Parte 66: Mi regalo

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-Padre...

-Hazte a un lado mi niño...-Musitó

-Padre, escúchame.- Suplicó

-¡Dije que te hagas a un lado, Jae Hwan!.- Gruñó, y en el instante Ken sintió las manos de Jin haciéndolo a un lado, y enfrentó al padre Seejin, temblando

-Está bien hermano, no debes preocuparte...-Dijo parándose firme, respirando de forma intranquila

El padre Seejin se precipitó a Jin y le abrió la camisa de forma abrupta, descubriendo la marca pagana sobre su cuerpo y parecía que su corazón se había roto, que algo dentro de él lloraba.

-Padre...-Dijo Jin, pero no pudo continuar la frase, el padre Seejin había plantado en su rostro una bofetada violenta, y dejó su rostro ardiendo en rojo, pero nadie musitó siquiera una palabra, en su lugar el sonido lo lleno el ruido que hacían sus respiraciones impacientes

-Tomaste los votos...-Dijo el anciano, inconsolable.- ¡Los tomaste!

-Perdóneme, padre... nunca quise decepcionarlo...-Lloró a discreción, arrodillándose.- Nunca fue mi intención deshonrarlo...

-Entonces fueron ustedes... ¡fueron ustedes los que lo hicieron! Tu y ese muchacho!- Gritó desesperado, sin poder creer aunque su hijo hubiese sido capaz

-Padre...-Dijo Ken, pero fue interrumpido por la mirada decepcionada del anciano

-Y tú...-Dijo con la voz quebrada en su garganta

-Padre... Ken solo intentó protegerme...-Interrumpió Jin, sollozando

-¡Todos son complices!.- Gritó furioso.- Tu, y tu hermano!, ese muchacho... Min joo!.- Dijo respirando de forma impaciente.- Min Joo... ese desobediente!

-El señor Min Joo...-Musitó Jin desconcertado, y el anciano, con la respiración alterada sólo solucionó mirar hacia el cielo, tratando de tranquilizar su respiración, de contestar porqué el señor Minjoo venía de repente a sus palabras, y a su memoria.

-Min Joo siempre fue demasiado amable... demasiado comprensivo.- Dijo de pronto, desconcertando a ambos.- él... vino a hablar conmigo días antes de su muerte, dijo que quería discutir algo conmigo, algo importante.- Dijo respirando de forma pesada, tratando de tranquilizarse, y sus ojos, aunque miraban a ambos parecían estar en una escena ajena, lejos de ahí, como si estuviera recordándolo todo, y así era- Yo... me negué a seguir escuchando cuando insinuó que... uno de mis niños... -Dijo con angustia.- Que uno de mis niños estaba alejándose del camino "por amor" y yo... me negué a creerlo, lo condené, lo llamé mentiroso, lo llamé blasfemo a pesar de que fuimos amigos desde que éramos niños... y ahora...-Dijo rompiendo en llanto

-Padre...

-Él se fue con nuestro divino padre... pensando que yo lo despreciaba por eso, y a pesar de todo lo último que me dijo ese dia fue: "amas a tus hijos, y por eso puedes entenderlo", y yo no quise entenderlo.- Dijo cubriéndose la cara con vergüenza, y en respuesta Jin y ken solo pudieron guiarlo hacia una silla, en donde tomó asiento, sollozando quedito.

-Perdóname padre... jamás fue mi intención causarte tanto dolor...-Dijo Jin arrodillado, hundiendo la cara en el regazo de aquel hombre, el único que siempre representó para él una figura paterna.

-Jin... siempre fuiste diferente... y yo me negué a verlo, a ver que el miedo a tu rebaño te mantenía aquí, siempre lo supe pero... pensé que el señor en su misericordia nos daría las armas para hacerte dichoso... y no fue así...

-Padre por favor no se equivoque... yo fui feliz aquí... lo fui...-Aseguró, levantando el rostro lleno de lágrimas

-¿Es cierto, hijo mío?.- Musitó el padre, interrumpiéndolo, y lo miró fijamente.- Responde ... te exhorto a la verdad... dímelo

La casa del árbol - NamJinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora