Parte 25: Un regalo

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-Lámelos bien...
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Hazlo en mi piel también, como lo haces en la tuya...

NamJoon permaneció en silencio, mirándolo desconcertado, y se incorporó para verlo fijamente.-Jin eso no...

-Dibújate en mi cuerpo, Nam.-Interrumpió, mirándolo profundamente.- Para que no olvide nunca este sentimiento...

-Jin... no necesitas hacerlo para no olvidarlo...-Dijo acariciando su rostro con la mano, y Jin cerrando los ojos ladeó la cabeza recibiendo su dulce contacto.

-El calor de tus manos... el tono de tu voz... tu dulce aroma a canela y tabaco... todo eso.- Musitó lentamente, como si pudiese percibirlo con intensidad.- Quiero que se quede inerte por siempre...-Dijo abriendo los ojos por fin y lo miró profundamente, decididamente.- Como esos recuerdos... que ocultas bajo tu ropa..

-Duele mi amor... -Susurró, frunciendo el ceño, tratando de que comprendiera.-Duele mucho...Mi piel es dura...-Continuó.- No es como la tuya, la tuya son nubes que se rasgan...

-No importa... puedo soportarlo

-Jin...

-Por favor concédeme esto...-Dijo tomando sus manos, y las llevó a sus labios, dándoles un pequeño beso.- Y déjame llevarte por siempre conmigo...

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La noche cayó sobre los árboles, y después sobre el techo de la casa del árbol, por eso Namjoon encendío la linterna de luz amarilla que iluminó todo de repente y la puso sobre la mesa, dándose cuenta de que esa luz sobre la piel de Jin la hacia brillar como el alba, como si viese una puesta de sol, y cautivado acarició su rostro de forma lenta, y llevándolo hasta sus labios lo besó intensamente.

-Mañana...-Susurró Jin sobre sus labios, jalándolo de la camiseta, profundizando sus besos y Namjoon hundido en su boca asintió lentamente, llevando sus manos a la cadera de Jin, recargándolo en la mesa con lentitud y tras un pequeño empujón lo subio, metiéndose entre sus piernas.

-Va a dolerte mi amor...-Dijo mordiendo ligeramente su labio y Jin solo asintió, mirándolo directamente a los ojos

-Me gusta cuando me lastimas así...-Admitió, sonriendo y Nam, escuchando ese tono casi felino salir de sus labios llevó la boca a la tersa piel de su cuello, castigándola de forma deliciosa y eso hizo que se estremeciera.-Nam...~

-¿Porque de repente quieres sentir dolor?...-Musitó en voz baja el menor, jadeando sobre su piel delicada, mientras con su mano hábil desabotonaba poco a poco su camisa, dejando expuesto su torso y Jin respirando con impaciencia hacia el techo sonrió a medias, mordiéndose los labios cuando los dientes de Namjoon castigaron la piel de su pecho de forma deliciosa.

-Porque en tus manos sabe bien...~.- suspiró, haciéndolo sonreír, y tras ello Namjoon mordió uno de sus pezones, estremeciéndolo, provocando que arqueara la espalda, gimiendo.

-Mi angel... Esto está tan mal...-Dijo complacido, viéndolo estremecerse entre sus manos preciosamente, y acariciándolo con la lengua subió de nuevo hasta su boca, metiéndola de lleno entre sus labios, acariciando su lengua de forma sumamente morbosa, en medio de gemidos preciosos.-Y tu... lo disfrutas tanto

-No... lo digas así...~-Suplicó, siendo acallado por la lengua de Namjoon que le quitaba la respiración, mientras de forma hábil se deslizaba hasta su cinturón, haciendo retumbar el metal de la hebilla de su cinturón siendo puesto a su lado sobre la mesa y después el sonido de sus botones siendo desabotonados , el sonido del cierre de su pantalon siendo bajado y tras una mirada perversa sus pantalones y su linda ropa interior cayeron al suelo.

La casa del árbol - NamJinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora