Parte 82: Petrificado

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Había dormido muy poco, y sin embargo no se le notaba el cansancio por ninguna parte, se encontraba sonriente, pintando el nombre en el letrero que Leo y él había ido a comprar en la mañana, y comenzaron a pintar el rótulo, como sólo ellos sabían hacerlo, con una belleza desbordante, tal que todo aquel que pasaba por el estudio se quedaba maravillado ante lo que pintaban.

-"¿No hay algo que le guste tanto... como para nombrar al estudio?"-Sonrió, recordando las palabras de Leo, mientras terminaba de darle los toques finales al letrero principal

-Quedó increíble...-Dijo Leo sonriendo enormemente, mientras Nam bajaba de las escaleras, sonriendo de igual forma

-Si... creo que quedó bastante bien

-Jefe...

-Mmhhh...?

-¿Y que es lo que significa "angelus reprobi"?

-Significa ángel caído...-Dijo sonriendo, leyendo el nuevo nombre que colgaba a la puerta de su estudio:

Angelus Reprobi
tattoo art studio

-¿Ángel caído?...-Musitó curioso

-¿Qué es lo que querías mostrarme Nam...?-Dijo Jin interrumpiendo la conversación

-SeokJinshii.... Buenos dias.- Dijo leo haciendo una reverencia al verlo llegar tan abruptamente y Jin le sonrió de vuelta, desviando su mirada al letrero unos segundos después

-Ya le puse un nombre al estudio.- Sonrió y Jin se quedo en silencio un momento, admirándolo.- Leo... ¿nos das un momento?

-Si.-Dijo sonriendo, retirándose al interior de la tienda, haciendo una reverencia con la cabeza

-Te gusta?.- Dijo Nam viendo el letrero al igual que Jin

-Si... pero...-Dijo titubeante.- Es tu estudio... debe ser algo tuyo el nombre...

-Lo que significa el nombre es mío...

-Nam...

-Hoc est primum donum tibi...-Musitó en su oído, estrechándolo con cariño por la espalda.- primus multis donum
*Este es el primer regalo, el primero de muchos*

- Non opus est tibi munera.... Te amo tu solus
*No necesito regalos... te quiero a ti solamente *

-Ya me tienes...-Dijo dándole un beso en la cabeza, para toda la vida me tienes...

-Quedó hermoso Nam...

-Me alegra que te guste.- Dijo sonriendo.- ahora que te parece si vamos a desayunar juntos...?

-Ah... pero... Ken me va a esperar en la cafetería

-Vamos... el puede encargarse solo... -Dijo haciendo un puchero.- Terminamos de comer y te dejaré ir... lo prometo

-Está bien....-Dijo completamente enternecido por el gesto de Nam y tras ello lo tomó de la mano, siguiéndolo unas calles a la izquierda, donde un pequeño y bonito restaurante apenas abría sus puertas a los comensales.

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No había comido demasiado a pesar de toda la variedad de postres que ofrecían en el lugar, y es que si comía demasiado sus energías se le irían al estomágo, y la idea de terminar de adornar la cafetería para su apertura al dia siguiente se iría al caño, lo que si pudo hacer fue tomar de la mano a Nam mientras caminaban de regreso a casa, quería pasar a dejar algunos platillos que compró para que Jimin y Yoongi desayunaran, ya que estaría ausente.

No quiso despertarlos, dejó la comida sobre la mesa con una nota feliz, y tras ello salió de la casa, dejando a Namjoon que quería esperar en casa a que Yoongi se levantara. Pensó que Ken estaría molesto, después de todo se había quedado de ver en la cafetería a las 8 de la mañana para seguir con la decoración, y estaba tan inmerso en su mundo con Namjoon que no se percató de la hora hasta que iba corriendo camino a verlo, siendo ya las 9. Su sorpresa fue que Ken no estaba en la cafetería cuando llegó, el local estaba abierto por supuesto, pero a pesar de que buscó en la cocina, y en el almacén no logró encontrar a Ken, por eso salió a la calle, a buscarlos en los negocios aledaños pero no lo encontró, y sin más ideas caminó al estudio de tatuajes en su búsqueda, con la idea de que el pelinegro había ido ahí a buscarlo.

Entró sobre pasos lentos, observando con detalle el lugar, esperando encontrar a leo en el recepción para preguntarle si lo había visto, pero no estaba ahí, y tampoco en la sala de tatuajes, por eso caminó girando la cabeza hacia todos lados, hasta que escuchó un sonido viniendo del almacén, y sonrió, pensando que estaría haciendo el inventario y sin embargo cuando abrió apenas un poco la puerta se quedó atónito, completamente mudo, ante la escena en su mirada y sobre todo los sonidos en ella.

-Ahhh... Ahh...~-Gemía su querido amigo de cabello blanco, con una cara de sufrimiento y placer que le revolvería la cabeza a cualquiera, y respiraba impaciente, sosteniendo sus piernas arriba, recargándolas sobre los hombros de aquel hombre que lo embestía como un loco, suspirando, mirándolo directamente a los ojos sin dejar de moverse, de atrás hacia delante, con una rudeza tal que hacía que el delicado cuerpo del peliblanco vibrara, cortándole los gemidos deliciosos por mitades.

-Hermano...-Musitó Jin en un tono inaudible, petrificado por la escena, sintiéndose un pervertido porque sencillamente no podía apartar la vista del aquel cuadro casi surrealista.

-Musitó Jin en un tono inaudible, petrificado por la escena, sintiéndose un pervertido porque sencillamente no podía apartar la vista del aquel cuadro casi surrealista

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Bueno lo dejó hasta aquí porque ya me cansé :v (ya casi estamos en el final, chillen :'v )


Y aprovechando su atención quiero recomendarles un perfil:
JoeKiiing tiene historias cortas, que en realidad van más hacia los poemas, muchas me han preguntado de dónde saco las diálogos de mis historias, y la verdad es que muchos de ellos están inspirados en lo que esta persona me decía cuando estábamos juntos, en fin, las veo en la próxima actualización ♥️

La casa del árbol - NamJinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora