-Es un... sacerdote.- Dijo en un tono casi inaudible, al aire, sin poder creer lo que sus ojos veían.- ¡¿Es un maldito sacerdote?!- Susurró alterado, cuando por fin, a escasos metros SeokJin encontró su mirada, y esos ojos, recorrieron a detalle el rostro de Jimin, con curiosidad, con notable desconcierto.
-¿Quién... es usted?.- Dijo Jin completamente extrañado, más aún por los tatuajes que se escondían bajo ese abrigo discretamente.
-Eres un sacerdote... -Dijo sin más Jimin, levantándose.- Mierda...
-Yo... no se quién es usted pero le voy a pedir de la manera más atenta que no use este lenguaje aquí.- Dijo firme, aun desconcertado
-Soy Park Jimin... me recuerdas ¿no es cierto?-Contestó el otro, haciendo que a Seokjin le recorriera un halo frio la espalda.- Tu eres Kim SeokJin
-¿Qué...?
-He venido a hablar contigo.- Dijo firme, y en cambio Jin sólo pudo retroceder unos pasos
-Yo... yo no soy la persona que buscas, él ha salido así que por eso he venido a recibirte yo.- Aseguró nervioso y Jimin se acercó, ladeando la cabeza, mirándolo de cerca, apenas a centímetros de su rostro, y Jin no pudo evitar tragar en seco un segundo, porque ese joven, debajo todos esos anillos de metal, tenía uno de los rostros más bonitos que hubiera visto alguna vez, eso le resultaba ligeramente intimidante y sin embargo Jimin lo distrajo de sus pensamientos, cuando bufó.
-Mmmmh... estás mintiendo.- Dijo sin más.- Eres Kim SeokJin
-Q-que...-Balbuceó.- No... yo...
-Puedes decir la idioteces que quieras, pero a diferencia de las personas de este pueblucho tu no me miras con miedo, ni con enojo... resulta demasiado obvio que estas acostumbrado a la gente que luce como yo... aunque seas un padre...-sentenció, helándole la sangre a Jin, se sentía expuesto
-Yo...-Tartamudeó Jin, desviando la mirada.- No tengo nada que hablar con usted, joven Park Jimin
-Claro que lo tienes.- Musitó, poniendo la cabeza de lado, en el intento por encontrar sus ojos.- Tengo a un tipo en casa que ha perdido la cabeza por amor, es aún peor porque ese amor resulta ser un sacerdote... creo que tenemos mucho de que hablar
-Por favor... es sumamente inoportuno hacer esto...-Dijo suplicante.- Solo... lléveselo, hágame ese gran favor, se lo imploro
-Por supuesto que no lo haré, menos de esta forma...
-Joven Jimin...
-Si tienes problema en hablar aquí vayamos a otro lado...
Jin suspiró de forma pesada, acomodándose el traje a discreción mientras miraba hacia todas direcciones, asegurándose de que nadie los hubiese visto y tras ello salieron del convento, con el sol que se ponía sobre sus espaldas, Jin no dijo nada mientras caminaban, solo suspiraba nervioso, y Jimin lo observaba con demasiada atención, sin poder creer que esa era la persona "sin escrúpulos" que había dejado a Namjoon sin más, sin poder creer que aquella persona, siendo un sacerdote era la persona que había compartido tanto con Namjoon.
-¿No crees que ya hemos ido lo suficientemente lejos?.- Dijo harto de caminar, encontrándose a la orilla del sendero desierto, que daba al bosque
-S-si...- tartamudeó, volteándose hacia él
-Bien, entonces empecemos porque me digas porque coño Namjoon y tu...
-Joven Jimin -Interrumpió. -siento que tenga que ser tan descortés con usted.- Dijo tratando de tranquilizarse.- Pero esa persona... ya no tiene nada que ver conmigo... les he llamado por cortesía, porque sé que esa persona es importante para ustedes, pero no hay nada más que yo tenga que hacer en esta situación, su amigo ha estado comportándose de forma errática en los últimos días y eso ha hecho exasperar a mis feligreses, es por ello que les pido de la manera mas atenta que se vayan con él de aquí... antes de que algo malo pase
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La casa del árbol - NamJin
Fanfiction(Ad+18)-Si fuera tu dejaría de rezar... no parece servir de mucho.- Dijo en un tono burlón su verdugo, mientras sus labios y su nariz repasaron la blanca piel de su cuello, absorbiendo de forma infame el aroma que su piel desprendia.-"Libranos de to...