La Hija Del Sensei.

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- Sorpresa...

Dijo con alegría mientras veía la cara de asombro de todos.

- Te... quedarás...- Deku salió de su shock y llegó hasta ella para abrazarla.

- Atrás nerd. - Kacchan llegó a tomar a Midoriya por el cuello del uniforme.

- Lo siento, Midoriya, pero somos territoriales. - agregó Kirishima asiendo a un lado a Harumi.

- Pero, ella es mí amiga...- lloriqueo Deku.

- Puedes abrazar a mitad mitad.- le sugirió Bakugo apuntando en dirección a Todoroki.

Al oír eso Todoroki abrió los brazos esperando el abrazo.
Deku se puso rojo al instante, para acto seguido ponerse nervioso.

- ¿No vas a abrazarme?- desanimado, Todoroki baja los brazos y Midoriya entra en pánico.

- N...no es eso Todoroki Kun...- llega hasta el joven cabizbajo y lo primero que se le ocurre es acariciar su cabello.- suave...- pensó Deku sonriendo ante Todoroki disfrutando ese suave contacto.

- Bueno... En donde estábamos...- toda la clase A dejó a esos dos en su mundo y continuaron con la sorpresa.

- Es bueno que no tengas que irte. - Yaomomo le sonríe felizmente a Harumi, quién asiente.

- Entonces, ¿significa que serás parte de la clase A?- Kaminari pregunta poniéndose pensativo.

- Así parece.- contestó la muchacha.- el director me lo permitió, así que no debería haber ningún problema.- sonrió.

- Entonces, ¿significa que irás al viaje a las aguas termales con nosotros?- Mina da un pequeño brinco en su sitio.

- ¿Viaje?- cuestionó, al no estar enterada de nada.

- Si, nada especial. Dos días y una noche. Pero será divertido.- asegura Momo.

Los días continuaron como de costumbre. Solo que con Harumi como compañera de clases.

La muchacha se estaba divirtiendo como nunca, era muy feliz con su nueva vida escolar. Y un pequeño viaje mejoraba mucho las cosas.

El gran día llegó.

Todos estaban ya preparados, y cuando llegaron a la pequeña posada en donde se quedarían lo primero que hicieron todos fue ir a los baños termales.

Chicas y chicos separados.

Era la primera vez para Harumi en un baño termal y fue sofocante, tanto que no pudo estar por más de media hora.

Estaba en los vestidores poniéndose el kimono para estar más cómoda cuando Momo llegó con ella.

- ¿Necesitas ayuda para atarlo?

La muchacha asintió sonriendo y dejó que su amiga amarrarse el kimono.

- Esto en verdad es muy divertido.- susurró Harumi sonriendo para sí misma.

- Y se pondrá mejor. -  terminando de dar el último retoque al moño le sonrió a su amiga.

Después de que Yaomomo se cambiara ambas salieron de los vestidores y en el pasillo se encontraron con Todoroki y Bakugo. Una extraña combinación.

- Ah, Todoroki san.- Momo se puso roja. El chico solo asintió a modo de saludo.

- Bakugo... Qué inusual verte con Todoroki kun.- Harumi hace una ligera observación que hace molestar a Bakugo.

- tch. Solo decidió salir al mismo tiempo. - se quejó comenzando a caminar.

Hasta ese momento Harumi no había notado que tanto Bakugo como Todoroki llevaban puesto los kimonos y tenía que admitir que se veían demasiado bien con ellos.

Todoroki salió caminando en dirección contraria a Bakugo luego de hacer una pequeña reverencia de despedida.
Al ver la decepción en Momo, Harumi le daba un pequeño empujón y la hace ir tras él.

Y ella comienza a caminar para intentar alcanzar a Bakugo.

Cuando por fin lo logra, llega a su lado y lo observa detenidamente.

- Deja de mirarme idiota.- Se queja caminando mucho más rápido.

- No puedo evitarlo, el kimono te queda de maravilla.- Bakugo se detiene y Harumi sigue caminando satisfecha.
Al pasar al lado del rubio nota su leve sonrojo, cosa que le hace sonreír aún más. - Ya quiero ver a Kiri con el kimono.- terminó por decir.

- Debo decir que no le queda mejor que a mí, pero aún así se le ve muy masculino.- Bakugo alcanzó a Harumi.

- ¿ Es que ya lo viste? - preguntó estupefacta.

- Está delante de ti, ¿que no lo estás viendo?- Harumi se detiene y Bakugo llega hasta un hermoso Kirishima.

- Dios mío. Estos dos van a matarme. Son demasiado hermosos...- susurró para sí misma intentando contener las ganas de llorar de felicidad.

- ¿Te vas a quedar viendo mucho más tiempo? O acaso, ¿Te gusta lo que ves?- bromeó Kirishima.

- No es reciente el mirarlos, y si, me gusta mucho lo que mis ojos ven. Demasiado.- Ante la sinceridad repentina ambos se sorprendieron.

- Aún así, me sigue quedando mejor el kimono que a Kiri. - Bakugo abraza por los hombros a su amigo.

- No puedo competir contra un monumento...- bromea el pelirrojo. - Aunque siendo sincero, todo lo que te pones e queda bien...que envidia...

- Pues claro.- sonrie Bakugo triunfal.

- Kiri, no le subas más la autoestima que lo perderemos. - suspira Harumi cansada.

- Si, si. Pero admite que es demasiado lindo.- Kirishima abraza a Bakugo y este intenta retroceder.

- ¡Yo no soy lindo maldita sea, yo soy genial!- Se queja intentando zafarse.

- Es cierto, es muy lindo.- Harumi se acerca a unirse al abrazo, mientras que Bakugo seguía luchando por mantener su dignidad.

La noche llegó muy rápido y ya habían terminado de comer.
Desde hacía rato no veían a Aizawa, así que asumieron que estaría durmiendo ya. Así que la mayoría decidió hacer lo mismo.
Un grupito pequeño decidió volver a las aguas termales y  Midoriya, Todoroki, Kirishima y Bakugo se quedaron viendo el cielo, Harumi se extrañó de que los 4 estuviesen tan callados y decidió ir a ver qué era lo que tan atentamente observaban.

- Que bonito...- susurró captando la atención de los 4 presentes.

- El cielo está muy despejado, las noches estrelladas son en verdad bonitas no lo crees, Harumi chan.- Midoriya sonrió en dirección a la muchacha.

- Me gusta la tranquilidad...- susurró Todoroki, que al fin dijo una frase entera.

Bakugo estaba recargado en la pared y Kirishima tirado en el suelo usando de almohada las piernas de Bakugo.
En cambio Midoriya y Todoroki estaban sentados uno al lado del otro, muy cerca.

- ¿No irás a dormir?- preguntó Kirishima con voz algo cansada.

- Parece que el que debería dormir aquí es otro. - la voz tranquila de Bakugo se hizo oír.

- Pero no estoy cansado...- se quejó Kirishima.

- Les haré compañía un rato entonces.- sonrió la muchacha sentándose al lado de Bakugo.
Con un rápido movimiento el rubio hace que Harumi se apoye en su pecho.
Al parecer alguien estaba de muy buen humor, tanto como para dejar que lo utilicen de almohada.

Kirishima le sonrió tiernamente y Bakugo solo ignoró eso revolviendo el cabello del pelirrojo.

Al observar aquella escena Midoriya y Todoroki se observaron y el brócoli le sonrió a Todoroki, éste devolvió la sonrisa y se quedaron largo rato contemplando el cielo nocturno.

*Luzmala*