Parte 72: Un lobo

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-L-lo siento.- Musitó en un tono pequeño.- Y-yo quería hablar con usted...

-Ahhhg...-mascullo palmeándose la cara.- Ya cálmate... fue sólo un beso accidental, no pasa nada...

-Si...-Dijo Jin con su cara de puchero, asintiendo despacio

-Ok... a ver...-Dijo hablándole en un tono amable, poniéndose un cigarro en la boca para tranquilizarse, temiendo que comenzara a llorar de nuevo.- ¿Que necesitas, Seokjin?

-Y-yo...-Dijo sorbiendo la nariz.- Q-quería pedirle un favor

-Sí claro, dime.-Dijo con el pendiente de que dejará de llorar-¿Que es?

-Q-quisiera pedirle un préstamo

-¿Prestamo?

-S-si...-Tartamudeó con sus manitas juntas en su pecho, tímido.- Y... que... me acompañara al supermercado...

-¿Para que quieres ir al supermercado?.- Dijo sin más, levantándose de la cama y se aproximó a él, por eso Jin se hizo un paso para atrás, todavía con los ojos ligeramente llorosos.-¿ Oye puedes calmarte? Ya te dije que fue un accidente

-S-si lo siento señor Min...-Dijo haciendo una reverencia nerviosa

-que no me digas señor Min!

Jin hizo un puchero, con las manitas juntas en su pecho.-Perdon!- Chilló de nuevo

-Aggg...-masculló pasándose la mano por la cara -¿Cuanto quieres?.- Dijo finalmente, abriendo el cajón de su cómoda, de donde sacó un considerable fajo de billetes

-Y-yo... no lo sé exactamente, es que... creo que las cosas son mas caras aquí que en donde vivía, entonces por eso...-Musitó quedito

-Mmm...-masculló de nuevo.- ¿Porque no le dices a Jimin que te lleve?

-Es que... ellos están atendiendo clientes todavía y además... bueno lo que quiero comprar Namjoon no...-Dijo jugando con sus dedos, como ocultando algo y el de tez blanca lo comprendió en el momento.

-Ok... entiendo.- Dijo volteándose, y acto seguido se dirigió al closet, sacando una playera perfectamente doblada, que extendió con lentitud y acto seguido se quitó la que traía, ruborizando a Jin que miró automáticamente a otro lado, y sin embargó, milésimas después miró de reojo, con curiosidad, y aún ruborizado lo observó con detenimiento. Por supuesto no lo veía con morbo, sencillamente, quería ver sus tatuajes, porque como Namjoon, aquella piel pálida estaba coloreada por decenas de ellos.

-Sabes que puedo verte por el reflejo del espejo, ¿no?

-A-ah, lo siento Min Yoongi.- Dijo tapándose los ojos.- No pretendía mirar

-Pero lo haces de todos modos.- Dijo con una media sonrisa socarrona, poniéndose la camisa limpia en silencio, acto seguido tomó su teléfono y revisó la hora, ladeando un poco la cabeza.- Vámonos ya.- Dijo poniendo en su bolsillo las llaves de la camioneta.

-Si...-Musitó inclinando la cabeza, siguiéndolo fuera de la habitación, cuando entraron a la sala de estar, encontrando la mirada de varios clientes que esperaban su turno, y a Namjoon concentrado, haciendo arte, como siempre.

-Voy a salir, me llevo la camioneta Jimin.- Gritó pasando de largo a través de la sala

-Si.- Contestó Jimin con la mirada perdida en el ipad

-Tambien me llevo a SeokJin.- Volvío a gritar, y Jin metido en sus hombros lo siguió, cuando, como si fuese una especie de lobo cazando Namjoon salió de detrás del cancel, dejando al cliente que atendía desconcertado.

La casa del árbol - NamJinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora