7: Maravillosos accidentes.

6K 565 69
                                    

Después de su charla con la enfermera Se durmió en una de las camillas y no despertó hasta la mañana siguiente cuando por un ruido abrió los ojos.

- Duele...- Oyó que alguien se quejaba.

- ¡Maldita sea deja de quejarte!- Sin lugar a dudas aquella era la voz de Bakugo.

- Pero me duele...- El que parecía ser Kirishima se queja nuevamente.

- Si no te callas te quemaré el otro brazo para que estén iguales.- Eso alteró a Harumi. - Y esa anciana no está aquí...- Se quejó.

- Harumi...chan...-Kirishima quedó atónito viendo a la muchacha cruzada de brazos observando con enojo a Bakugo.

- Kirishima Kun...- Kirishima la miró interrogante.- Por favor, siéntate allí.- Con una agradable sonrisa le indicó al pelirrojo la camilla detrás de la cortina.

- ...Si...- El pelirrojo miró a Bakugo de reojo y se dirigió a la camilla y allí se sentó.

- Tu...- Harumi apuntó con el dedo hacia Bakugo.- Sal de aquí, ahora.- Bakugo reaccionó a esto efucivamente.

- Maldita perra. Tu no me dirás qué hacer, ¡escuchaste!- Intentó acercarse pero no pudo dar ni un paso más.- ¿Pero qué mierda?- Bakugo comienza a golpear el campo de energía que se había creado entre él y Harumi. - Perra... ¿Qué es esto?- Estaba observándola de forma feroz mientras preparaba su explosión.

- Dije que te fueras. Lo lastimaste. Ayer el ya estuvo aquí y ahora, ¿lo vuelves a  traer?- La mirada sería de Harumi solo hizo enfurecer más a Bakugo. El muchacho se sentía culpable pero no lo demostró. Ciertamente Harumi sentía cierta debilidad por aquel pelirrojo.

- No me pienso mover ni un milímetro más de aquí. Oíste perra. Así que si quieres que salga hazlo tu misma.- Con la vena a punto de explotar la desafía.

- Si eso quieres. No me detendré.-   En ese momento Bakugo comenzó a moverse, pero no por propia voluntad, algo lo empujaba.

- Perra...- Este intentando luchar contra una pared invisible con un esfuerzo aún mayor solo logra gastar sus energías.

Harumi sonríe con malicia y desaparece el campo de energía haciendo que el rubio se sorprenda y salga impulsado hacia adelante.

- ¡Cuidado!- Se le oye decir a Kirishima.

Pero ya era demasiado tarde.

Bakugo había caído sobre Harumi.

Y cayó sobre los labios de esta.

Ambos estaban besándose.

Se quedaron así un momento. Ambos viéndose a los ojos.

Bakugo se apartó después de eso.

Limpiandose  los labios de forma efuciva con su brazo comenzó a maldecir.

- Maldita perra. - Su rostro estaba medio sonrojado. No se podía saber si era de enojo o de vergüenza.- ¡Kirishima!- Le gritó observándolo.

-¿Si...?- Kirishima rojo como tomate lo observó.

- Te espero afuera...- Terminando de decir eso se fue.

- ¿Harumi...chan? ¿Te encuentras bien?- Kirishima se acerca a ella y se pone de cuclillas a su lado.

Harumi solo se quedó allí sin decir nada, mirando al techo.
Al momento sus ojos se llenaron de lágrimas.

- Ehhh... ¿Harumi chan? ¿Qué tienes? ¿Te duele algo?- Kirishima preocupado ayuda a la muchacha a levantarse.

- Es solo que... Ese... Fue mi primer beso...y ese maldito...lo tomó...- Harumi comenzó a llorar aún más fuerte.

Kirishima no sabía que decirle. Así que solo guardó silencio.

Harumi limpió sus lágrimas y observó a Kirishima.

- Tu brazo...- La muchacha tomó la mano de Kirishima para ver mejor la herida y este se sonrojó al acto.- Curare eso.- Tenía una mano marcada. Probablemente de Bakugo, hinchada y al rojo vivo. Harumi aún con los ojos llorosos se acercó hacia dónde se encontraban las cremas para las quemaduras y se fue nuevamente hacia Kirishima, que se había vuelto a acomodar en la camilla.

Ella se sentó a su lado y tomó nuevamente la mano de Kirishima que observó en silencio todo el proceso.

Al aplicarle la crema, el pelirrojo se quejó.

- Lo siento.- Se disculpó.

- Está bien... Gracias. - Kirishima sonrió levemente.

Después de eso lo vendó con cuidado y al alzar la mirada, Harumi vio que el la observaba con un leve sonrojo.

- Con eso será suficiente.- Le sonríe aún con los ojos aguados.

- De verdad, gracias.- Kirishima dirige su mano derecha a la mejilla de ella y limpia cuidadosamente un rastro de lágrimas que había quedado.

Harumi se sorprende, pero no le desagrado su tacto. Así que lo dejó estar. Y cerró los ojos sintiendo la calidez de su mano.

Al darse cuenta de lo que estaba haciendo, el pelirrojo apartó su mano rápidamente. Aún más sonrojado.

Harumi abrió los ojos también sonrojada.

Kirishima se levantó bruscamente.

- Bueno, muchas gracias por todo, yo mejor me vo...- Se resbala por chocar con sus propios pies. Harumi lo sostiene de su mano herida y lo jala para que no cayera al suelo, pero claramente Kirishima es mucho más pesado y la termina arrastrando a ella. Y ambos terminan en el suelo. Con Harumi sobre Kirishima.

La Hija Del Sensei.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora