4: Remordimiento.

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La tensión estaba en el aire.

Justo cuando Midoriya se disponía a contestar la campana sonó.

-Ah, hay que volver a clases.- Ida se apresura a conducir a sus compañeros de vuelta a clases. Dejando a Harumi allí.

-No son divertidos.- Expresó su descontento soltando un bufido.

Se sentó al pie del árbol y cerró los ojos.

A lo lejos se podía divisar a Bakugo caminando.

- Esa maldita... - Se acerca a donde ella dormía.  Cuando llegó a su destino se puso de cuclillas frente suyo.

Su rostro estaba suavizado, sus mejillas sonrosadas, sus labios entre abiertos y su respiración calmada y rítmica.

- Tu maldita mocosa te atreves es a aparecer frente a mí tan vulnerable... Te mataré.- Habló para ella. Quién se removió un poco.

- Mmmnh cállate idiota.- Frunció un poco el ceño. Bakugo se molestó. Aún dormida lo desafiaba.

- Mocosa...- Bakugo perdía cada vez más la paciencia.

Harumi despierta poco después.

Bakugo la estaba cargando. Se alarmó por ello.

- ¿Qué haces?- Al cargarla como princesa podía ver su rostro perfectamente. Bakugo no bajo la mirada en ningún momento. - ¡Bájame ahora mismo!- Demandó la niña Intentando Forcejear.

- ¡Maldita niña quédate quieta!- Le gritó el rubio y la aturdió.

A Harumi le molestó eso de niña. A pesar de su estatura era un año más grande que ese canalla.

De un movimiento brusco logró que la soltara.
Bakugo chasquea la lengua.

- Yo... No soy ninguna niña. ¡Tengo 17 años!- El rubio esbozo una media sonrisa.

- Y eso que pareces una rata escuálida. Tampoco pesas mucho.- Se burló mirándola por encima del hombro. - Así que la Loli es ilegal en apariencia pero en años para mí no lo es...- Volvió a burlarse.

- Loli...- Si había algo que le molestaba más que la llamarán niña, era que le dijeran loli. - Es de muy mala educación llamar Loli a alguien que acabas de conocer. - Comenzó a hablar muy enojada. - Además, estoy muy orgullosa de mis pechos.- Se para derecha y con orgullo saca pecho. - No son tan grandes pero estoy bien con ellos. Y no voy a dejar que un rubio oxigenado venga a hablarme de forma grosera.- Bakugo la escuchó con detenimiento para luego guiar una de sus manos a uno de los pechos de ella.

- Tienes razón. Se adaptan a la perfección con mi mano.- Habló seriamente. Y apretó su objetivo. El rubor y enojo de la muchacha crecían.

- ¡Será mejor que me sueltes maldito mocoso! - Estalló Harumi de vergüenza.

En un rápido movimiento logra que la suelte y utilizando maniobras que había aprendido de Aizawa logra reducirlo.

- Perra...- Se queja Bakugo, sorprendido. No esperaba tal reacción. Reducirlo era tarea difícil. Pero simplemente no pudo ver a través de sus movimientos. - ¿Cómo mierda hiciste eso?- Cuestionó.

Harumi sobre él, victoriosa se acerca peligrosamente al rostro del rubio.

- No soy una niña indefensa.- Sonrió triunfal.

- Las vistas no están tan mal tampoco, niña.- Harumi bajo la mirada y ciertamente su remera se había bajado a causa de la maldita gravedad. Y Bakugo tenía el asiento de primera fila para ver de primera mano lo que había debajo de su ropa.

Harumi se apartó rápidamente nuevamente avergonzada.

Ese rubio le había ganado con sólo decir algunas palabras.

De repente se sintió cansada y se tambaleó.

Bakugo se había levantado y sacudido el polvo de su ropa cuando la vio a medio caer. Alarmado se apresuró a ayudarla.

- Oye maldita perra, ¿Qué tienes?- La poca delicadeza de Bakugo hizo reír a Harumi, que con la poca fuerza que le quedaba logró balbucear un "estaré bien" y se desmayó.

Cuando despertó estaba en una de las camillas de la enfermería. Y Aizawa estaba a su lado.

-Despertaste.- Habló cuando la vio abrir los ojos.

-Eso parece.- Respondió sarcástica. Al parecer Bakugo la había conducido hasta allí.

-¿Cómo te encuentras?- Pregunta sentándose en la camilla.

Harumi voltea la mirada hacia la ventana, donde vio que el día ya estaba por llegar a su fin.

- Creo que, jamás había estado mejor.- Vuelve a mirar a Aizawa. - ¿Todos volvieron a casa?- Aizawa asintió.

-Están en los dormitorios.

- ¿Puedo volver a casa?- Preguntó la muchacha.

- Harumi... Cuando decidí hacerme responsable de ti, ¿cuáles fueron las reglas que te pedí seguir?- Preguntó acercándose a la ventana. La muchacha guardó silencio un par de segundos pero luego contestó.

-1.Hacerte caso a lo que me digas.
2.No hablar sobre nuestra relación con los demás.
3.No molestar ni interferir en tu trabajo.- Contestó como mensaje repetido por una máquina contestadora.

- Esto no funcionará si rompes la primera regla todo el tiempo.- Suspira cansado.

- Jamás he roto la segunda regla, ya que eso haría que la tercera se vea afectada. En cuanto a la primera, es solo porque nunca me dejas hacer nada. Sería más fácil que me mantuvieras atada a la cama y listo.- Harumi se trata de sentar. Al darse cuenta Shota la ayuda y pone una almohada detrás de su espalda.

- Prometí ayudarte, atarte a una cama no es la solución. Pero tampoco es para que vivas desobedeciendo.- Aizawa suspira pesadamente.

- Entonces, ¿Qué sugieres?- La seriedad de la muchacha le sugiere que está abierta a posibilidades.

- A partir de ahora no te separarás de mi.- Fue la Sentencia que Harumi no quería oír.

-Todo menos tener que pasar todo el día rodeada de héroes...- Rogó juntando ambas manos dejarte de ella cerrando fuertemente los ojos.

- Se que no tienes especial aprecio por los héroes pero, soy un héroe, sabes.- Shota se explica desganado.

-Eso lo sé bien, una parte de mi te odia, pero a la otra parte, tú no le desagradas.- La franqueza de la muchacha me impactó a Aizawa. Quien sin saber que más decir solo se dirigió hacia la puerta.

- Te quedarás aquí a recuperarte.- Fue todo. Y se marchó.

-Bueno. Esto será mejor que estar sola.- Sonrió para sí y volvió a dormír.

- Eraser.- La irritante voz de Mic resonó en los tímpanos de Aizawa.

-No tengo tiempo. Habla.- Respondió fríamente.

-Que frío. Quería saber cómo se encontraba the girl.- Aizawa se detuvo para mirar a Mic.

- ¿Cómo sabes de ella?- Preguntó seriamente.

- Te seguí a casa la vez pasada... Y la Vi. Es una linda niña. El director me contó la historia. ¿Por que no dijiste nada Eraser?- La notoria preocupación de Mic ensombreció aún más la mirada de Shota.

- No era algo relevante.- Dándole la espalda siguió caminando. Dejándolo allí.

- Hacerte cargo de la hija de tu amigo... Te sientes culpable de no hacer podido salvarlo. Eraser...

7w7

Se va revelando poco a poco esto °w°

Una pequeña Loli con carácter... Ya veremos cómo sigue esto.

Me despido, hasta pronto.

*Luzmala*

La Hija Del Sensei.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora