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Una noche estrellada se abría paso. La calma estando rodeada de un calor acogedor y el perfume de un par de muchachos hermosos.

En la habitación de Bakugo habían llegado de imprevisto Kirishima y Harumi.
Y ahora los tres estaban recostados como formando un emparedado.

Harumi dándole la espalda a Bakugo mientras que éste la abrazaba de la cintura. Y Kirishima tomando con ternura la mano de ella que descansaba en su pecho.

- Está dormida.- susurró sonriendo Kirishima, viéndola respirar suavemente.

- Entonces cállate.- Bakugo bostezó.

- Oye Bakugo...- a pesar de que estaba algo oscuro él rubio pudo notar el sonrojo en la cara de su amigo.- ella no trae nada debajo de su camiseta...- en ese momento su sonrojo explotó.

- Eres un pervertido.- dijo riendo.

- Y me lo dice el que le está tocando el trasero.- se queja el pelirrojo.

- Algo bueno tenía que tener. Ni tetas tiene casi.- se encoge de hombros.

- No digas tonterías. Tanto tú como yo sabemos que es hermosa.

- La despertarás si sigues hablando.- Bakugo volvió a bostezar.- Duerme.

Harumi se remueve y ahora le daba la espalda a Kirishima.

- Está idiota me está usando de almohada...- Se queja el rubio intentando sacar su brazo.

- Es bonito poder abrazarla.- Kirishima se acurruca abrazándola por la cintura.

- Si, es muy cómoda. Y su cabello huele a picante.

- ¿Cómo que a picante?- confundió a Kirishima.

- Cállate solo huele a picante.

- Básicamente quieres decir que te gusta como huele.- El pelirrojo ríe por lo bajo.

- Cállate idiota...- chasquea la lengua.- y tenías razón. No lleva nada debajo de la camiseta. Y no es una mala vista. Aunque yo tengo más que eso.

Kirishima no pudo evitar echar una sonora carcajada haciendo que por instinto Harumi se levante y le golpee la cabeza al escandaloso, para volver a dormirse.

- Eso duele...- se quejó casi llorando.

- Lo que pasa cuando eres escandaloso. Lo que me asombra es que no se haya despertado.

- Nunca me dormí en primer lugar.- ambos se sobresaltaron al escucharla - ¿Sus charlas sobre mí son siempre tan interesantes?

Harumi se estira para luego sentarse sobre la cama.

- ¿Y que querías que hiciéramos? No podíamos dormir en una cama tan pequeña.- se sienta Bakugo también rascando su cabeza para volver a bostezar.

- Perdón por ser grosero.- Kirishima se disculpa sonrojado.

Los tres sentados en la oscuridad y apenas pudiendo verse se quedan un rato en silencio.

- Así que tengo un buen trasero, y la verdad coincido en que Bakugo tiene más pechos que yo.- Harumi ríe por lo bajo.

- ¿No estás molesta?- preguntó Kirishima.

- No, aunque se siente extraño todo esto.- confesó. - Díganme si el que este aquí con ambos no es extraño.

- ¿A dónde quieres llegar?- Cuestionó serio el rubio.

- Me refiero a que si estará bien estar los tres juntos.

- ¿Está mal que querramos estar contigo?

La Hija Del Sensei.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora