Regreso a ti

15.- Buscando excusas

Severus salió se despidió sin mayor ceremonia del director, supuso que para cuando el vegete averiguara aquella confesión que el ojiverde había hecho él ya habría descubierto todo por la misma boca del Gryffindor, sin dudar su conclusión hacía ese hombre no cambiaba, Albus estaba todo menos cuerdo, su curiosidad lo estaba alejando de lo importante que era el embarazo de Potter, así que supuso que le dejaría todo a él como le era ya su costumbre, ni hablar de todas formas ya le había dicho a Potter que lo ayudaría.

Iba por el pasillo, después de bajar de las escaleras giratorias que daban a la oficina de Dumbledore, unos cuantos pasos y podía ver una figura familiar, en ese lugar estaba Harry esperándolo.

–¿Profesor?

Severus se detuvo ¿Por qué estaba Harry esperándolo? –¿Se le olvido algo señor Potter?

Harry dudo un poco si hablar o no –Yo, este...

–Hable de una buena vez –Exigió el pocionista.

–Solo quería agradecerle todo y... Solo eso –Harry le dio la espalda y se iba a retirar.

–Espere Potter –Lamo el profesor, de inmediato el chico se detuvo.

–A mi no me engaña, hable de una vez ¿Qué era lo que en realidad iba a decir?

Harry no se giro, permaneció inmovible –En verdad, no importa mejor en otra ocasión –Se disculpó el menor.

–Potter ya esta aquí, no creo que pueda sorprenderme más que su pequeño secreto –Aseguro intentando dar mas confianza al joven.

Harry pensó en lo equivocado que estaba el profesor, pero sabiendo en cierto modo lo que tenia para decir no era tan terrible –Bueno es que menciono que me prestaría un libro y pues, me gustaría mucho leerlo.

El pocionista se quedo observándolo, como no creyendo mucho que esa fuera la razón por la que el Gryffindor hubiese sufrido en decir –¿Eso era? ¿Solo quiere que le preste el libro?

Harry asintió –Eso si sigue en pie la oferta que me hizo en aquella librería.

–Bien ¿Que libro quiere que le preste? –Entrecerró los ojos el pocionista.

Harry lo pensó por un segundo –El que se titula Regreso a ti –Contesto.

Intento no verse sorprendido, el recuerdo de Henry le vino de golpe después de dejar aquel lugar que lo conectaba a él –¿Seguro que no quiere otro? Recuerde que es literatura muggle.

Harry lo miro extrañado –Si ya se arrepintió no hay ningún problema, puedo hacer otras cosas además de leer.

El mayor aclaro su garganta –No, yo le dije que se lo prestaría, el problema es que no recuerdo donde lo puse, necesito buscarlo ¿No le agradaría leer otra cosa mientras?

Harry sonrió –No se que libros tiene –Mintió, claro que lo sabía –¿Podría recomendarme alguno?

Snape gruño, no tenia tiempo para perder con el chico intentando explicar la trama de sus libros solo para ver si eran de su agrado –Venga mañana a mis habitaciones y mejor se los mostrare.

O-o

Harry lo había conseguido, la perfecta escusa para ver a su profesor, solo un pequeño detalle...

¿Dónde están las habitaciones de Snape?

Harry estaba muy pensativo, caminaba por el pasillo sin notar que Hermione no lo saludaba, aquello ni siquiera Ron lo podía pasar por alto, estaba claro que algo le pasaba al ojiverde, intento alcanzarlo.

–¿Qué pasa Harry? –Lo llamo la castaña.

Harry miro a la chica apesadumbrado ¿Por qué de pronto estaba tan agobiado? No era como si fuera el fin del mundo, simplemente no sabía donde estaban las habitaciones del amor de su vida, eso significaba que no iba a poder verlo y por Merlín eso lo estaba matando, que tal si después Severus se arrepentía, y le decía cosas terribles, su imaginación voló de nuevo.

¨como no acudió a mis habitaciones imagino que no le interesan mis libros, no quiero tener nada que ver con alguien así, por supuesto olvídese de que le ayude con su embarazo¨

Harry puso sus manos en las mejillas y giraba en forma negativa, no podía permitir aquello.

Los brazos de Hermione lo dejaron paralizado –¿Qué te pasa? –De nuevo intento la chica.

El rostro de Hermione estaba muy cercas del suyo, visiblemente enojada, se había olvidado de la presencia de la joven, mas bien la había ignorado completamente, miraba detenidamente su rostro, que diferente sería si ese rostro fuera el de Severus, en esos momentos lo estaría besando sin lugar a dudas, cerró los ojos mientras se imaginaba la escena, la castaña iba a zarandearlo cuando se escucho una voz.

–Diez puntos menos para Gryffindor –Dijo la fría voz del culpable de todos sus males.

Aquello lo devolvió a la realidad, miro a Hermione sorprendida por lo que acababa de escuchar, Snape estaba frente a ellos y no era que siempre tuviese una sonrisa en los labios, pero por alguna razón a Harry le pareció como si estuviera enojado por algo.

–Disculpe profesor Snape ¿Por qué ha descontado puntos a Gryffindor? –Solicito un tanto altanera la chica.

El mayor la miro con desprecio –No pueden andar por los pasillos haciendo esas indecorosas en público, al menos esperen a ir a su sala común –Le dijo mordaz.

¿Qué le pasaba? Después de escuchar aquellas palabras, algo en su interior, una inmensa rabia lo quemaba.