Parte 63: Agua

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Su cuerpo estaba húmedo, y al mismo tiempo cálido, porque el agua de la lluvia que antes se había encargado de hacerlo sentir frio ahora no era más que vapor en el aire de aquella pequeña habitación, tenuemente iluminada con una pequeña lámpara de luz discreta, agradable.

Namjoon respiraba de forma profunda, con la nariz metida en su cabello, y de vez en vez, deslizándose entre los segundos, juntaba sus labios para besarlo en la frente, a pesar de que esos mechones de cabello castaño eran capaces de hacerlo sentir cosquillas en la nariz, y sus huellas dactilares, por otra parte, provocaban unas cosquillas agradables en el cuello, y en los hombros de su amor, que sonreía, hundido en su brazo y parecía ser una almohada cálida que olía a tabaco y a canela.

-Tengo miedo... de estar soñando, Jinie...-Se confesó el menor en medio de un susurro, estrechando el frágil y delgado cuerpo de piel blanca que yacía entre sus brazos, y suspiró, escondiendo la cara, suspirando de forma pesada, como alguien que suspira para quitarse de encima la incertidumbre.

-Yo.... También...-Dijo quedito, dirigiendo su rostro hacia arriba y lo miró a los ojos fijamente unos segundos, acariciando su mejilla con suavidad.-Pero si es un sueño... puedo jurarte que jamás dejaré que despertemos de él...

-Confío en ti...-Musitó el menor, juntando su frente a la de su hermoso Ángel, y tras ello depositó un pequeño besos en sus labios, sellando el pacto.

-Debes ser mas cuidadoso con estas cosas Nam... si vuelves a besarme de esa forma voy a derretirme...

-Seremos dos entonces...-Sentenció el menor, dándole otro pequeño beso en los labios, y después otro, haciéndolo sonreír.

-Bien... me parece justo.- Rió, y tras ello correspondió el beso con fuerza, hechizandolo por un momento, porque Nam empujó de vuelta, comenzando a subirse encima de su cuerpo, separándole la piernas poco a poco con la rodilla, hasta que estuvo en medio de ellas, y así sin dejar de besarlo comenzó a jugar ligeramente con su lengua, proponiéndose tomarlo de nuevo, y sin embargo una pequeña mueca de dolor en el rostro de Jin lo detuvo.

-Mi amor...-Dijo desconcertado, descubriendo en la parte baja de su espalda un horrible y enorme golpe.- ¿Q-que...?

-Ah...-Dijo Jin viendo el moretón de reojo.- Yo... tuve un accidente

-A-accidente.- Pronunció, levantándose súbitamente y tras ello lo volteó con delicadeza, descubriendo un golpe más en una de sus piernas y algunos rasguños que se subían por la espalda.- Jin...

-No te preocupes Nam... estoy bien

-El... ¿él te lo hizo?!.- Dijo angustiado, con una ira que comenzaba a inundarle la cabeza, y que fue interrumpida por las suaves manos de Jin sobre su rostro, y una mirada amable que por un momento logró tranquilizarlo.

-Shhh... nadie me lo hizo... fue un accidente...-Aseguró, mirándolo de forma amable

-Jin...

-Es una larga historia la que debo contarte... pero, ahora mismo me gustaría no hablar de ello, ¿está bien...?-Pidió, acariciando su rostro con suavidad, y Namjoon tragando en seco asintió obediente, sintiendo sus cálidos labios sobre los suyos, asegurándole que todo estaria bien.

-¿Seguro que estás bien...?

-Si mi amor... lo estoy ahora que ya estamos juntos...-Musitó metiéndose entre sus brazos, y se acurrucó suavemente, cerrando los ojos, mientras Nam, tratando de quitarse la preocupación de encima suspiró, estrechándolo.

-Okay...-Dijo finalmente, cerrando los ojos, cuando el sonido de su celular vibrando en su pequeño buró los distrajo súbitamente, y Jin, alargando el brazo lo tomó, ofreciéndoselo.-Déjalo ahí... no me interesa nadie que no seas tu

La casa del árbol - NamJinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora