Parte 53: Entender

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-Ya no voy a estar ahí adentro, me va a dar claustrofobia, si quieren verme que me vean, es más voy a desnudarme si quieren.- Afirmó

-Entra al maldito auto, si empiezan a hacerte preguntas no voy a rescatarte.- Dijo una voz ronca desde dentro, hastiada de la misma forma

-Como sea, tal vez deberíamos preguntar a que hora regresa...-Masculló, encontrando la silueta de Namjoon a unos metros, que lo miró sumamente sorprendido, mientras él cruzándose de brazos complacido le sonrió enormemente.-Oye Min Yoongi... creo que ya lo encontré.- Dijo al tiempo que Yoongi se asomaba con rapidez, encontrando la mirada de Namjoon al instante.

-Hyung...-Dijo el de tez morena, sacando las manos de los bolsillos

El mayor, de cabello negro, no dijo nada, se limitó a salir del auto, dándole una enorme bocanada al cigarrillo que colgaba de su boca y tras poner los pies sobre la tierra lo apagó bajo la suela de su zapato, con semblante hostil.

-Tu... pequeño hijo de puta.- Gruñó, caminando con impaciencia hasta él y en cuanto llegó al frente suyo le dio un golpe en el pecho, empujándolo.- ¿Creiste que no te encontraríamos?! Ah?!

-No...-Dijo sin más, mirándolo fijamente, con angustia, y en ese instante Min Yoongi se tranquilizó extrañamente, dándole un empujón final

-Hola Namjoon...-Musitó Jimin acercándose a él y le palmeó la espalda cálidamente

-Hola Jimin...-Dijo sin mucho animo

-Abre la maldita casa, ya me cansé de estar dentro del auto toda al tarde.-Dijo bufando el mayor

-Namjoon, ¿está bien que dejemos el auto aquí?.- Musitó Jimin viendo como Namjoon sacaba las llaves de su bolsillo, pensativo y sin mucho ánimo, asintiendo, y finalmente pasaron detrás de él a la casa, observando a su alrededor el desastre de botellas y colillas de cigarro tiradas por todas partes

-Demonios Monster... este lugar es un asco.- Se quejó Suga pateando una caja que se encontraba sobre el sillón y sin más se tumbó sobre él, suspirando, mientras Jimin quitando las cosas que estaban al lado suyo se sentó en silencio, esperando el preámbulo de la pelea que se aproximaba, su novio no era muy sentimental, era más apático en el sentido estricto de la palabra, y al igual que Namjoon le costaba decir lo que verdaderamente sentía a los demás.

-Porque mierda no contestas mis llamadas, ¿crees que soy tu maldita madre muerta para tener que estar cuidándote?!

-Yoongi...-Dijo Jimin, dirigiéndole una mirada suplicante

-Cállate, no lo defiendas.- Sentenció y Jimin se quedó callado un instante, aguardando, mientras YoonGi se dirigía de nuevo al de tez morena.- Te estoy hablando, pequeño bastardo

-No se me dio la gana contestarte, deja de estar jodiendome, Hyung...-Gruñó.- En dado caso que mierda te importa

-Me debes dinero, pequeño bastardo, ¿ lo olvidaste por tu estúpida fiebre de enamoramiento?

-No... no lo he olvidado.- Dijo sin dirigirle la mirada.- Dije que te lo pagaría... no tienes que venir a recordármelo hasta acá, maldito demente.-Bufó

-Bien, entonces si tanto me quieres lejos págame la plata y nos largamos de aquí.- Sentenció

-No tengo para pagarte ahora mismo, te dije que estoy en quiebra la última vez que hablamos por teléfono

-Si, hace como un maldito mes.- Gruñó

-El funeral de Tio fue más caro de lo que pensé, eso es todo, te lo pagaré en cuanto consiga trabajo.

La casa del árbol - NamJinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora