Al fin su período había concluido y Harumi podía ser nuevamente feliz.
—Panda. — entró canturreando a la sala de profesores.
—Pensé que había quedado claro que no podías llamarme más así.
—Imposible— dijo ella negando levemente — . Así que, Panda.
Su sonrisa aniñada se hizo presente. Aizawa, en el fondo de su amargo pero muy sensible corazón estaba feliz de ver a su niña tan animada.
Tantas cosas malas habían pasado que no podía creer que ahora ella estuviera ahí sonriendo.
—Oye…—se quejó— no me estás escuchando…
El puchero que había hecho fue como el que hacia años había dejado de hacer. Le recordó a esos años en los que aún era una niña.
—Lo siento.
—Como iba diciendo —se aclaró la garganta—. Ya que mañana nos iremos de viaje a la playa, quiero saber, ¿que se trae entre manos, señor panda?
—Nada en particular.
—Entonces, ¿por qué a la playa?— volvió a cuestionar.
—Por ningún motivo en particular.
—¿Es un entrenamiento disfrazado verdad?
—No lo sé. Tal vez.—dejó escapar una sonrisa burlona.
—¡Deja de burlarte de mí!— volvió a hacer un puchero.
—No me estoy burlando.
—Si lo haces…— suspiró— Iré a preparar mí maleta…
Aquella desesperación le divertía a Aizawa. Siempre se burlaba de esa forma de sus estudiantes. Lo disfrutaba mucho.
Pero aquel viaje era para que aquellos chicos disfrutaran su adolescencia. Se convertirán en héroes, pero la vida hay que vivirla.
Harumi recorrió los pasillos algo molesta por las burlas de su padre.
Tan molesta estaba que no se percató de que había pasado al lado de Todoroki y éste había comenzado a seguirla.
Llegó hasta la enfermería, dónde aún debía hacer varias cosas y al entrar y querer cerrar la puerta se encontró con Todoroki.
—Ah, ¿desde cuándo estás ahí?— se había dado un susto importante. Había evitado al joven lo más que había podido, aunque no tan descaradamente, para no levantar sospechas.
—¿Desde que llegaste?—ladeó la cabeza como un cachorro.
—No devuelvas la pregunta…—suspiró— Pasa y cierra la puerta.
Como un lindo robot hizo lo que la muchacha había pedido.
— Recovery Girl no está.
—No.—conesta restándole importancia, pero después se percató de algo — ¿La necesitabas?— la preocupada mirada de Harumi llegó al muchacho. Tal vez estaba herido.
— Estaba en la biblioteca, y me cayeron algunos libros en la cabeza…— abriendo los ojos y notablemente horrorizada lo sentó con cuidado sobre la camilla.
—¿Cuántos libros te cayeron?— se devolvió al estante y empezó a buscar el botiquín con desespero.
— No lo sé. ¿Cuántos libros crees que quepan en un estante?— murmuró pensativo.
—¿¡Te cayó el estabte entero!?— se volteó horrorizada y él asintió. Todoroki en verdad era especial. Eso o se le había caído de los brazos a su papá de chiquito — Por todos los héroes... — dijo acercándose él y buscando alguna herida en su cabeza, encontrando solo un chichón —No es nada grave.
ESTÁS LEYENDO
La Hija Del Sensei.
Fanfiction-Odio a los héroes.- Sentenció frunciendo el ceño. -Pero los héroes son fabulosos.-El muchacho entusiasta de cabello verde miró a la muchacha de manera inmediata. -Los héroes son personas maravillosas que ayudan y salvan a la gente con una sonrisa...