentó del otro lado de la cama –Hay que cambiar las vendas, entonces el chico se dio cuenta que su brazo sangraba, con mucho cuidado Snape retiraba la venda manchada y la cambiaba por una nueva, termino de hacerlo.

–No se preocupe duerma, me quedare hasta entonces –Hablo el pocionista, si no deseaba mas problemas con Potter lo mejor era esperar a que este se durmiera.

Harry se arropo con la sabana cerro sus ojos sin poder evitar esbozar una sonrisa, le hubiese gustado que Snape tomase su mano mientras dormía, pero sería demasiado, por ahora eso le tendría que bastar.

O-o

Snape entraba en la oficina de Dumbledore, no había terminado de hacer su aparición cuando el anciano mago ya lo estaba bombardeando con preguntas.

–¿Qué paso Severus? ¿Dijo algo importante mi muchacho? Quiero que me digas todo lo que sabes –Puntualizo al final el mayor.

Snape hizo una mueca de desagrado –Escucha Albus hay cosas que no podré decirte, pues he prometido a Potter no contar.

–Esto es por el bien de Harry, necesito la mayor información posible –Explico el anciano.

–Hay cosas que son personales no perderé la poca confianza que he ganado del chico, además si lo supieras no cambiaría en nada, debemos dejar que Potter este lo mas tranquilo posible, esta emocionalmente inestable, y con su embarazo las cosas se complicaran, deberías enviarlo al psicómago o algo así –Dijo en su defensa el oscuro profesor.

Dumbledore acaricio su barba mientras pensaba un poco –Tal vez lo único que necesita es estar con el otro padre.

–Si tan solo supiera quien es ese maldito ya estuviera en mi presencia. Tengo unas cuantas cosas que decirle a ese imbécil –Gruño el pocionista.

Dumbledore sonrió –Me da gusto que te preocupes por Harry, como siempre lo haces Severus, pero no entiendo tu actitud –Dijo un poco intrigado el director.

Severus se relajó un poco –Potter no estaba enterado de que podía quedar embarazado, pero el otro padre seguramente si lo sabía y no tomo precauciones, entonces toda la responsabilidad recae sobre el otro sujeto.

Albus seguía acariciando su larga y platina barba –Ya veo ¿Y si la confesión fue para el padre?

–No lo creo, es una persona que conoció en sus vacaciones, además el lo hace ver como un amor prohibido, no ha querido decir quien es, también fue el mismo Potter quien abandono a esa persona por esta misma razón.

Dumbledore miro a Snape por debajo de sus gafas de media luna –¿Prohibido? Cualquier mago estaría feliz de tener un hijo con Harry Potter –Declaro el mayor.

–Esa persona no lo sabe, tal parece que un hijo no estaba en los planes de los dos o será que el otro creyó que Harry no amaba tanto como para un embarazo.

Dumbledore se fue a su escritorio –Ya tengo un plan para la búsqueda del recuerdo, solo necesito una semana por casa para buscar en todos los estudiantes, quizá antes si lo encuentro, he decidido buscar primero en los Gryffindors, tu podrías ayudarme buscando en Slytherin –Dijo emocionado el mayor.

Snape se dio media vuelta –Me niego, si el no quiere decirlo no me entrometeré, lo mejor será que me concentre en ver que no se mate, como te dije antes ese chico esta emocionalmente inestable requiere de terapia o alguien que este como su sombra para cuidarle –Snape pensó por un momento que el estaba perfecto para ser esa sombra, lo que fuese que no le mantuviese cercas de las locuras del vejete.

Dumbledore sonrió –A veces quisiera ser un poco mas como tu Severus, pero tengo una gran responsabilidad...

–Y una gran curiosidad también –Lo interrumpió el pocionista –Me retiro no puedo suspender mis clases solo por Potter –Y dicho esto salió de la oficina de Dumbledore.

O-o

Ya le había sido permitido salir de la enfermería, claro que con un cabestrillo para evitar más daño en su brazo, tenía el libro que Snape le había prestado en sus manos ya habían pasado 3 días desde aquello, ciertamente el único libro que le interesaba era aquel que no había terminado de leer, pero viendo todos los libros que gracias a Severus conocía, él tenía la perfecta excusa para ver a Severus.

La puerta de la habitación de Snape se abrió, el profesor se veía contrariado –¿Qué ocurre señor Potter? –Dijo sin saber si preocuparse o no.

Harry extendió su brazo con el libro que le había prestado –¿Puede prestarme otro? –Solicito el menor sin vergüenza ni temor.

Snape levanto una ceja –¿No le gusto? –¿Quizás el chico querría algo con más dibujos? Pensó mientras se burlaba internamente.

Harry negó con la cabeza –Al contrario, cuando lo note ya lo había terminado –Respondio.

Aquello sorprendió a Severus, solo habían pasado 3 días y Potter estaba lastimado de un brazo, aunque claramente podía usar un hechizo para cambiar las páginas, aun así.

–¿No está descuidando sus estudios por leer otra clase de libros? –Snape entrecerró los ojos.

Harry negó de nuevo con la cabeza –Si no desea prestarme otro yo lo entenderé, aunque debo decir que es mejor leer estos libros en vez de estar por allí metiéndome en problemas ¿No? –Termino aquellas última frase con una encantadora sonrisa.

Todo parecía indicar que era uno de esos días en lo que estaba feliz, mientras no se desquitara después con uno de sus libros, todo estaría bien, además el chico tenía razón, mejor que se quedara en su habitación con un libro en la mano y no deambulando por el castillo siendo atacado por quien sabe que otras mas criaturas, se movió para darle pase a la habitación –Elija otro entonces.

Harry tomo otro –¿Aun no encuentra el que le pedí? –Pregunto el menor.

Snape le dio la espalda –Lo siento he tenido mucho trabajo y no he podido buscar, no pensé que acabara tan rápido.

Harry sonrió –No importa imagino que este también será interesante –Se lo mostro al profesor.

Este miro el libro elegido –Si –Dijo secamente.

O-o

Al día siguiente Harry estaba en ese lugar, llamando a la puerta –Profesor gracias por el libro ¿Puedo tomar otro? –Los ojitos soñadores de Gryffindor le hacían sospechar, algo no estaba bien del todo, primero 3 días ahora solo le había tomado uno ¿que estaba pasando? No pregunto nada solo le permitió a Harry tomar un nuevo libro, lo dejaría pasar, quizás estaba un poco paranoico.

El chico se fue con un nuevo libro, esa era la excusa perfecta para poder dirigirle aunque fuera unas palabras.

Regreso a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora