Parte 81: El nombre

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Cuando el local de tatuajes finalmente abrió no había un nombre oficial para él, Namjoon no se había molestado en ponerle uno, tenía demasiadas ocupaciones administrando el negocio, y sobre todo atendiendo al maremoto de clientes que iban y venían, desde que salía el sol, hasta que se metía, y aún mas allá de que las estrellas se alzaban en el cielo, pero no le importaba, estaba inmerso en que el negocio prosperara, y así fue, properó, con la ayuda del nuevo ayudante que comenzó a tatuar tan solo tres meses después de haberse convertido en su aprendiz, ahora tenía un empleado, uno que ponía todo su entusiasmo en cada tatuaje, y eso hizo que la reputación del estudio de tatuajes creciera, y siguiera creciendo más, con el tiempo

-Si vamos a hacer un sitio oficial para el estudio deberías ponerle un nombre...-Dijo su fiel aprendiz, mientras le ayudaba a limpiar los utensilios, con cuidado

-No se me ocurre ninguno en realidad.- Dijo sin mucho interés

-¿Porqué no le llamamos "Monsters house"?, escuché que así le llaman la mayoría de nuestros clientes

-Es un nombre muy genérico, ¿no crees?

-Supongo que si... -Dijo sonriendo con ironía.- ¿No hay algo que le guste tanto... como para nombrar al estudio?

-Mmmmh...-Masculló reflexionando, cuando la puerta principal del local se abrió lentamente

-Nam!.- Dijo una cara sonriente, de ojos color avellana, que entró al local con calma, cargando dos cajitas de cartón con cariño, vestido con una gabardina negra que destacaba su cuello largo y su piel blanca

-Jinnie...

-Hola Leo.- Sonrió

-Seokjinshii, buenas tardes.- Dijo inclinando la cabeza

-Ken ha mandado esto para ti...-Dijo feliz, extendiéndole una de las cajas

-¿Para mi?.- Musitó con una sonrisa, tomándola en sus manos con ternura y la abrió, descubriendo unas galletas con cobertura de jalea de zarzamora.-Son... las que me gustaron el otro dia... 

-Te manda muchas cosas últimamente ¿no crees?.- Masculló Namjoon viéndolo con ironía y Leo se ruborizó hasta la incandescencia

-Leo siempre halaga sus postres... a Ken le hace feliz

-Si le hace tan feliz porque no le dices que se deje de idioteces y venga a hablar en persona con él

-Y-yo no creo que esa sea la naturaleza de sus regalos... él... es amable conmigo.- Argumentó el peliblanco, sonriendo con nervios

-Sigues siendo un ingenuo...

-Nam...-Recriminó Jin, viéndolo con súplica

-Como sea.- Resopló -¿Y esa garbadina?

-Ah, Jimin y yo fuimos de compras esta tarde, insistió en que se me veía bien, ¿que opinas?

-Te ves hermoso.- Dijo extendiéndole la mano y lo jaló hacia el, invitándolo a sentarse en sus piernas

-¿De verdad?.- Sonrió, acomodándose sobre sus rodillas.- pienso que es demasiado ostentoso...

-Bueno... el negocio ha ido bien, puedes darte ese lujo, después de todo es tu dinero

-Si...-Dijo sonriendo con timidez

-Bien... yo iré a poner estas cosas en el almacen.- Dijo el peliblanco, notando que se ponían románticos, y desapareció en el pasillo, con lentitud

-Hice pastelitos... de los que te gustan Nam...-Dijo sonriendo y se los puso en la mano

-Gracias mi amor... no debiste, tienes mucho trabajo

La casa del árbol - NamJinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora