Lo que ocurrió luego de aquella noche fue bastante inesperado. Puesto que estaba demasiado avergonzada de haberse quedado dormida a la mitad de la acción, evitaba totalmente todo lo referido al tema.
Fue así que regresaron a la academia, fueron buenas vacaciones, dentro de todo lo que ocurrió.
Aizawa estaba muy satisfecho con lo que habían logrado, era como una mamá orgullosa de sus que sus polluelos habían aprendido a volar.Estaba en su habitación, cuando su padre llamó a la puerta.
El mayor no esperó respuesta y se adentró en la habitación y se asombró al ser resivido por una sonrisa apasible por parte de su hija.—¿Qué ocurre papá?
Sería mentira si dijera que Aizawa esperaba esa pregunta, o mejor dicho el tono el que usó para formularla. La voz tranquila, dócil y amable llegó al corazón de Shota al oírla pronunciar aquel "papá".—No hemos tenido tiempo para hablar desde hace tiempo.
Intentaba esconder la felicidad que lo invadió detrás de su característica seriedad, pero la sonrisa de Harumi lo descolocó.—Es cierto, no hemos podido charlar en bastante tiempo.
—En verdad has cambiado mucho.— susurró llevando una mano al hombro de la joven.
—No, no he cambiado. Solo estoy encontrando la mejor versión de mi misma.— no pasó mucho tiempo para que el mayor se lanzara a abrazar a su pequeña.— ¿Papá?
Harumi estaba notablemente sorprendida por el repentino arrebato de su padre, pero pronto correspondió al abrazo, como calmando a un niño pequeño.
—Lo siento.— la separó de él con brusquedad, cuando sintió el escalofrío que le había generado las manos de ella en su espalda.— Yo solo...sentí la necesidad de abrazarte. Lo siento.
Cómo si un abrazo fuera algo que jamás debió hacer, se separó un poco más de ella manteniendo la distancia.
Harumi se sintió feliz que no pudo contenerse y se lanzó a abrazar a su tierno panda.
—Un abrazo de papá, no sabía que lo necesitaba hasta que me lo diste.— dijo separándose de él.
Aizawa sonrió.
La muchacha abrió un poco los ojos, más de lo que acostumbraba. Admiró aquella sonrisa que hasta la fecha solo había podido vislumbrar de casualidad alguna que otra vez. Y en ese momento tenía una primera plana de esa sonrisa.
Las arrugas en sus mejillas, sus ojos achinados, sus dientes perfectamente blancos. Aizawa era algo desaliñado, si. Pero su sonrisa era hermosa.—La sonrisa del panda es muy hermosa.— sonrió y esta vez fue el mayor quien abrió un poco más los ojos.
—Esta es la sonrisa que juré proteger aquel día hasta el último de mis días.— acarició su mejilla suavemente— Eres fuerte Harumi. Eres lo más preciado que tengo. Eres mi preciosa hija.
La muchacha no sabía en qué momento de su corto discurso había empezado a llorar.
Pero cómo no hacerlo, luego de recibir aquellas dulces palabras. Cómo no llorar con tal muestra de cariño. Su pequeño corazón saltó de la emoción, así como sus lágrimas.Ninguno de los dos pudo manejar la felicidad que sientan después de eso.
—Destructor estuvo extrañándoles demasiado. Destrozó todo lo que pudo. Ahora entiendo porqué su nombre...— Recovery girl había tomado la responsabilidad de cuidar al cachorro durante la ausencia de sus dueños.
—Es bastante inquieto, si. Lamento mucho las molestias.—se disculpó algo apenada.
Con el cachorro en brazos, quién dormía cómodamente entre los pechos de Harumi, salieron de la enfermería y se dirigieron a los dormitorios.
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La Hija Del Sensei.
Fanfiction-Odio a los héroes.- Sentenció frunciendo el ceño. -Pero los héroes son fabulosos.-El muchacho entusiasta de cabello verde miró a la muchacha de manera inmediata. -Los héroes son personas maravillosas que ayudan y salvan a la gente con una sonrisa...