68.- La noche de bodas y Bran

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Usar un aceite afrodisíaco no era fuera del espectro de lo esperable, después de todo Severus era un Slytherin, y Harry, su amado esposo, como buen Gryffindor lo entendería, de alguna manera.

Y es que, si había de ser sincero con sigo mismo, se sentía deliciosamente pecaminoso penetrar a su Harry. El de ojos negros estaba por demás excitado. Hasta ahora se había contenido en consideración a la preocupación del mas joven, pero necesitaba más. Quizás ya era tiempo de aumentar la intensidad... Así que sujetó fuertemente las caderas del chico. Iba a enterrarse hasta el fondo y hacer gritar de placer a su pareja.
Fue entonces que se escuchó el llanto de su bebe. Ambos voltearon a ver la cuna. El pequeño lloraba mientras su carita se ponía colorada por el esfuerzo ¿Cuánto tiempo habían estado jugando? ¿Ya era la hora de alimentarlo? ¿Por qué Bran tenía que ser tan inoportuno?

"Ignóralo" se dijo a si mismo. Debía retomar el control de su apasionada actividad antes de que... Harry no le dio tiempo a Severus de reaccionar. De inmediato empujó a Severus apartándolo de su cuerpo y se puso de pie. Snape parpadeó perplejo.

No... ¡¡Eso simplemente no le podía estar pasando!!

Severus gruñó molesto ¡Maldición! ¡Tenía que atender a su adolorido miembro! Miró
molesto a Harry y entonces su enojo se desvaneció. Su esposo, desnudo, sosteniendo a su primogénito, con la mirada mas tierna en el de ojos verdes que jamás haya visto antes, era una escena en verdad encantadora.

Severus miraba embelesado como Harry mecía al pequeño, y de repente una sonrisa maliciosa se formo en su rostro. Se le había ocurrido una manera mas creativa de hacer dormir a su pequeño.

–Harry –Llamó el pocionista a su esposo.

Potter miro a Severus y de inmediato supo que algo tramaba. Entrecerró los ojos tratando de adivinar si sus suposiciones eran ciertas. Elevó una ceja al ver la manera seductora en la que, con su dedo, el pocionista le estaba diciendo que se acercara. Instintivamente negó con la cabeza. Tenía que atender primero a su bebe, si caía en las manos de su esposo no sabia lo que podría pasar, no quería ser un mal padre, abrazo con fuerza a su hijo y le dio la espalda al pocionista, "Tentaciones no por Merlín" pensó el menor, había notado que el miembro de Severus seguía tan despierto como al principio.

–Vamos Harry. Ven aquí, quiero abrazarte junto con Bran. Quiero mecerlos a los dos juntos –Fue la respuesta serena de Severus.

Harry, aún indeciso, se acercó a la cama. El pocionista le ayudó a sentarse en su regazo, haciendo que apoyara su espalda contra su pecho para poder abrazarlo. Severus coló su barbilla sobre el cuello del Gryffindor. El pequeño seguía despierto, pero al menos ya no lloraba. Harry suspiro para después desplegar una sincera sonrisa. No podía estar mas feliz, con Bran en sus brazos, casado con el amor de su vida... No, no se atrevía a pedir nada mas, o quizás...

–¿Severus? –Harry quiso llamar la atención de su esposo.

El pocionista se acurrucó aún más en el cuello del más joven, haciendo un sonido mudo dando a entender que tenia toda su atención.

–¿Lo sabes, cierto? –Su valentía menguó solo un poco. No quería terminar decepcionado al no obtener la respuesta deseada.

–¿Qué cosa? –Dijo sonriendo el mayor al ver que su hijo cerraba los ojos y los abría con cierta dificultad, sin duda se estaba quedando dormido.

Harry debió suponer que Snape no se la pondría fácil, pero ya no había vuelta atrás. El deseaba escuchar esas palabras y si tenía que decirlas primero, entonces así sería –Lo mucho que te amo –Dijo sin más inhibiciones, produciendo un ligero sonrojo en sus mejillas al final.

Harry aguardaba el momento en que Severus le dijera, "Si, lo sé. Yo también te amo" pero al parecer eso no habría de ocurrir. Sólo podía sentir como era apretujado entre esos cálidos brazos. Harry entendió que esa era la forma de contestar de Severus. Ambos se amaban. Bran era la prueba, pero a veces era bonito escucharlo. Suspiró resignado. Esa era la manera de ser de Severus y a esta altura Harry no tenia por qué quejarse.

El pocionista se había distraído con el pequeño, solo pensaba en el momento que su hijo se durmiera y lo dejara reanudar el asunto pendiente con su amado. Entonces las palabras de Harry lo hicieron regresar de sus pensamientos. Miró al hombre que tenía entre sus brazos. Su esposo le había dicho lo mucho que lo amaba, pero antes le había preguntado si lo sabía y ¡Claro que lo sabía! Así como sabia lo que se debía contestar en esos casos, pero su orgullo no le permitía emitir esas palabras. Su esposo seguramente estaba esperando una respuesta, pero Severus no estaba preparado para darla. Sonrió maliciosamente. Su voz no le iba a permitir decirlo, no por el momento, supuso que su miembro, aún duro, haría un mejor trabajo. Abrazó con fuerza a Harry, disfrutando de la sensación, meciéndolo un poco. Esperaba que su hijo terminara de dormirse con el arrullo. Deslizó sus manos por el costado del Gryffindor sintiendo como este se estremecía con el toque, posicionándolas en la cintura de este, y luego bajando un poco, para acariciar los muslos, esperando por el momento propicio para hacer su jugada. Comenzó a depositar suaves besos en el cuello de Harry, ya podía imaginar al de ojos verdes ronroneando de placer, pero en vez de eso obtuvo un poco de rechazo. El mas joven parecía querer alejarse. Severus lo abrazó con mas fuerza obteniendo más resistencia. No lo estaba imaginado, Harry realmente no deseaba recibir sus atenciones. Pero Severus no se iba a rendir. Iba a conseguir lo que deseaba ¡Aunque tuviera que violar a su nuevo esposo!

Forcejeó un poco con Harry no ¿Por qué se ponía difícil ahora? Tomó aire para tranquilizarse. No deseaba que su luna de miel terminara con violencia. Debía tener muy presente que su esposo era un sentimental Gryffindor, seguramente había maneras más pacíficas para encaminarlo a las delicias del placer. Se decidió por frotar ligeramente su nariz en el cuello de Harry mientras suspiraba resignado, pero el menor aprovechó para tratar de levantarse. Severus vió la espalda de su esposo elevarse frente a él, siguiendo con su mirada la línea media hasta los bien formados glúteos de su amante. Sintió como su miembro respingaba pidiendo acurrucarse en la tibia entrada del Gryffindor, así que detuvo el escape del menor acercándolo sólo lo suficiente como para rozar la cabeza de su miembro demasiado cerca de la zona del pecado. Harry gimió sorprendido.

–Dices que me amas –Susurró el pocionista –¿No quieres mi respuesta? –Ronroneó el mayor mientras su miembro resbalaba un poco más hacia su objetivo.

Harry se paralizó, dejó de respirar por un segundo. Deseaba enterrarse de una buena vez, pero aun tenia en sus brazos a Bran ¿Y si perdía la fuerza y lo soltaba? Sólo necesitaba dejar a su hijo en la cuna y entonces complacería a su esposo. Fue entonces que Severus hizo su pregunta, ¿Una respuesta? ¡Claro que la quería!

–Déjame demostrarte lo mucho que te amo –Soltó el pocionista sin mayores rodeos. Harry se sintió en las nubes. Escuchar "te amo" al final de la frase, esas palabras de los labios de Severus era más de lo que podía soportar. Sintió como si su cuerpo se empezaba a derretir cual mantequilla en el ardiente sol, permitiendo al fin ser penetrado hasta quedar sentado por completo. Respiró agitado tratando de concentrar la fuerza en sus brazos para no soltar a su hijo. Severus era cruel en ese aspecto ¿Acaso se había olvidado de Bran?

La mano de Severus se aferró a la suya para ayudarle a sujetar a su hijo –Sev –Jadeó el menor –Deja... Bran... Cuna –Fueron las únicas palabras que alcanzo a decir.

Severus sonrió malicioso, ni de broma lo habría de soltar –Muévete para mecerlo un poco.

Harry cerró fuertemente los ojos ¿Era una broma? El pocionista lo animó a moverse usando su mano libre, mientras el de ojos verdes trataba de no dejar escapar ningún sonido de su boca, hasta que suplicó.

–Por favor...

Severus sonrió, Harry se dejaba hacer como quería, sin embargo no podía negar que era cruel mantenerlo sosteniendo a Bran, susurro en su oído –Esta bien, déjame que lo coloque en su cuna –Termino el siseo mordisqueando la oreja del Gryffindor.

Harry quiso separarse, pero Severus ya había decidido que no lo dejaría escapar –¿Acaso no eres mago? –Pregunto divertido mientras sacaba su varita, levitando a su hijo, depositándolo suavemente en su cuna. Hizo otro movimiento de varita –No quiero que te contengas, grita todo lo que quieras Bran no nos escuchará –Harry iba a protestar, pero el pocionista lo interrumpió –Pero nosotros si lo escucharemos a él. Por ahora se sólo mío –El mayor besó el hombro de su esposo mientras deslizaba sus manos hasta tocar los pezones del Gryffindor apretándolos hasta ponerlos duros. Le encantaba esa sensación mientras sentía como ese cuerpecito suspiraba y se estremecía con su toque. Severus continuó devorando ese delicioso cuello mientras animaba a Harry a moverse. El Gryffindor se apretó empujándose mientras movía su trasero haciendo círculos frotándose lo mas posible.

–Ahhh...

El grito de Snape fue como música para los oídos del Gryffindor. Se le había ocurrido hacer ese movimiento y sorprender a su esposo, aunque no estaba seguro que fuese tan placentero, para ambos. Se sentía tan bien frotarse de esa manera.

–¿Dónde aprendiste eso? –El pocionista jadeó extasiado –Casi logras que me corra –Tomó al de ojos verdes por las caderas y lo empujó para dejarlo boca abajo mientras el lo penetraba con mas fuerza, Harry sólo atinó a apretar las sábanas mientras gritaba y gemía –Sev... Así ¡Por Merlín! –Gritó de nuevo al sentir el ataque contra su próstata.

–¿Te gusta? –Preguntó el de ojos negros. Harry sólo pudo asentir mientras se retorcía en las sábanas. El chico no aguantaría mucho. Snape sujetó el olvidado miembro de su esposo y comenzó a masajearlo al tiempo que lo embestía con más intensidad.

–Te amo –Dijo en voz baja el pocionista, los ojos de Harry se abrieron sorprendidos mientras mojaba las sabanas con su semilla. Dos embestidas y sintió la calidez del semen de su esposo en su entrada. Harry sonrió, supuso que tenía esa típica cara de tonto adolecente enamorado, sintió como Severus se dejaba caer agotado a su lado y se abrazó a él de inmediato –¿Estas bien amor? –Preguntó al tiempo que quitaba unos mechones humedecidos de la cara de su amante. Snape lo abrazo posesivo.

–Ahora lo estoy –Dijo para después sonreír.

O-o


Draco había puesto una carota al ver las enormes ojeras de Harry. Después de casi dos meses ¿Cómo podía permitir tal ofensa a su lindo rostro juvenil? No tenía excusa. El y Ron también tenían a Scorpius desde hacia una semana y el Slytherin tenía cara de desvelado. Claro que el elfo que le había regalado su padre el día de su boda ayudaba bastante, pero también se turnaba con Ron para atender a su pequeño.

–¡¡Potter!! –Elevó la voz. Ron, que estaba a su lado, ya lo veía venir. Abrazó a su bebé tratando de tapar sus oídos para que no lo despertara. El hermoso bebé rubio platinado asomaba sus preciosos ojos azules, el pelirrojo no pudo evitar sonreírle. A veces se preguntaba si Lucius Malfoy había dado a luz a Draco puesto que eran demasiado parecidos o simplemente la Sangre Malfoy era demasiado fuerte. Como fuera, su hijo iba a ser demasiado hermoso. Tendría que cuidarlo de cualquier arpía que quisiera dañarle su tierno corazón.

Harry miro extrañado al rubio. Este se acercó molesto y le arrebató a Bran de los brazos. Se lo entregó a Ron sin siquiera preguntar. El pelirrojo casi perdió el equilibrio, pero su expresión se tornó a una de alivio al sentir como Lucius Malfoy lo detuvo por el hombro.

–¡Draco! –Refunfuñó el molesto abuelo –¿Qué crees que haces?

Draco miró a su padre como no dando importancia al asunto –Esos dos se casarán en un futuro, pueden comenzar a conocerse desde ahora –Todos se quedaron sorprendidos por las palabras del rubio menor. Narcisa sonrió divertida. Sólo esperaba que el capricho de su hijo no metiera a las dos familias en problemas y por sobre todo a su nietecito hermoso.

Aunque el objetivo de Draco al quitarle a Harry su hijo no era la de juntar a los niños. Aquello podía esperar algunos años mas. Lo que importaba era mejorar el aspecto de Harry, que era ofensivo a su presencia –Harry, dime ¿Por qué te vez tan cansado mientras que Severus parece tan fresco como una lechuga? –El de ojos verdes desvió la mirada.

–Eso es por que no me ha dejado hacer mi papel como padre –Contestó Snape –Al principio me decía que por el parto yo debía estar cansado y él fue el que atendió a Bran desde el principio, pero por Salazar ¡Ya pasaron dos meses! Le digo que se quede en cama y ¡No me obedece!

Harry sólo volteó la mirada. No quería admitir que su esposo decía la verdad. Era sólo que le gustaba atender a su pequeño e indefenso hijo ¿Acaso no podían entender eso?

–Padre, te encargamos a los pequeños. Iremos a un spa. Nos merecemos unos buenos masajes. Regresaremos en un par de horas –Dijo Draco, como si fuese un vaso de agua lo que pedía.

Harry se escandalizó –¡Imposible! –Harry se sorprendió de su propia respuesta.

Draco elevó una ceja –¿Qué quieres decir con eso?

Tratando de parecer más calmado, Harry contestó –Bueno, cuidar a su nieto es de lo más normal, pero ¿Cuidar un segundo bebé, con el que no tiene relación sanguínea? Es demasiado. No puedo molestar de esa manera al señor Malfoy.

–Yo me quedaré a cuidar de Bran –Interrumpió el pocionista –Además hace tiempo que no platico con mi buen amigo Lucius –Severus tomó a su hijo de los brazos de Ron.

–No se preocupe Potter, aunque tuviese a los dos niños a mi cuidado cuento con la ayuda de mis elfos domésticos –Lucius comentó.

–Todo arreglado ¿Nos vamos? ¿Madre? ¿Ron? –Draco miró a su familia esperando confirmación.

Narcisa sonrió encantada. No se iba a negar a pasar un día en el spa y Ron no iba a perder la oportunidad de ver a Draco vestido con tan solo una toalla. Además debía cuidarlo de curiosos pervertidos.

Severus se acerco para besar rápidamente a su esposo para despedirlo, no quería dar mucho espectáculo –Relájate un poco, te lo mereces –Dijo a manera de despedida, aunque Harry parecía no querer moverse de su lugar.

Draco bufó un tanto enfadado ¿Tenía que hacer todo él? Caminó con paso decidido y tomó el brazo del de ojos verdes –Vamos Harry, quiero alcanzar a mi masajista –Harry trastabilló un poco. Su rostro no mostraba sentimientos, tan solo miraba fijamente a su esposo e hijo. Snape sonrió y tomó una manita de Bran agitándola para que pareciera que le estaba diciendo adiós a su otro padre.

Draco estaba prácticamente arrastrando a Potter fuera del lugar. El moreno menor miraba detenidamente a su familia alejarse a medida que iba siendo arrastrado por el rubio menor. En su mente permanecía esa imagen de esa manera. Incluso su hijo le decía adiós. Harry sintió sus ojos acuosos, no quería separarse de su amante y su bebé.

¡Habían pasado tantas cosas! Demasiadas para su gusto. Y ahora que finalmente tenía lo que tanto había deseado, sentía que tanta felicidad se desvanecería en cualquier momento. Y ahora ¡Querían alejarlo de su familia! Harry se detuvo de pronto haciendo que Draco perdiera un poco el equilibrio, quien se dio vuelta más molesto que nunca ¿Ahora qué? pensó, pero se quedó mudo al ver la expresión preocupada de Potter. El joven Malfoy se alarmó aún más al ver como algunas lágrimas se escapaban de los ojos de Potter –No me dejen solo...

Fue un susurro, pero Draco lo escuchó fuerte y claro...

Continuará...

Nota:

Para el siguiente cap Lucius y Severus se quedaran a cuidar a los pequeños jeje... haber como les va jo,jo,jo... conociéndome no muy bien juar juar...

No se si sientan que estos son como capítulos de relleno, pero la verdad es que por lo general todo termina con y vivieron felices por siempre, pero yo quería exponer un poco las situaciones después del matrimonio, espero les este gustando!
Gracias a Claudia por ser mi paciente beta jeje...
Y a mis lectores por continuar con mi fic!
Hasta el próximo!!

Regreso a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora