Parte 61: Cumpleaños

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Capítulo 5❤

-¡Jin!.- Gritó Ken histéricamente, lanzándose lo más rápido que pudo, y lo alcanzó, apenas por un milímetro fue capaz de sujetarlo del brazo, y su torax hizo un ruido seco contra el piso por el impacto. Jin era un peso muerto, jaló a Ken aunque trató de sujetarse con todas sus fuerzas, y rodaron por el borde del precipicio, un muro casi vertical que los salvó, sólo por las raíces de los árboles que se asomaban, poniendo pausas dolorosas contra las que chocaban mientras caían, Ken lo jaló como pudo, cubriéndolo, encerrándolo entre sus brazos mientras caían, y finalmente tocaron el suelo, inconcientes.

Cuando Ken despertó comenzó a toser, no sabe cuanto tiempo pasó, solo que escupió una generosa cantidad de sangre sobre el pasto fresco, y tras ello comenzó a gatear como pudo, acercándose al cuerpo de Jin que yacía a unos metros del suyo

-J...in...-Dijo con dolor, llegando hasta él, llorando.- J..in!

El castaño no reaccionó, por eso se inclinó hasta su pecho, rogando por escuchar el ritmo de sus latidos, y para su alivio ahí estaban, débiles... pero ahí estaban, y jamás en su vida se sintió mas agradecido por algo.-Her...man..o- Dijo con dolor y Ken comenzó a llorar.

-Resiste... resiste.- Dijo levantándose como pudo, dándose cuenta de que su brazo estaba roto, y sin importarle el dolor punzante que lo aquejaba levantó a Jin sobre su espalda, para comenzar a caminar.

Una fronda de árboles, después el pequeño riachuelo, después un camino de tierra, fue lo que cruzó, sintiendo que en cualquier momento iba a desmayarse por el dolor, pero no podía, y no lo haría, porque no sabía que clase de daños había sufrido el cuerpo de Jin, y sencillamente no pararía hasta llevarlo al hospital.

Sus pasos lentos retumbaban en la tierra, casi partiéndola, eran pesados, tortuosos, pero no se detenía, lo hizo, a contra de su voluntad, cuando de repente sintió la espina dorsal quebrándose dentro de su cuerpo, y suspiró, sintiendo como se desplomaba en el suelo, viendo como el cuerpo de Jin caia a su lado, y comenzó a llorar.

-Jin...-Lo llamó con impotencia, con angustia.- Jin...-El castaño entre abrió los ojos, semiinconciente, mirándolo.-resiste... resiste.- Suplicó

-Hermano... déjame ir...

-No... no puedo.- Dijo llorando, viéndolo con dolor.- No quiero que mueras...

-Voy a estar con nuestro padre...-Musitó, cerrando los ojos poco a poco, y Ken, con el cuerpo atrofiado, sangrando de forma interna se arrastró con sus ultimas fuerzas, tocando uno de sus dedos, y sin darse cuenta, comenzó a hablar con aquel que era el único que podía concederle clemencia.

-Padre mío... escucha la petición de tu hijo... -Suplicó.- No te lo lleves... porque aún no es tiempo... porque él es precioso... porque él no tiene culpa...-Rogó quedito, temblando..- Padre mío... si haz de llevarte a alguien por la osadía que hemos cometido... he de pedirte que me lleves en su lugar... llévame en su lugar... ten misericordia...-Suplicó, perdiendo la conciencia acto seguido.

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Namjoon estaba junto a la ventana, sentado a la mesa, y veía caer las gotas lentamente, dezlizandose por la ventana, lentas, completamente frias.

A lo lejos se veían las luces de la ciudad siendo opacadas por la abundante lluvia que las empequeñecia, y por un segundo le pareció que tenían el mismo efecto que cuando entrecierras los ojos, porque lucían borrosas, y a pesar de eso brillantes.

Había sido obligado por Min Yoongi a sentarse en ese lugar, a "no regresar a su habitación como un perdedor" a hundirse en su miseria, como había hecho hasta ese momento, porque juraba que esa noche traería mucho alcochol, y muchísima comida para celebrar su cumpleaños numero 20 e incluso prometío tal vez llevarlo por prostitutas, si es que se portaba bien. Por supuesto que era broma, pero igual se rió cuando Jimin le dio un golpe en la cabeza, mirándolo de forma hostil.

La casa del árbol - NamJinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora