-Hijo mío!.- Sollozó el padre Seejin, lanzándose al suelo, tratando de levantar a su amado hijo, que yacía tirado en el suelo con una mueca de dolor, y el labio partido en una marca roja que sangraba, pero a los hombres no les importó en absoluto que el padre se interpusiera, trataron de hacerlos un lado para poder seguir persiguiendo al incauto que estaba por perder la conciencia en el suelo.- ¡Deténganse! ¡Barbaros! ¡Rufianes!.- Gritaba desesperado, tratando de proteger el cuerpo de su querido Jaehwan de los crueles golpes de aquellos hombres cuando en el instante la madre lee y la madre Han aparecieron, asomándose por la puerta de la sacristía, y con mirada de terror contemplaron el cuerpo del joven cuya cara sangraba.
-¡Quítese padre!, o usted también sufrirá las consecuencias!.- Dijo uno de los hombres, arrojándolo contra la pared
-¡No! ¡Por favor deténganse!.- Gritó la madre Lee interponiéndose, pero cuando otro de ellos se acercaba amenazante a ella unos pasos de botas pesadas entraron a la habitación, imponiendo su presencia.
-¿Qué está pasando aquí?!.- Gritó el sheriff, acompañado de uno de sus hombres
-¡Sheriff! Estos hombres! ¡Están golpeando a mi hijo!.- Gritó el padre Seejin desesperado.- ¡Deténgalos por favor!.- Continuó, mientras se incorporaba sobre sus frágiles piernas, con una mueca de dolor en el rostro, y respirando pesadamente observó a JaeHwan que había perdido la conciencia en el suelo.- ¡Hijo!.- Chilló el padre arrodillándose a su lado.
-¡Ese maldito bastardo! ¡Ocultó al criminal que atacó a mi sobrino! Y dejó tuerto al hermano del padre Gongyoo! Lo dejó ir!
-Eso es una acusación muy grave, ¿estás seguro?
-El doctor Han se lo confesó al padre GongYoo!
-¡¿Que?!
-El otro seminarista, el que se largó ¡Fue él quien los atacó!
-¡No digas disparates!, ese niño se fue porque nadie lo quería aquí! Un chico como él... no podría hacer tal cosa
-Mi SeokJin no hizo nada de lo que se le está acusando!.- Dijo el padre Seejin, abrazando el cuerpo de Jaehwan en sus brazos.
-¡No sé cómo lo hizo! Pero el doctor dijo que él tenía un tatuaje en el cuerpo como el que mi sobrino describe! Seguramente este maldito bastardo lo ayudó a hacerlo!.- Dijo el hombre señalando a Ken
-¡Eso no es cierto, no es cierto!
-¡Claro que es cierto! El doctor Han no mentiría y lo que le hicieron a mi sobrino no quedará impune! ¡Maldito padre hipócrita!.- Dijo tratando de sujetar al padre con violencia, pero el sheriff lo detuvo, azotándole los brazos
-¡Basta!
-¡Ese maldito tenía que pagar! Y este niño estúpido lo ha ayudado a escapar!.- Le gritó en la cara.- ¡El doctor lo dijo!
-¡¿El doctor te dijo que los seminaristas estaban tatuados?! Por Dios, escucha los disparates que dices!
-¿Porqué mentiría el doctor?!
-No lo sé, pero eso es algo que no sabemos, y no tienes derecho a entrar a este lugar y mucho menos golpear a un jovencito!
-¡Un jovencito!, ese maldito hipócrita, corrió a refugiarse en este lugar porque tiene algo que ocultar!
-¡Mentira!.- Gritó el padre Seejin.- Corrió porque comenzaron a golpearlo, ¡yo lo vi! Brutos barbaros!.- Lloró el padre, sosteniendo el cuerpo de Jae Hwan.- Mira lo que le han hecho a mi muchacho.- Sollozó
-No lo defienda, ¡Maldito anciano mentiroso! Ese bastardo lo sabe... Y cuando despierte va a decirme en donde está ese malnacido si sabe lo que le conviene- Gruñó
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La casa del árbol - NamJin
Fanfic(Ad+18)-Si fuera tu dejaría de rezar... no parece servir de mucho.- Dijo en un tono burlón su verdugo, mientras sus labios y su nariz repasaron la blanca piel de su cuello, absorbiendo de forma infame el aroma que su piel desprendia.-"Libranos de to...