-Padre mío... ¿Que está pasándome?
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-Quiero morderte...-Dijo por fin, bañándole el rostro con su cálido aliento
-Hazlo por favor...-Gimió, mirándolo fijamente y el de tez morena jadeó de forma pesada.
-Yo...-murmuró nervioso, respirando intranquilamente.- No voy a detenerme... Si lo hago...
-Por favor... tócame.- Suplicó
-Mierda... -Dijo Namjoon apretando los dientes, perdido en los labios rosas que había pronunciado aquellas palabras que le suplicaban... y se rindió. Tomó a Jin con fuerza de la nuca, atrayéndolo a su rostro y tras ello el castaño sintió los dientes de su verdugo morderle el labio inferior de forma brusca, para después sentirlo empujando su boca, presionándola con fuerza.
Una mordida que lo torturaba y después un beso profundo, entre gemidos de nervios y respiraciones agitadas. Jin cerró los ojos, sintiéndolo todo con detalle, la forma en que los dedos del menor se encajaban en su piel como si tratara de resistirse a algo, y cuando finalmente los abrió encontró los ojos de Namjoon mirándolo profundamente, mientras se despegaba de su boca para dejar como testigo de ese beso un hilo de saliva cálida que colgó de sus labios unos segundos.
Pensó que se detendría, hasta que la mano de Namjoon en su pecho lo hizo recostarse súbitamente y sin previo aviso, metiéndose entre sus piernas, y aun cuando Namjoon llevaba su ropa puesta pudo sentir la presión de algo entre sus muslos, que se movía lenta y discretamente, como si quisiera estar afuera. Jin se estremeció, más aun cuando los dientes que lo adoraban regresaron encima de su piel, con ese húmedo y cruel castigo. No sabía lo que estaba pensando, sólo que sentir el cuerpo del menor presionando el suyo sobre esa cama lo llenaba de terror y al mismo tiempo de impaciencia, mientras Namjoon, perdido en el dulce sabor de su piel castigada se estremecía, ardiendo en el deseo de acariciarlo cada vez más, por eso llevó la mano que no sujetaba a Jin a sus pantalones, desabotonó sin cuidado alguno sus pantalones, bajando el cierre en el característico sonido del ciper, que puso a Jin alerta, fue en ese momento que el castaño se incorporó sobre sus antebrazos y lo vió, de rodillas sobre la cama, en medio de sus piernas, bajando sus pantalones con impaciencia, y tras ello, la enorme erección que punzaba dentro de su ropa interior fue liberada, y por ese segundo lo miró jadeando, con miedo, con el deseo de acariciarlo también.
-Ven...-Dijo Namjoon con autoridad, jalándolo del brazo, pero Jin a pesar de lo exitado que se sentía sintió un terror enorme subiéndole por el pecho, y no pensó en nada más que retroceder, aunque por supuesto no pudo hacer nada contra la fuerza del de tez morena, que jadeaba impaciente, viendo su cuerpo de pies a cabeza.
-Espera... espera por favor.- Suplicó susurrándole, tratando de retorcer su muñeca para ser liberado, pero no servía de nada
-Te dije que... no... me detendría.- Dijo Namjoon como un loco, jalándolo hacia su cuerpo bruscamente, y el estrepitoso empuje hizo que Jin llegara en medio de sus brazos, para ser de nuevo besado con fuerza, sintiendo la lengua de Namjoon en medio de sus labios jugar perversa mente. Lo dejó continuar un momento, porque juraba que parecía que era la primera vez que era besado, la primera vez que sentía una cálida lengua húmeda contagiarle su sabor, pero era diferente de verdad lo era, y esa saliva se apoderó de su lengua en una mezcla de tabaco y dulce azúcar.
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La casa del árbol - NamJin
Fanfiction(Ad+18)-Si fuera tu dejaría de rezar... no parece servir de mucho.- Dijo en un tono burlón su verdugo, mientras sus labios y su nariz repasaron la blanca piel de su cuello, absorbiendo de forma infame el aroma que su piel desprendia.-"Libranos de to...