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Ambos chicos seguían mirándose y por la cabeza de Jungkook pasaban miles de ideas. Miraba simultáneamente los labios y los ojos del rubio hasta que sus ojos se detuvieron finalmente en sus labios, esos carnosos labios por los que empezaba a sentir una terrible atracción. Sabía que era imposible, que Jimin ya estaba con Yoongi; un famoso Idol. Él no era más que su mejor amigo, se conocían de siempre, pero no podía negar que empezaba a sentirse malditamente atraído por Jimin y la cercanía de ese momento no ayudaba.
El rubio estaba también perdido en sus pensamientos, solo que sus ojos estaban en los de su amigo y veía como este miraba sus labios. No sabía realmente que sentir, ambos eran mejores amigos, siempre habían cuidado el uno del otro. Pero habían crecido, ya no eran adolescentes y mucho menos niños, habían cambiado mucho tanto física como mentalmente.
Jungkook se atrevió a acercarse un poco más con la intención de juntar sus labios con los del rubio y así aclarar sus dudas.
Jimin notó eso así que rápidamente se separó y carraspeó mirando a otro lado.

-Iré... A casa... Gracias, Jungkook...

Sin mirarle, Jimin, acarició el brazo de Jungkook y fue a la habitación para coger sus cosas, después, salió y finalmente se fue de la casa comenzando a caminar hacia la de Yoongi. No entendía nada, ese momento había sido muy confuso.
Agitó su cabeza tratando de olvidarlo, tenía muy claro que él no iba a engañar al rapero, daba igual si discutían o había celos de por medio, eso era normal en todas las parejas, y no iba a rendirse, así que decidió sacar su móvil y dejarle a Yoongi un mensaje de voz.

-Yoongi, cariño... Mucha suerte esta noche en vuestro concierto... Estaré viéndote... No olvides que te amo...

Sex contract • YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora