La Hija Del Sensei.

59

Al tiempo que Harumi había terminado de vestirse alguien llamó a la puerta.

Cuando fue a abrir vio que eran las chicas, todas con unos hermosos vestidos.

— Están hermosas.— y en verdad lo estaban.

—¡Tu también te ves fabulosa!— le dijo Mina maravillada.

— ¿Aún no te maquillas?— le preguntó Yaomomo.

—Para ser sincera, no traje nada con que hacerlo...— se desánimo.

Yaomomo sonrió y Jirou sintió el mismo escalofrío que  le había provocado la misma sonrisa cuando la maquilló a ella.

Todas, en la habitación de Harumi  se terminaron de arreglar.

—¿Irás con esos zapatos?

Mina apuntó a los pies de Harumi.

—¿Qué tienen de malo mis zapatillas?— cuestionó sin entender que las zapatillas no van con un vestido tan elegante.

—¿No había unos tacones junto al vestido?— preguntó Uraraka abriendo el armario. —Si, mira. Aquí están. Son muy bonitos y del mismo color de tu vestido.

Harumi los miró con desconfianza.

—No se caminar con eso...son muy altos.— confesó apenada.

—No te preocupes, no es difícil.— la alentó Yaomomo.

— Solo es incómodo.— dijo Tsuyu.

—Y a veces duele al caminar.— agregó Uraraka.

— sin mencionar que puede torcerse tu tobillo.— Jirou también aportó lo suyo.

—Pero me hace sentir bonita.— dijo Mina haciendo un berrinche.

— Y hace lucir las piernas más largas. — terminó Hagakure.

—Ni siquiera puedo ver tus piernas...—susurró Jirou.

—Dejando todo eso de lado — volvió a tomar la palabra Momo —, es solo hasta que termine la fiesta. Si te molesta demasiado, te los sacas y listo.

—Si lo pones de esa manera...

En el salón principal ya estaban todas las personas que se estaban hospedando en las cabañas. Todas vestidas elegantemente, habían comenzado a disfrutar de la música.

En una gran mesa se encontraban ya la mayoría de los chicos y junto con ellos, Aizawa.

— ¿Cuánto más piensan tardar las chicas?— se preguntaba Kaminari, apoyando su mejilla sobre la mesa.

—Deben estar arreglándose todavía.—dijo Iida para luego agregar— Tengo entendido que suelen llegar tarde por regla general. Sin excepción.

Midoriya rió alegremente. Pero su sonrisa se borró al ver en su campo de visión a Todoroki, llegando con un hermoso traje.

Llegó al lado de Midoriya y sosteniendole la mirada se sentó a su lado.

—Si no quieres que esté a tu lado es momento de que lo digas.— le susurró.

— Quédate, por favor.— se dió cuenta de que lo había gritando, y se ruborizó cuando sintió que todos lo miraban.— Lo siento...— se disculpó apenado. Y Todoroki sonrió.

—Siento llegar tarde. — se disculpó Kirishima, sentándose en uno de los lugares vacíos. — Bakugo no vino eh...

—Ya van a servir la comida y no llegan...— susurró Aizawa de mala gana. Y justo cuando se predisponía a buscarlas las divisó a la distancia.

A la cabeza venía Yaomomo, con un largo y elegante vestido pegado al cuerpo, con si cabello suelto y un maquillaje natural. Detrás de ella, Uraraka, son un vestido algo más infantil con muchos volantes. Tsuyu llevaba uno mucho más discreto y en un color oscuro. En contraste, Mina llevaba un vestido de un amarillo chillón. Hagakure por su parte llevaba un vestido gris con dorado. Y teniendo dificultades para caminar venía Harumi, tomó todo el coraje que pudo y dejó de caminar como ciervo recién nacido.

La mesa quedó en completo silencio.
Aizawa se levantó y caminó hasta ellas. No separó la mirada de su pequeña. Y en un intento por disimular las regañó.

— Llegan tarde. Siéntense.— todas sonrieron y asintieron.

—Te ves muy guapo, papá.— le dijo mientras miraba con detenimiento su traje.

— Lo se.— claramente estaba jugando, pero era cierto que Aizawa era demasiado sexy.

—Tengo hambre...— susurró ella viendo cómo llegaban con la comida.

Ella se apresura a tomar asiento, pero fue detenida un momento por el mayor.

—Te ves muy hermosa.— sus palabras fueron como una caricia a su alma. No todos los días se conseguía un elogio de Aizawa.

Y no fue el único en pensar así.
Kirishima se había quedado con la boca abierta al verla tan espléndida.

Sus ojos brillaron al verla, su corazón latió como si se hubiera descompuesto por lo hermosa que se veía. En ese momento apretó la mandíbula, y el puño llevándolo a su pecho y sonrió. Efectivamente, eso tenía que ser amor.

Sirvieron el primer plato.

Harumi sintió la mirada de Kirishima, alzó la vista y éste la observaba con ojos soñadores, como si estuviera viendo un ángel o algún otro ser místico.

Terminaron todos con el primer plato, y Kirishima seguía observándola.
Se veía tan hermosa con ese vestido, pero a sus ojos, Harumi se veía hermosa con cualquier ropa. Y no le agradaba mucho la idea del maquillaje, ya que con o sin el, ella era perfecta.
Reiterando nuevamente la conclusión «Estoy enamorado de ella» susurró para si mismo y sonrió.

Aún había un lugar vacío en la mesa, pero Aizawa solo suspiró al notar que era el del mismo Bakugo.
Observó a su hija, quién también estaba mirando ese lugar vacío.
« Todavía son niños después de todo» pensó bebiendo del vaso de agua.

Pero algo que no esperaba estaba a punto de ocurrir.

Como toda una estrella que se hace desear por su público, llegó vistiendo un traje bastante ajustado, haciendo que resalte su delgada cintura.

Al momento que cruzó la puerta toda la clase A, posó sus ojos en el caminar sensual del rubio. Acomodando su cabello llegó hasta Aizawa.

—Gracias.

Todos los presentes no entendieron nada.

Aizawa sonrió asintiendo.

Era solo su idea o había logrado más de lo que él había imaginado.

Bakugo caminó hasta estar al lado de Harumi. Observó a quien estaba a su lado.
Tokoyami se levantó al sentir la penetrante mirada del rubio y fue a tomar el asiento libre.

La muchacha estaba nerviosa. Se quedó tan quieta que dudaba hasta de respirar lo bastante fuerte.

Sería una larga velada...

7w7

No he dormido nada por estar haciendo trabajos atrasados, pero quise venir a dejarles un capítulo porque l@s amo mucho(◍•ᴗ•◍)❤

Tengo sueño xC

Que tengan una linda semana mi gente(｡･ω･｡)ﾉ♡

*Luzmala*