Se aferró a los hombros de Jin como si el cuerpo fuese a derretirsele, y comenzó a llorar con desesperación, metido en el hombro del castaño, deshaciéndose. Las piernas de Namjoon temblaron, como un anuncio de lo inevitable, y después sus rodillas, inválidas, se doblaron estrepitosamemte, haciéndolo perder la fuerza. Jin no pudo sostenerlo, lo acompañó de rodillas hasta el suelo, con un nudo en la garganta que le quitaba el aire, le quitaba la vida, y mientras Namjoon se rompía estrujándolo con fuerza, mientras se deshacía en un llanto que tronaba el mismo suelo, Jin sólo pudo guardar silencio, sólo eso.
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Parecía una mala broma, un acto de saña por parte del destino, porque estaba lloviendo.
Aunque no lo suficiente para frenar su marcha, no lo suficiente para que se diera cuenta del enorme desastre de lodo que venia colgándole de los pies a cada paso de sus pesadas botas negras.
Para él el mundo se había puesto en pausa, como si hubiese presionado el botón de stop dentro de la película, y junto con él, los colores hubiesen huido en medio de la estática difusa, casi silenciosa que reinaba a su alrededor.
Cargó el cuadro de su sonriente tío él mismo, en silencio y con la mirada gacha, mientras una serie de gente del mismo aspecto lo seguía, cantando con levedad, con sus paraguas tapando sus cabezas. SeokJin a su lado iba como él, sin taparse de la lluvia, solo siguiéndolo con la congoja ahogándole el corazón a cada paso que dieron hasta el cementerio.
Había sido todo tortuoso, sumamente cruel, porque durante la velación nadie se acercó a darle el pésame a Namjoon, a pesar de que el señor Minjoo era su tío, a pesar de que el hombre siempre dijo que su sobrino era un buen chico, uno difícil, pero uno amable, y generoso, la muerte sólo le alcanzó para que dijeran que el sastre había sido una buena persona, pero no le alcanzó para que perdonaran a su sobrino, pero eso a Namjoon no pudo importarle menos, eso a Namjoon no le importó en absoluto y es más, siquiera se dio cuenta y SeokJin lo agradeció, vio el lado positivo por lo menos de eso, porque su novio, su lindo amor se hallaba tan sumergido en su dolor que siquiera podía darse cuenta de lo que pasaba a su alrededor y antes de que se levantara el velorio sólo dos almas buenas se acercaron de corazón a abrazarlo: el padre Seejin, fiel amigo del señor Minjoo desde la infancia, y la madre Lee, nueva amiga de él, amable anciana que podía ver a través de su máscara de chico malo.
Y así mismo lo siguieron hasta el cementerio, con las cenizas del señor Minjoo en sus manos. Todos los residentes del pueblo dijeron que debía ser enterrado en un ataúd, porque era la tradición,porque era un enterramiento cristiano en forma y porque así es como su hermana, la madre de Namjoon, había sido enterrada también en aquel cementerio, pero Namjoon no se los permitió, no quería verlo dentro de un ataúd y no dió mas explicaciones.
Poco después explicaría a Seokjin que no quiso enterrarlo porque la tierra era fría y los gusanos en ella te comían, a diferencia del fuego que era cálido, tan cálido como siempre le gustaba a su tio estar, y hecho cenizas regresabas a la tierra para ser parte de ella en un pequeño espacio con tu nombre grabado.
La gente se acomodó alrededor de la urna, y Namjoon con un nudo en la garganta depósito la pequeña caja dentro de ella, rompiendo en un llanto que le deshacía el pecho a Seokjin, pero no podía estrecharlo como quería, ni besarle la frente ni hablarle cara a cara, mirándolo a los ojos para consolarlo, porque sólo metería en problemas a ambos, por eso se limitó a acercarse, palmeándole la espalda con dolor, mientras acariciaba la pequeña caja con las manos.
-Tío... encuentre a mi madre... -Susurró sollozando de la forma más cruel que alguien pudiese imaginar.- Vaya con ella y abrácela como añoró todos estos años... abrácela por mi...-Musitaba
Y Seokjin, viéndolo con bruma en el pecho se acercó a la urna, tocándola sobre la mano de Namjoon.- Vaya sin preocupación señor MinJoo...-Musitó quedito, aun cuando los demás podían ver lo que hacía.- Yo voy a protegerlo...
Namjoon se volteó a verlo, por primera vez en todas las horas en que el shock no lo había dejado percibir nada, y se lanzó a sus brazos amargamente, deshaciéndose en llanto sobre su pecho a pesar de los presentes.
El padre Seejin no dijo nada, se limpió las lagrimas con un pañuelo discretamente y tras ello se acercó sobre pasos lentos, tomando entre sus manos un crucifijo de madera muy viejo, y tras ello comenzó a orar, con dolor y en un tono sereno.
-Oh Dios... que concedes el perdón y quieres la salvación de los hombres: te rogamos que, por la intercesión de la Santísima Virgen María y de todos los Santos, concedas la bienaventuranza a tu hijo, a quien llamaste de este mundo. No lo abandones en manos del enemigo, ni te olvides de él para siempre; sino recíbelo con tus santos Ángeles en el Cielo, su patria definitiva. Y porque creyó y esperó en ti, concédele para siempre las alegrías del Cielo... Por Cristo nuestro Señor.
- Amén.- Rezaron los presentes
-Yo soy la resurrección y la vida; quien cree en Mí, aunque haya muerto, vivirá; y todo el que vive y cree en Mí no morirá eternamente...-Dijo lentamente mientras el llanto de Namjoon eran escondido en el pecho de SeokJin, con dolor- Concédele, Señor, el descanso eterno...
- Y brille para él la luz eterna-Musitó SeokJin, acariciando el pelo de Namjoon con suavidad
-Descanse en paz...-Dijo el padre Seejin esparciendo agua bendita sobre la urna, mientras los enterradores la tapaban con una loza de piedra y fino mármol, en silencio, con la cabeza baja
-Amén....
-"Padre Mío... recíbelo en la misericordia de tus brazos... acógelo... guíalo a tu gracia eterna y aleja su alma de las flamas del infierno... ten piedad".- Rezó SeokJin, mientras a sus lados la gente del pueblo iba retirándose poco a poco, dejando las flores que cargaban en sus manos sobre la urna recién sellada
Este es el primer capítulo de hoy❤
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La casa del árbol - NamJin
Fanfiction(Ad+18)-Si fuera tu dejaría de rezar... no parece servir de mucho.- Dijo en un tono burlón su verdugo, mientras sus labios y su nariz repasaron la blanca piel de su cuello, absorbiendo de forma infame el aroma que su piel desprendia.-"Libranos de to...