22.- Las acciones de Draco Malfoy

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Harry había conseguido escaparse, sentía que todo estaba dando vueltas, eso no era bueno, debía por lo menos llegar hasta donde estaban sus amigos, se detuvo un segundo ¿Por qué todo a su alrededor estaba dando vueltas? Acaso esa pócima que había tomado para recuperar energías, sus parpados se sentían cansados, pero no podía quedarse dormido en un lugar como ese, una personas estaba caminando hacia él, tal vez ese estudiante podría llevarlo hasta donde estaba Hermione o Ron, apenas pudo dar un paso cuando desfalleció, apenas sujetado por el otro estudiante.

El pocionista llego hasta la cama del chico, en su mente buscaba las mejor manera de iniciar la conversación se asomó quedándose muy callado Snape elevo una ceja –¿Qué es lo que pasa?

Madame Pomfrey bufó un tanto molesta y contrariada –El chico no debe estar lejos, no puedo creer que pueda caminar después de la poción que le di, debería estar quedándose dormido.

Snape dio media vuelta sin previo aviso y se encamino en búsqueda del joven, si esa poción la había tomado entonces seguramente encontraría a Potter dormido en algún pasillo.

A grandes pasos el oscuro profesor caminaba intentando no verse perturbado, de pronto detuvo su marcha dio la vuelta en una esquina y allí estaba por fin, lo había encontrado, se detuvo en seco, solo que ¿Por qué Draco lo estaba abrazando?

–¡Draco!

El rubio volteo con cara de susto, al oír su nombre de esa forma no pudo evitar perturbarse, después de todo Potter y el siempre habían sido rivales, aunque favorecido por su casa por Snape, algo no cuadraba ¿Acaso estaba en una especie de problema?

Para ser un ex mortifago y espía de la orden parecía estar mostrando emociones ¿él se veía molesto? O ¿Lo estaba imaginando?

–El solo se desplomo –Intento explicar, dando por sentado que no había hecho nada.

Snape saco su varita y con un simple conjuro lo elevo, un objeto cayo al piso, de inmediato el pocionista lo reconoció ¡Era el reloj! Lo miro detenidamente por Merlín ¿Qué acaso era un estúpido? ¿Qué acaso no estaba pensando bien las cosas? ¡Claro! por supuesto, pequeño detalle el que había olvidado, tenía en sus manos como encontrar a Potter todo ese tiempo pero lo había olvidado, Draco se arrodillo iba a tomar el reloj.

–¡No lo toques! –Dijo rudamente el mayor.

El rubio se quedó observando con una ceja elevada mientras su padrino elevaba el objeto y lo tomaba con su otra mano.

–Me llevo a Potter –No intentaba explicar nada, simplemente se iría en silencio con su pequeño trofeo.

Aquella escena, era muy extraña, el comportamiento de su padrino, nunca había visto al hombre en cuestión demostrar tantas emociones ¿Qué estaba pasando?

–¿Severus? –No pudo evitar llamar el rubio.

Snape se detuvo –¿Ocurre algo Draco?

–¿Me crees cierto? Yo no le hice nada –No quería tener problemas, era mejor aclarar la situación.

–Lo sé, el señor Potter escapo de la enfermería, no debes preocuparte por esto –Dijo esperando que con eso su ahijado dejara todo por la paz.

–¿Y por qué has tenido que ser tu el que le busque? –El maldito rubio se comportaba como un curioso Gryffindor.

Snape gruño –Soy su profesor y Dumbledore me lo pidió –El pocionista siguió su camino.

Aquello no había dejado muy convenido a Draco, probablemente es por el embarazo del chico después de todo Dumbledore y Snape parecían estar muy implicados en todo eso y habían sabido guardar el secreto a pesar de que en ese castillo los rumores se esparcían como una plaga.

Por lo pronto esperaría paciente a que fuera su turno de jugar, tenía que ser inteligente no podía permitirse perder esa oportunidad, tendría a Potter en la palma de su mano y besándole los pies muy pronto.

O-o

Harry habría sus ojos se tallo uno de ellos mientras se sentaba en la cama, tomo sus gafas y se las puso, después de haber dormido tan bien se sentía con bastantes fuerzas, capaz de poder contra todo, al menos eso fue lo que pensó.

–¿Durmió bien Potter?

Harry se quedó paralizado, cuando pensaba en poder contra todo se imaginó así mismo derrotando monstros y magos malignos, bueno sabía que ese momento llegaría, ese día en el que por fin Severus hablaría con Henry.

–Madame Pomfrey me ha dicho que ya estás en óptimas condiciones –Interrumpió Albus.

Harry miro al anciano profesor con una sonrisa en los labios.

–Eso solo fue posible gracias a la intervención de Severus cumpliendo sus obligaciones como el otro padre.

Harry bajo la mirada apenado, ya no podía con aquella tortura, lo mejor era acabar con todo de una vez, saber lo que el otro pensaba.

–Profesor Dumbledore ¿Podría dejarme a solas con el profesor Snape? –Había hecho la petición sin siquiera voltear, su mirada fija en las sabanas, eso aún era embarazoso aunque ya había tomado la decisión.

Dumbledore se acercó a Harry –Mi muchacho hay mucho de que hablar ya tendrán mucho tiempo para estar a so...

–Por favor profesor –Repitió el más joven.

Dumbledore sonrió –Supongo que yo también tendré mucho tiempo para hablar contigo, con saber que estas bien será suficiente por ahora ya hablaremos después de esto, Severus te lo encargo.

El viejo mago se fue con una extraña sonrisa en los labios que no pasó desapercibida por el oscuro mago.

–¿Potter en que estabas pensando? ¡Esto no es un juego!

Harry paso saliva y lo miro a los ojos –¿Qué piensa hacer? –Cambio el rumbo de la charla de manera cortante.

Snape torció la boca –¿A qué se refiere? –Dijo con cierto rencor en su voz.

–No quiero que me vea como Henry, solo dígame si no quiere saber nada de este bebe lo entenderé, no quiero que tenga problemas, por esto, se que en su posición...

–Guarde silencio Potter, ese bebe también es mi responsabilidad, no pienso abandonarlo, pero usted lo pidió, no lo veré como Henry ya que este murió con todo lo que una vez significo para mí en el momento que regreso a su época y solo quedo usted señor Potter, su insignificante figura, por eso hare todo lo que esté a mi alcance y mas por mi hijo de eso no tenga duda ¿Aclare su duda? Espero que si por que ahora quiero algunas respuestas –Dijo mordaz.

–Tres días –Dijo el menor de pronto.

Snape elevo una ceja –¿Tres días? –Eso no tenía sentido ¿De que hablaba el mocoso?

–Solo deme tres días para darle todas sus respuestas, no quisiera decirle algo de lo que después me pueda arrepentir, por favor –Esa última suplica, su voz estaba por quebrarse, no iba a llorar enfrente de él, sus crueles palabras no le afectarían, al menos no abandonaría a su hijo, eso era bueno, no le rechazaba eso era suficiente por ahora, no podía pedir más, después de todo esperaba un abandono total por parte del mayor.

Snape se dio media vuelta –Supongo que si he esperado todos estos años por tan solo una respuesta podre esperar tres días más, solo con una condición.

Harry apretó las sabanas fuertemente con sus manos –¿Cuál es esa condición?

El mayor se quedó muy serió –No vaya a hacer escapismo Potter y para asegurarme de ello más le vale no dejar ese reloj, quiero saber donde se encuentra en todo momento aun después de los tres días, recuerde que tiene a mi hijo y no le perdonare perderlo por alguna tontería suya.

–Está bien –Acepto el de ojos verdes, sin replicas, de todas maneras no sería capaz de alejarse de su reloj.

Snape camino a grandes pasos y se retiró, Pomfrey al ver que el profesor se retiraba se acercó a Harry.

–Señor Potter puede retirarse en el momento que lo desee, me dijo el profesor Dumbledore que al hacerlo fuera a su oficina de ser posible.

Harry asintió, estaba más que ansioso por desaparecer de ese lugar y no volver más –Gracias Madam Pomfrey me iré ahora.

La sanadora sonrió –No vuelva en mucho tiempo –Dijo a manera de broma, el chico prácticamente tenía una cama reservada en ese lugar.


A unos cuantos pasos de la salida no pudo más que encontrarse con problemas, aquellos del tipo rubio.

–Potter ¿No pretenderás hacerme enojar verdad?

Lo malo de la situación era que aun podían empeorar más las cosas, aunque si un keppek o algo por el estilo lo atacaba no estaría mal, Harry volteo la mirada.

–Al grano Malfoy ¿Qué quieres de mi?

Draco sonrió triunfal, dio un paso y se detuvo al ver un ligero brillo recorrer la mejilla de Harry, frunció el cejo se acerco mas al pelinegro, con su dedo limpió la lagrima de Harry

–Conviértete en mi genio de la lámpara –Dijo mientras miraba sus uñas, como si hubiese algo interesante en ellas.

Harry estaba un tanto asombrado, no esperaba aquello –¿Tu genio dices?

El rubio afirmo –Así es, me concederás cinco deseos –Mostro sus cinco dedos.

–En pocas palabras quieres un esclavo ¿No? –Dijo Harry entrecerrando los ojos.

Draco puso cara de puchero –Vamos Potter, suena mejor genio de la lámpara ¿No te parece?

Harry se cruzo de brazos –pero el genio de la lámpara concedía tres deseos.

–Sí, pero son mis términos no los de un tonto cuento.

Harry frunció el ceño –¿Y bien?

–¿Ya quieres saber mi primer deseo?

–Entre más pronto lo sepa, mas rápido acabara esta charada –Y me desharé de ti pensó.

–Esto no se debe tomar a la ligera, después de todo mi genio mágico es nada más y nada menos que el gran Harry Potter, debo pensar bien que pedir.

Harry comenzó a caminar –Más te vale que cumplas y después de esto me dejes en paz.

Harry termino por retirarse, con todas sus ganas de llorar a decir verdad no le importaba si le cumplía diez deseos al hurón, todos sus problemas tenían un solo culpable, y ese era Snape ¿Por qué tenía que haberse enamorado de él? ¿Por qué?

Se metió detrás de una enorme estatua de un hipogrifo, lo mejor sería sacar todo lo que tenía ahora, estaba demasiado molesto y dolido a causa de las palabras de Severus sin duda sus respuestas habrían hecho que todo empeorara, y eso era por que su razonamiento solo le decía que el único culpable era ese maldito grasiento. Y con esas palabras girando en su cabeza libero todas las lágrimas contenidas.

O-o

Snape entro en su cuarto, coloco sus dedos sobre sus ojos, lesionando ligeramente, aquello había sido lo mejor, le daría sus tres días y por fin podría tener sus respuestas, podía esperar, sabía que podía, se dejo caer sentado sobre la cama mientras por fin después de tantos años unas lagrima escapaba...

Continuara...


Nota:

¿Genio de la lámpara? No se de donde salió eso, la verdad iban a ser tres deseos pero pensé que sería mas interesante así je,je...
Gracias por leer!!

Siguiente capítulo 23.- El primer deseo de Draco.

Aunque creo que pondré dos deseos o quizás tres en el capítulo, ya veremos...

Regreso a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora