72.- Un miembro mas en la familia

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Harry Potter, se había despertado esa mañana sin el cuerpo de su esposo a su lado, comenzaba a molestarle más de lo que se imaginaba. Empezó a buscar a Severus, y no tardó mucho en dar con su paradero. El hombre estaba sentado en el sofá. Harry se acercó a él, Bran no regresaría hasta el mediodía, así que ¿Por qué no? algo de "ejercicio" antes del desayuno les caería bien.

Un poco de seducción en su esposo y en unos minutos estaría gozando de placer...

Potter había lamido glotón el miembro de Severus hasta dejarlo erecto y aun así Snape parecía no reaccionar, pero no se rendiría, conseguiría aunque fuera un gemido del pocionista. Harry sabía como excitar a su esposo y no pensaba contenerse. Así fue que, sin más, se sentó sobre Severus para poder enterrar el miembro de su amante en su trasero. Se sentía delicioso, como si se estuviera derritiendo en su interior. Potter comenzó a moverse –Oh Sev –Harry trataba de sonar lo más sensual posible –Sev Tócame... ¡Oh Merlín! –El menor continuaba moviéndose.

Severus Snape terminó de servir el desayuno: huevos con jamón y tostadas con mantequilla, café y un jugo de naranja. Colocó todo en una bandeja. Pensaba despertar a su adorado Gryffindor con el desayuno en la cama. Sonrió de sólo imaginar la cara de sorpresa del menor. Era lo menos que podía hacer, después del nefasto San Valentín que le había hecho pasar. Eso sin contar todo lo que tenía que soportar a diario, comenzando con su mal carácter y terminando con su falta de romanticismo. El simple hecho de haberlo hecho llorar la noche anterior lo hacía sentir pésimo y deseaba ver sonreír a su Harry, siempre.

Un ruido lo sacó de sus pensamientos. ¡No! Se había arruinado la sorpresa. Con lo perezoso que era su joven esposo después de una noche de sexo creyó tener un poco más de tiempo. Se acercó a la fuente del ruido, ¿Acaso eran gemidos lo que escuchaba? Se apresuró y la sorpresa lo hizo detener.

Abrazado sobre el chocolate, Harry jadeaba. Severus sabía lo real que era la figura de chocolate, pero ¡No como para que lo confundiera con ella! ¡Por Salazar, el debería estar allí y no ese estúpido chocolate! Aunque su esposo podría pensar que era un juego ya lo habían hecho en varias oportunidades: fingir indiferencia, tratarse como solían hacerlo en antaño. Llamarlo como lo hubiera hecho en el colegio, pensar que era un castigo en las mazmorras del colegio, cosas por el estilo ¿Podría ser esa la idea de Harry?


–¿Harry, qué haces? –Severus lo miró confundido. Lo mejor sería preguntar y, como buen Slytherin, tratar de sacar ventaja de la situación.

Potter se detuvo al escuchar la voz de Snape. Si Severus estaba allá ¿Con quién estaba follando?

Harry comenzó a alterarse. Miró la inmóvil figura debajo y después a Severus de pie frente a sus ojos. Aquello tenía que ser un sueño, definitivamente. No se había levantado de la cama, eso era ¿Que estaba sucediendo? No, en cualquier momento abriría los ojos y encontraría a su esposo acostado a su lado. Si eso era, estaba seguro.

Snape sonrió de medio lado, su Harry se veía demasiado adorable cuando estaba confundido –Veo que encontraste tu chocolate de San Valentín, me alegra saber que te ha gustado y que lo estas "Disfrutando mucho"

Harry no pudo evitar sonrojarse, quiso ponerse de pie, pero sintió pegajoso su trasero, estaba todo embarrado de chocolate ¿Cómo es que no lo había notado antes?

–¿Que debería hacer yo ahora? –Preguntó el pocionista.

Ahora sí que Harry no entendía nada –¿De qué hablas? –Harry sabía que no saldría bien librado de su pequeño error.

Severus pareció pensarlo por un segundo –Creo haberte escuchado decir "Sev tócame" pero estas todo lleno de chocolate –Severus se acercó hasta tocar la mejilla de su adorable esposo–¿Qué debería hacer? –Snape no sabía cómo era que se estaba conteniendo, su Harry se veía demasiado "Irresistible". Debía devorarlo ¡Eso era seguro!

Harry comenzó a moverse nervioso, era su oportunidad de salir escapando –Si me das unos minutos, me asearé y entonces...

Potter intentó salir de la habitación, pero la fuerte mano del pocionista aferrada en su brazo se lo impidió –Por favor permíteme hacerlo a mí–La sonrisa lujuriosa de Severus puso a Harry aun más nervioso, si eso era posible.

Con un rápido movimiento, Severus le dio la media vuelta y recargó a su esposo sobre el brazo del sofá, dejando expuesto el trasero de Harry -¿Qué haré? Quiero enterrarme en lo más profundo de tu ser, pero este chocolate no me dejara mucho espacio –El de ojos verdes enrojeció violentamente, podía sentir el calor en su rostro, ¿Cómo podía decir algo tan vergonzoso? Sin pensarlo, contestó a la pregunta –Puedes comerlo...

La voz del Gryffindor fue débil pero clara. Afortunadamente no le estaba dando la cara a su esposo o no se habría atrevido a decir aquello. No sabía qué lo había decidido a dar semejante respuesta, O quizás si, la curiosidad de saber como se sentiría la lengua de Snape en su trasero.

No pudo evitar dar un saltito de sorpresa cuando la húmeda lengua de Snape le acarició la entrada. Severus siguió lamiendo el chocolate hasta dejarla limpia. Metió su lengua adentro para alcanzar un poco más del dulce, mientras Harry se retorcía aferrándose a uno de los cojines del sofá –No soy fanático de los chocolates, pero si lo comiera de esta manera podría hacerme adicto –De nuevo Severus enterró su lengua lo más profundo que pudo, acerco los labios besando, succionando la golosina. Harry gemía con cada una de las veces que su marido iniciaba una nueva succión ¡Aquello era increíble! Un momento, pensó Harry, ¿Por qué bajaba a su pierna? ¡No tenía por que limpiar el escurrido en esa zona! Sintió la nariz de Snape golpear con sus bolas. Quizás la nueva ruta no es tan mala, pensó Harry.

Poco a poco Severus fue colándose entra las piernas de su esposo girándolo para tenerlo de frente hasta al fin atrapar esa dolorosa erección en su boca ¡Por Merlín! Si hubiera sabido que follarse un dulce de cacao con forma de su esposo terminaría de esa manera ¿Por qué no se le había ocurrido antes?

Las manos de Severus se fueron a la entrada de Harry. Al parecer no solo pensaba dilatarlo. ¡También estaba haciendo que el chocolate saliera de una buena vez!

El pocionista se separó del jadeante chico de ojos verdes. Harry miró como éste succionaba sus propios dedos después de sacarlos de su entrada. Era tan... ¡Sexy!

Snape se apresuró a tomar a su esposo. De una sola embestida entró por completo. Harry gritó mientras se aferraba con fuerza al cuerpo del pocionista –¡Tan jodidamente delicioso! –Aseguró el Gryffindor. Severus elevó una ceja, ¿Desde cuándo su inocente Gryffindor había aprendido tal lenguaje? No que le desagradara, simplemente era inesperado.

Al parecer Harry estaba muy animado. Su voz se escuchaba fuerte, ciertamente era muy excitante poder hacer lo que con Bran en la casa era imposible. Severus embestía con fuerza disfrutando cómo las paredes de la entrada de su esposo lo apretaban y al mismo tiempo de poder escuchar al Gryffindor gritar pidiendo por más. No es que fuera demasiado viejo, pero Harry sabía bien como hacerlo sentir como un jovencillo.

Snape tumbó a Harry en el sofá mientras lo embestía con fuerza –Sev, ya no aguanto –Dijo para después morderse los labios –Entonces córrete –Susurró el pocionista en el oído de su esposo; y como si esas palabras fuesen el detonante, el de ojos verdes dejó escapar todo su semen en el abdomen de Severus.

Harry no había notado que la actividad había terminado. Respirando con dificultad, abrió los ojos, cansado. Frente a su rostro estaba el aún erecto miembro de su esposo –¿Me ayudas? –Harry sonrió ante la pregunta de Severus. Con una mano sujeto firme el miembro y lo acercó a su boca. Lamió y succionó con placer. Severus sabia como la estatua, no, ¡Mejor! El Gryffindor apuró los movimientos para dejar que Severus se liberara de la tortura hasta que sintió el sabor salado mezclado con el dulce en su boca. Harry se separó mientras Severus se sentaba a su lado, jadeante.

–No se que opinas tu, pero yo aún tengo deseos de desayunar –Dijo Harry muy relajado.

Snape sonrió. No sabía como su glotón esposo podía mantener la línea.

O-o

(A partir de aquí, si no entienden algunas cosas de lo siguiente, favor de leer Regreso a ti en Navidad.)


Tiempo más tarde, cuando Bran cumplió los seis años, Harry y Severus decidieron enviarlo a un colegio muggle. Snape y Potter creyeron que conforme el pequeño creciera su vida sexual aumentaría, pero se equivocaron...

Severus intentaba seducir a su esposo, pero este se resistía ¿La razón? Estaba en ese momento entrando por la puerta. Bran había visto algo en el televisor. ¡Maldita caja muggle del demonio!, parecía buena idea cuando entretenía al pequeño, pero un error y su hijo termino viendo las noticias en la nota roja, esta explicaba como una familia entera había muerto durante la noche dejando como sobreviviente al hijo menor, solo y desamparado. Por más explicaciones que Harry quiso darle, el niño estaba tercamente convencido que eso podría pasarle a él también y temía que al despertar sus padres no estuvieran con él. Por lo tanto se aparecía en su cuarto y dormía con ellos, sin darle oportunidad a más intimidad con su esposo. ¡Por Merlín! ¡Como extrañaba el sexo!

La situación se estaba volviendo critica, pero la parte Slytherin de Harry le hizo pensar en un maravilloso plan, su hijo era inocente y el se aprovecharía de ello. La navidad se acercaba y su hijo en el colegio se había enterado de la existencia de Santa Claus.

El plan consistía en hacer que su hijo le hiciera una carta a Santa, pero para que sus regalos llegaran el como niño bueno debía permanecer dormido en su habitación. Al menos de esa forma podrían disfrutar de la noche buena, si su hijo no irrumpía en su habitación el pequeño se daría cuenta que nada le pasaría a sus padres si el permanecía en su habitación y si este entraba simplemente no habría obsequios de navidad. Afortunadamente su hijo había heredado todo lo Gryffindor de Harry.

Un hermano. Ese había sido el deseo de Bran al ver a Scorpius y a Lynx los hijos de Draco y Ron. Severus había pensado muy seriamente que podrían adoptar, después de todo Harry siempre había querido una familia grande.

Esa mañana Bran había despertado emocionado asegurando que su hermanito "Henry", como lo había nombrado, estaba dentro de Harry. Ante semejante declaración, y pensando que Bran podía tener algo de adivino los dos adultos decidieron ir a San Mungo. El medimago que los atendió les dio una negativa y Harry, molesto y desilusionado, tuvo una fuerte discusión con su hijo.

La discusión se salió de control y Bran, asustado, fue directo a la chimenea. Draco, necesitaba a Draco.

El rubio llegó de inmediato por la chimenea. No entendía muy bien lo que estaba pasando, pero al ver las lágrimas de Bran, y a Harry tendido en el sofá, dedujo que algo no estaba bien –¿Bran, qué paso? ¿Dónde está Severus?

Sollozando, el pequeño trató de explicar –Mi papi Harry se enojó mucho por mi culpa y se puso muy mal y papi Sev corrió y dijo que te llamara –Hipó tratando de controlar su llanto para poder hablar con claridad.

Draco se acercó a Harry, quien parecía dormido. Su corazón latía y estaba respirando, lo mejor sería llevarlo a San Mungo.

–Severus –Llamó fuerte. El pocionista no era del tipo que fuera a huir de una situación apretada. Algo le debía de estar pasando

–¿Cómo está? –El ex mortífago apareció de la nada.

Malfoy saltó del susto –¡Severus! Parece que está bien, pero creo que lo mejor es llevarlo a San Mungo –Se quedó observando el rostro descompuesto del pocionista –Creo que tu también necesitaras asistencia médica –Dijo preocupado.

Snape negó con la cabeza –Solo necesito una poción para las náuseas es todo, mejor nos vamos. Te explicaré todo en el camino. Por favor lleva a Bran, yo me ocupo de Harry.

O-o

Harry abrió los ojos. Sintió nostalgia al verse en un cuarto de hospital. Alguien le apretó la mano. Severus lo estaba mirando con una tierna sonrisa –¿Qué ocurrió?

Snape le besó la mano –No mucho, sólo que seremos padres.

El ojiverde frunció el ceño –Esas bromas no me agradan Severus.

–Los medimagos no lo entienden, pero yo lo vi. Aún es una pequeña cosita sin forma, pero se está desarrollando dentro de ti –El pocionista miró en otra dirección –Bran, ven aquí hijo.

El pequeño negó con la cabeza mientras miraba al suelo –Papi Harry se enfermó por mi culpa.

Harry miro preocupado como su pequeño se limpiaba las lágrimas –No fue tu culpa Sevy junior.

Bran lo miró atónito. ¡De nuevo lo llamaba Sevy Junior! Aún, no muy seguro avanzo hacia donde estaban sus padres. El de ojos verde estiró la mano para atraerlo y abrazarlo –Lo siento, te llamé mentiroso y no lo eres ¿Me perdonas? –El pequeño asintió.

O-o

Scorpius entró con Draco muy preocupado. Su padre le había dicho que el moreno estaba bien, pero este parecía el rey de los dramas diciendo que tenía que ver a su padrino. Titubeando, se acercó a Harry.

–Padrino ¿Te sientes bien?

Harry sonrió –Estoy de maravilla Scorpius –Dijo muy contento.

–¿Seguro? –Preguntó el menor.

Harry ladeó la cabeza –Claro ¿Por qué tanta insistencia? –Potter sabía que había gato encerrado en todo aquello.

El pequeño se subió a la cama –¿No habrás olvidado lo que me prometiste, verdad?

Draco enarcó una ceja –Hijo no debes aprovecharte de los enfermos –Dijo tratando de reprenderlo.

El moreno sonrió –Pero mi niño, soy yo el que está hospitalizado, ¡No tu!

Scorpius inflo los cachetes –Pero si te pasa algo y después no encuentro a mi verdadero amor ¡No podrás darme mi beso!

Decir que Draco estaba sorprendido, era poco–Harry ¿podrías explicarme lo que está pasando?

El rubio mayor fue completamente ignorado –Sabes Scorpius, no estoy enfermo –Dijo Harry al niño.

–Entonces ¿Por qué estás aquí? –El moreno acarició la rubia cabellera, comprensivo –Eso es por que dentro de mi está Henry, el hermanito de Bran.

Los ojos del niño brillaron de emoción –¡Voy a tener un primo nuevo! –Vitoreó el pequeño –Padrino te prometo que lo cuidare mucho y jugaré con él y...

Scorpius se quedó muy serio –¿Y cuándo nacerá?

Harry suspiró –Pronto...

Continuara...

Nota:

Nos acercamos al final, próximo capítulo será el final, Henry al fin nacerá 

Regreso a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora