37.- Vacaciones navideñas

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Las vacaciones de navidad se acercaban, el rubio tenía muchas cosas que hacer antes de que las fechas llegaran, ese día en particular irían a Hogsmeade, un cambio de aire le vendría bien, lo necesitaba, en verdad que si lo necesitaba, con un celoso novio a escondidas que no estaba por demás decirlo terminaba con cargos de conciencia por traicionar a su mejor amigo, un supuesto novio al que no podía tocar y que insistía en ello ¿Qué mosca le había picado a Potter? Y por si fuera poco para terminar, también tenía que soportar los arranques de un futuro padre celoso indeciso ¿Cómo se había metido en tantos líos? De todo aquello había algo que no le dejaba de dar vueltas en la cabeza ¡Pero que tontería! ¿Cómo le pedía aquello? Como se atrevía siquiera a...

Agito su cabeza como si intentara alejar esos recuerdos, imposible ¿Cómo demonios iba a resolver ese asunto?

El recuerdo de aquella ocasión le venía a la mente...

Draco se encontraba en la sala común de Slytherin, tenía su cabeza metida en un libro, no que le interesara la lectura, era solo que tenía una imagen que mantener, no pudo evitar darse cuenta de algo, por lo general los murmullos ocasionales o el jaleo de los otros Slytherins salía a relucir, ya estaba acostumbrado a ello, pero en ese momento un silencio sepulcral cayo cobre la casa de las serpientes, una persona de edad mayor caminaba entre los alumnos quienes bajan la cabeza en señal de respeto y cortesía, el jefe de su casa, Severus Snape estaba en ese lugar con un propósito, se acercó sin hacer el más mínimo ruido hasta donde estaba Draco, podía sentir la penetrante mirada del ex mortífago, no quería asomarse y verificar, pero la tensión no disminuía, ahora no solo su Padrino lo atormentaba, estaba seguro que todas las miradas estaban sobre ellos, a la espera del primer movimiento, ya resignado Malfoy bajo un poco el libro y con una ligera mirada le dio a entender a Snape que estaba enterado de su presencia.

–Malfoy sígame –Simplemente ordeno, todos los estudiantes se percataron de ello, pero nadie dijo nada.

Draco bajo el libro por completo y volteo a verlo, Severus ya le había dado la espalda y comenzaba a caminar, Draco se puso de pie e inicio la marcha, seguramente el principal tema a tratar era Harry Potter, sinceramente ya se estaba cansando de aquello, que había hecho ahora? juraba que un día de estos iba a tirar la toalla, bueno ¿Así decían los muggles no? Pues lo que fuese, ya no estaba dispuesto a escuchar reproches de Snape, sus celos, aunque bien provocados no le daban el derecho de reclamar, después de todo había renunciado al oji verde ¿No? ¡Este en definitiva sería el último!

Una vez en las habitaciones de Snape, Draco se quedó serio esperando la tormenta que Severus desataría, pero este no reaccionaba, eso era extraño normalmente iniciaría con un reclamo para proseguir con una amenaza, todo relacionado con la provocación de un aborto, pero en esa ocasión el mayor no decía una sola palabra.

Algo no estaba bien ¿Por qué Severus le había hecho acudir? ¿Por qué había ido personalmente por él? ¿Solo para quedarse de pie observándolo?

Bueno, no iba a perder más su tiempo tratando de adivinar, iba a reclamar, por lo menos quería una explicación de ese extraño comportamiento, entonces Severus hizo algo que hasta ese momento no había podido asimilar.

Volvió a agitar su cabeza para no seguir recordando ¡Por Morgana! Severus iba a tener que pagar sus sesiones con los psicó magos.

–¡Draco!

El causante de todas sus desgracias y ahora salvador hacia su aparición, Harry Potter lo miraba sonriendo –¿Podemos irnos ahora?

El joven Malfoy asintió, no se rendiría, el plan cupido Malfoy seguía su curso, además entre más rápido cumpliera su cometido, más rápido podría estar con el pelirrojo sin ningún problema.

O-ó

Draco y Harry se paseaban por las tiendas, la nieve cubría todo a su alrededor, era realmente hermoso, Harry se detuvo a mirar un aparador, algo en esa tienda le había llamado la atención, no pudo evitar pensar que ese sería un perfecto obsequio para Snape, se sorprendido a si mismo con tal pensamiento ¿Por qué pensaba en esa detestable persona? El solo debía tener cabeza para los regalos que daría a sus amigos en Navidad y por supuesto en Draco.

Imposible, Snape seguía rondando por su cabeza, suspiro resignado, ya lo había pensado muchas veces, solo una cosa se le había ocurrido, tenía lógica en su mente, el estar pensando constantemente en Snape, solo podía ser por una cosa, lo que fuera que hiciese en sus sesiones quita maldiciones, la cual no estaba clara del todo, sus amigos no sabían nada, Draco cambiaba el tema de inmediato, preguntarle al profesor de pociones ya no era una opción y Dumbledore, bueno él solo lo había hecho sentirse más confundido de lo que ya estaba, terminando con un guiño y un confía en el profesor Snape.

Draco se detuvo, no se dio cuenta y fue inevitable chocar con él, no lo había notado por supuesto ¿la razón? Estar pensando en cosas que no debía, Harry se disculpó por su torpeza, pero el rubio se había quedo sin decir una sola palabra.

–Oye Harry, se que habrá regalos que no querrás que yo vea, además de eso tengo que comprar uno para Severus.

–¿Snape? ¿Y eso que tiene de raro? Es tu padrino ¿No?

El rubio lo miro mientras asentía –Este regalo no se lo daré en navidad.

Harry ladeo la cabeza como un cachorrito inocente –¿Entonces cuando? –¿Por qué le preguntaba cosas que a él no debían interesarle?

–No es como que siempre nos dejen salir del castillo, así que aprovecho para comprar su presente de cumpleaños y bueno, tú lo conoces ¿No? No recibirá cualquier cosa, pienso que esa tienda no te agradara del todo, así que por que no nos vemos aquí en dos horas, si falta algún presente para tus amigos, algo que yo pueda ver entonces terminaremos juntos las compras ¿Te parece?

El moreno solo asintió, Draco le dio un beso en la mejilla y se retiró, Harry solo se quedo observando, preguntándose cuando sería el cumpleaños de Snape, agito de nuevo su cabeza, vamos Potter deja de estar en la nubes, se dijo a sí mismo, dio media vuelta ¿Qué clase de tienda sería esa?

Había comprado un grueso libro sobre hechizos de poco uso en la vida cotidiana, para su amiga Hermione, la semana pasada un Slytherin le había jugado una mala broma con un hechizo que no conocía ¿Cómo era posible que ella no supiera?

Eso fue lo que en verdad la molesto, después supo por Draco que ese era un hechizo que ya nadie usaba, quizás esa era la razón por la cual la castaña desconocía, al ver el grueso tomo pensó que sería grandioso dárselo, un libro que ni ella se había devorado.

A Ron le compro unos accesorios de quidditch, solo equipo de protección ya que los que poseía además de haber pertenecido a los gemelos ya estaban muy gastados y aunque su novio fuera un Slytherin ¡No dejaría que Gryffindor perdiera! Eso y que la seguridad de su mejor amigo le preocupaba, aunque no fuese navidad o alguna fecha especial, se las daría.

Paso por una joyería, miro un broche con forma de triángulo, con piedras de esmeraldas y diamantes, o eso pensó al ver el precio, a pesar de lo diminuto que era, Draco podía usar eso en su corbata o en cualquier atuendo, después de todo no dejaba de ser una ambiciosa serpiente ¿No? Ya faltaban quince minutos para reunirse de nuevo con Draco, de nuevo paso por esa tienda, se detuvo, mordió su labio con nerviosismo, demonios pensó, entro sin pensarlo más.

Corrió con todas sus fuerzas, nunca pensó que comprar ese objeto fuera tan problemático, como iba a saber que solo había cinco de esos en el mundo, mucho más caro que todos los regalos juntos, aun así había terminado por comprarlo, lo peor del asunto era que estaba dudando en dárselo, por fin llego hasta donde estaba Draco.

Solo sonrió –¿Encontraste todo lo que buscabas? –Pregunto el rubio.

Harry elevo una ceja –Suenas como una cajera de supermercado –El de ojos verde sonrió.

Draco desapareció su sonrisa –¿Una qué?

–Olvídalo, ya termine mis compras y ¿Tú?

Draco asintió –Entonces ¡Vamos a Florean Fortescue, por un helado!

Harry lo miro molesto –¿Está haciendo un frío infernal y quieres un helado?

–Si, es por eso que quiero uno, allí dentro es tan cálido que anhelaras uno.

–Está bien, pero después quiero ir a Honey Dukes ¿Esta bien?

Malfoy acepto feliz, no solo era el hecho de querer un helado había algo más en sus motivos, fue difícil pero consiguió que el pelirrojo fuera, así que supuso que Harry sería más fácil de llevar y aunque no hablaran al menos podría verlo y eso era lo único que le importaba.

Harry había comprado dulces a todos sus conocidos caramelos de limón para Dumbledore, unos de leche para Madam Pomfrey, chocolates para los Weasley, galletas cubiertas de caramelo con forma de animalitos para Hagrid, bombones para Remus, imaginaba que sería todo.

O-ó

La vacaciones de navidad iniciaban mañana, Hermione iría con sus padres, eso ya se lo esperaba, siempre era así, Ron no le había dicho nada aun, Draco tampoco, eso significaba que ¿Estarían con él en las fechas? Eso sería grandioso, pensó, entonces sintió una ráfaga de viento rojiza pasar frente a él, volteo, Ron estaba echando su ropa en su baúl desesperadamente, ni siquiera intentaba acomodarla y menos pensar en doblarla.

–¿Qué haces? –Pregunto sereno Harry.

Ron dio un brinco, miro a Harry y sonrió nervioso –Siempre si me iré de vacaciones de navidad con mi familia, me avisaron hace unos momentos –El joven Weasley continuo echando la ropa al baúl como si en ello se le fuera la vida.

Harry suspiro cansinamente, saco su varita y apunto a su amigo –Momento.

Ron no comprendía ¿Acaso se había enterado lo de él y Draco y ahora estaba furioso? ¡Quería venganza! Entonces solo podía hacer una cosa.

–Lo siento, lo siento, en verdad que lo siento –Se disculpaba el pelirrojo como si se le fuese la vida en ello.

–Pues deberías, el profesor Flitwik estaría muy molesto contigo, permíteme –Con un movimiento de varita, Harry hizo que todo se acomodara en el baúl –listo.

Ron se abrazó de su amigo, Harry no se merecía lo que le estaba pasando pero, no tenía opción o ¿Sí?

–En verdad siento mucho tener que abandonarte en navidad –Ron se separó de Harry, tomo su baúl llevándolo a rastras.

–¿Ron? –Llamo el de anteojos.

El pelirrojo se detuvo, definitivamente, había estado actuando sospechoso, estaba claro que el moreno lo descubriría tarde o temprano, esa idea le aterraba, pero sin duda se disculparía hasta que su garganta sangrara y se quedara sin voz –¿Sí? –Contesto sin siquiera voltear, sabía que si veía la dura cara del oji verde se derrumbaría.

–Si eres un mago ¡Usa la maldita varita por Merlín!

Ron volteo extrañado –¿Usar la varita?

–No arrastres el baúl, solo levítalo –Explico como si fuese lo mas lógico del mundo.

Las carcajadas del pelirrojo resonaron por toda la habitación, por sus nervios había olvidado que tenía esas habilidades y en su afán por escapar solo había hecho preocupar a su amigo, si eso continuaba definitivamente lo descubriría.

O-ó

Harry se dirigía al gran comedor, sin sus dos amigos se sentiría muy solo sin duda, pero no todo estaba perdido aún quedaba Draco, miro la platinada cabellera caminar elegantemente y detrás de él su equipaje, el color pareció desaparecer de él.

–¡Un momento!

Draco lo miro indiferente –¿No te lo había comentado? ¿Sobre la tradición de la familia Malfoy en navidad?

Harry negó con la cabeza.

–Es muy importante que yo esté presente, siempre hay un gran baile de gala y todo eso, cosas de la sociedad, tu entiendes ¿No?

–Y no puedes llevar a tu novio ¿Por qué? –Dijo con un deje de reclamo.

Draco lo miro sin una pizca de sentimiento –No puedes, tienes que quedarte ¿No te lo dijo el profesor Dumbledore?

Harry negó con la cabeza de nuevo.

–Severus no puede interrumpir las sesiones –Contesto aún muy sereno el rubio.

–Entonces invítalo, digo es tu padrino ¿No? –Harry simplemente no podía entender por que tenía que quedarse por esa absurda razón.

–Por que tiene que ser en el castillo, esa magia que te lanzaron continua aquí y Severus cada vez se acerca mas y mas ¿Quieres que por un berrinche tuyo, él tenga que iniciar todo de nuevo?

Harry sonrió con tristeza –Que la pases muy bien saluda a mis suegros de mi parte.

Draco abrazo al moreno –Lo compensare cuando regrese, entiende que esto también es difícil para mí, quiero que recuperes tu recuerdos más que nadie.

El rubio se había estado portando distante con el moreno, por dos cosas, la primera tenia por nombre Ron Weasley y la segunda Severus Snape, el recuerdo de aquel día le vino de nuevo.

Estaba esperando una reprimenda, la clásica escusa de "es mi hijo el que está en peligro" pero no fue así.

El mayor se dejó caer de rodillas, solo alcanzaba a ver su cabellera, se sujetó de la túnica de Draco, el rubio pudo ver como gotas caían al suelo ¿Severus estaba llorando?

–¿Severus? –Dijo sin creer lo que estaba pasando.

No había respuesta del moreno –No le paso nada a Harry o al bebe ¿Verdad? –¿Qué otra cosa podía hacer que el duro profesor de pociones llorara?

–No te lo lleves –Dijo débilmente.

¿Había escuchado mal? –Vamos Severus ¿Qué es lo que pasa? Este no eres tú –En verdad estaba dudando si era alguien usando la multijugos.

Ahora su voz era más fuerte y clara, demasiado suplicante, no imaginaba a Severus haciendo algo así ni siquiera frente al señor oscuro.

–No lo alejes de mi, no te lo lleves –Suplico el mayor.

Draco intento levantar a Severus, eso era demasiado humillante, no podía seguir solo mirando –Necesitamos hablar hay que sentarnos, vamos tranquilízate –Intentaba mediar el rubio.

–No lo alejes de mi, es lo único que tengo –Snape parecía no querer escuchar.

Severus Snape, de rodillas suplicándole por Harry, sin duda algo que había deseado ver con todas sus fuerzas, pero no de esa manera, el hombre parecía tan destrozado, sabía que su actuación era perfecta, pero nunca pensó en convencer a Severus tan fácilmente, algo no estaba del todo bien.

–Vamos Severus, esto debe ser un mal entendido –Sin duda debía de ser, pensó el rubio.

El pocionista no se movía entonces un ronquido por parte del profesor ¿Se había quedado dormido? Lo volteo, entonces un ligero aroma a whiskie lo hizo entender un poco la situación, supuso que solo ebrio haría algo como eso, sin embargo ¿Qué lo orillo a beber en primer lugar? Y como no lo había notado, sus movimientos no eran torpes y su voz sonaba normal. Y claro como cualquier buen bebedor negaría todo recuerdo al día siguiente, aunque nada que un buen pensadero no resolviera.

Draco intentó despejar la mente de aquel recuerdo miro a Harry a los ojos –Lo siento solo serán unos días, trata de no pelear con Severus ¿De acuerdo?

Harry asintió ¿Qué más podía hacer? estaría solo en Hogwarts y para colmo por culpa de Snape y esa tonta maldición...

Continuara...

Nota:

Iba a hacer suplicar a Severus de todos modos, pero pensé que su orgullono se lo permitiría estando en sus cinco sentidos, así que lo más fácil esebriarlo jajaj XD!!

Próximo capítulo! 38.- La carta de un desconocido. Harry solo en el castillocon sesiones de Snape, una carta de un desconocido que hará sus estragos y lomás importante, que habrá comprado Harry para sevy? Sigan con mi fic y losabrán!    

Gracias por leer!! :* Son unos enormes soles!!

Regreso a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora